En las profundidades de los sueños de Elira, un dragón la visita noche tras noche, un presagio de un destino desconocido. Intrigada por este vínculo, se aventura en busca de respuestas para estas insistentes visitas, pero tan solo logra descubrir un...
El siguiente texto contiene información sobre las diferentes criaturas que existen en Gianeth. Ha sido traducido e ilustrado por Neyra, "La mujer de la Tierra". La cuál dedicó su sagrada vida a investigar sobre estos seres que abundan en nuestros bosques, océanos y cielos.
Que en la gloria de los Nueve halle descanso.
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Arañador (No apto para personas con fobia a las arañas)
El Arañador es una criatura fascinante que se oculta en los rincones más oscuros de los bosques frondosos y antiguos. Su aspecto combina características de arácnidos y serpientes, creando una imagen que inspira pavor absoluto.
El Arañador se desplaza con una agilidad y velocidad sorprendente.
Su cuerpo está cubierto de un pelaje grueso y oscuro que se asemeja al musgo que crece en los troncos de los árboles. Sus ojos brillan con un resplandor ámbar y sus largas patas se extienden como ramas retorcidas en todas direcciones. La cola, que es la parte más sorprendente de esta criatura, comienza justo encima de su espinerete y se extiende hasta formar la cabeza de una serpiente.
Mis recientes estudios muestran que esa cabeza tiene un veneno letal para según qué criatura. Es extremadamente potente y puede paralizar a sus presas en cuestión de segundos. Utiliza esta habilidad para cazar y defenderse de cualquier amenaza que se atreva a invadir su territorio, pero rara vez ataca a los seres humanos a menos que se sienta en la alta necesidad de defender su territorio o en el caso de las hembras, por estar en época de celo o en el cuidado de las crías.
Su tamaño es veinte veces más grande que una tarantula normal, se puede asemejar al tamaño de un caballo sin problemas.
Los habitantes de Gianeth han aprendido a respetar al Arañador y a mantenerse alejados de su territorio, sabiendo que es mejor no perturbar a una criatura tan majestuosa y peligrosa a su vez. Aquellos que tenemos la suerte de verlo de lejos consideramos su encuentro como una bendición de la naturaleza, un recordatorio de la belleza y la maravilla que se esconde en estos bosques.
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