By Tom.
-Joder, Tom... estás como una puta cabra... - Se rió entre mis
brazos, empezando a forcejear conmigo en cuanto entramos en
su cuarto y le aplasté el cuerpo con las manos, cerrando la
puerta y apoyándome en ella de espaldas.
El ruido que hacía la familia al completo se escuchaba desde
abajo. Esas mellizas que me habían confundido con el hombre
del saco, la madre de Bill, es decir, mi madre, cotilleando con las
tías que no conocía, Gordon hablando de deportes con los
hombres... así que eso era una familia ¿eh? No me interesaba.
Sólo me interesaba Bill.
Yo ignoraba el jolgorio con suma facilidad, de hecho tampoco
me habría importado mucho tenerlos delante en aquel
momento, abrazando a mi Muñeco, hundiendo mi boca en su
nuca saboreando uno de sus tatuajes. Era bastante
exhibicionista. Pero Bill no...
-¿Por qué no dejas de temblar? - murmuré. Estaba muy tenso,
lo notaba.
-No... no quiero hacerlo aquí. De sólo imaginarme que todo el
mundo está abajo... me pongo enfermo.
-Así que ese es el problema. Muñeco, eres un auténtico cobardica.
-Cállate. - se revolvió entre mis brazos, molesto. Le solté,
agarrándole del brazo enseguida y volteándolo hacía mí, quizás
demasiado brusco.
Siempre me olvidaba de lo jodidamente delicado que era el
Muñeco.
-Dime, mister loquero... ¿Hay alguna ley que prohíba el incesto
consentido entre hermanos del mismo sexo y misma edad? -
Bill hizo una mueca con la cara, algo parecido a un puchero de
niño pequeño. Hum... muy tentador...
-No... no exactamente.
-¿Entonces por qué se supone que el hecho de que sea yo
quien te la meta por el culo está mal?
-Porque... - se quedó pensativo unos segundos, dándole
vueltas a la cabeza. - Porque está mal visto por la sociedad.
Nos tomarían por depravados sexuales y nos marginarían como
si tuviéramos la peste. Nos llevarían al psicólogo porque... no
es normal... - El Muñeco agachó la cabeza, con el ceño fruncido
y los ojos brillantes. Me incliné hacía delante, buscando su
mirada resplandeciente entre su melena con una sonrisita en la
boca.
-¿Por qué no es normal? ¿Por qué nadie lo hace? ¿O por qué no
tienen necesidad de hacerlo?
-¿Qué quieres decir? - me miró con una ceja alzada,
consternado. Le agarré de la cintura, pasando mis manos por el
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MUÑECO By Sarae
RomanceUn Muñeco al que hacer sufrir... un Muñeco al que romper... Poco me importaba quien fuera o qué fuera para mí. No tenía preferencias por nadie, cualquier criatura bonita con cuerpo de porcelana y fácil de manejar estaría bien. Cualquier persona, cua...