[...]Servir en el ejército es mucho más que portar un uniforme; es adoptar una vida de sacrificio y dedicación, sabiendo que su labor asegura la libertad y la paz de su pueblo. [...]
El ejército de Gianeth se organiza bajo una estructura que refleja la disciplina y el honor de sus miembros. En el mayor alto rango, se encuentra el Comandante, el líder supremo del ejército. Encargado de tomar decisiones cruciales. [...] Justo debajo, los Tenientes, que actúan como los brazos ejecutores del Comandante, supervisando y asegurando las estrategias. [...] A un nivel más cercano al combate directo, los Líderes de Pelotón dirigen a pequeños grupos de soldados. Aseguran que cada misión se cumpla con éxito. [...] Los Sargentos, garantizan la disciplina y la formación de las tropas. Por último, los Soldados Novatos, son la sangre nueva del ejército. [...]
La habitación que Cayden ha elegido para mí es bastante acogedora. Mucho más pequeña que la de él, pero al menos, está cerca de la suya.
La cama, sencilla y grande, está cubierta por un edredón de un color canela apagado que parece absorber la escasa luz que se filtra a través de las pequeñas ventanas que dan a un exterior melancólico. Es más oscura que la de él pero las lámparas de aceite en la mesita de noche proporcionan la única fuente de iluminación entre estas piedras negras.
El resto de la habitación es modesto: una pequeña chimenea en la pared opuesta a la cama, un par de sillas de respaldo alto junto a una mesita redonda y, sobre la mesa, hay un jarrón de barro con rosas brillantes que acaban de cambiar hace no mucho.
Algo peculiar de Cayden es que nunca se enteraba de cuáles eran mis flores favoritas, o no me prestaba la suficiente atención. Siempre buscaba las más exóticas como las rosas o las dalias, pero yo era tan sencilla como una simple amapola.
Me remuevo en mi asiento, justo en la esquina de la cama, siento una ligera incomodidad en este lugar que no me permite dejar de pensar. No es mi hogar y entiendo que, una parte de mí, nunca esté tranquila porque ya no tengo uno. Solo Evander, y que esté ahí fuera entre tantos sureños salvajes y una guerra que pende de un hilo para explotar como los fuegos artificiales de Kalym, no me lo pone nada fácil.
Me levanto en cuanto escucho la puerta de mi nueva habitación crujir de nuevo. Le echo un último vistazo al baúl grande que hay justo a mi lado y trago saliva con dificultad.
Si esto sale mal, no me lo perdonaré en la vida.
—Discúlpeme, Señorita Harlow. Es muy complicado buscar hortensias en este lugar —dice con la respiración agitada. Sus mofletes regordetes están colorados, seguramente haya corrido mucho para poder conseguir esa flor que sé de primera mano que no nace en el Sur debido a las temperaturas. Cortesía de mamá. —He podido encontrar flores de azulina, que son muy similares, y creo que ellas resaltarán mucho su vestido burdeos de la misma forma.
Sí. Llevo un vestido. El cual ha sido idea de Cayden, según ella. Luchar contra Edith no ha sido tarea fácil, llevamos poco tiempo conversando pero ya se que lo que se le meta en la cabeza, se queda ahí hasta que lo consiga.
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Balada de sangre y fuego
FantasyEn las profundidades de los sueños de Elira, un dragón la visita noche tras noche, un presagio de un destino desconocido. Intrigada por este vínculo, se aventura en busca de respuestas para estas insistentes visitas, pero tan solo logra descubrir un...