Capítulo 44

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By Tom.

-¿No piensas hablarme nunca más? - Andreas no me contestó. Estaba tan cabreado y celoso que me giraba la cara hacia la ventanilla con cada pregunta que le hacía. - ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué esperas que haga? ¿Qué te pida perdón? No. - Andreas siguió sin contestar. - Sabes que no voy a hacerlo… Andreas… - él siguió callado. - Bien, tú mismo, no me hables. - y el silencio pulcro se extendió por todo mi coche. Esperé pacientemente un par de minutos hasta que Andy se dio la vuelta bruscamente y me miró con ojos llameantes. 

-¿Por qué lo has hecho? Lo he oído todo ¿Sabes? ¡Se supone que yo soy tu nuevo Muñeco! ¿Cómo tienes los huevos de ponerte a fornicar con él teniéndome al lado? ¡Me has sido infiel a la primera de cambio! - sonreí. Desde luego, Bill y él se parecían un poco más de lo que pensaba en un principio. - ¡Si piensas utilizarme como el Muñeco de recambio, olvídalo! ¡Aún me queda algo de dignidad!

-Andreas, tú no tienes dignidad. 

-¡Me da igual! ¡Si quieres jugar con un Muñeco elige uno u otro, no puedes jugar a dos bandas! ¡O me eliges a mí o a él, decídete! 

-No sé cuántas veces tengo que decirte que no hay nada entre nosotros dos, ya no. 

-¡Por supuesto, lo he visto muy claro hace cinco minutos!

-¡Eres un celoso! 

-¡Mira! - Andreas alzó la pierna escayolada apoyándola en el salpicadero, señalándome la escritura que le había dedicado tiempo atrás. - ¡Tú decidiste ser mi dueño, ahora te jodes! - sonreí. No podía evitar sentirme halagado pese a sus celos. Eso demostraba lo fiel que me era. 

-¡De acuerdo, perfecto, baja el pié de ahí, me lo vas a boyar! 

-¡Dime que no vas a volver a tocarle, Tom, dímelo! 

-¡Es mi hermano!

-¡Sabes a lo que me refiero! - suspiré. 

-Sí, vale, no volveré a tocarle. 

-¡Trolero! ¡Tu palabra me vale mierda! 

-¡Entonces no me exijas nada! 

-Tienes una especie de modelo ukeizado en tu casa y ¿esperas que me crea que no vas a ponerle la mano encima? 

-¿Ukeizado? ¿Qué puñetas significa eso? ¡No te inventes palabras! 

-¡Significa pasivo! ¡Y los pasivos son provocadores natos para los activos! 

-¡Qué machista! 

-¡Es verdad! ¡Ponle la mano encima y te juro que no te vuelvo a hablar en la vida! 

-¡Oh, qué miedo! 

-¡Lo haré, en serio! Sabes que me enteraré en cuanto pase algo. Lo sabré enseguida. - en eso tenía razón. ¿Quién me mandaría a mí buscarme un nuevo Muñeco experto en la manipulación de la mente? 

-De acuerdo, de acuerdo. 

-¿Lo juras? 

-¿No has dicho que mi palabra te vale mierda? 

-Sí… ¡Bueno, lo has dicho! Ya no puedes echarte atrás. - suspiré. 

-¡Qué no, pesado! - Andreas por fin cerró la bocaza, pensativo. ¡Vaya! Si hasta parecía habérselo creído.

-Oye… ¿No te has pasado un poco con él? 

-¿Qué? 

-Ya te he dicho que he oído todo. Le has soltado un sermón del quince. Si es sensible lo habrás destrozado. 

MUÑECO By SaraeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora