-Tendremos que mantenernos vigilantes. En guardia. Ya ocurrirá algo. -Miró a Jungkook a los ojos-. Tiene que ocurrir.
No había discusión respecto de aquel punto. Jungkook deslizó la mano libre sobre los dedos de Jimin y le sujetó la mano contra su manga.
Caminaron varios minutos en silencio, hasta que Jungkook le preguntó:
-¿Estás emocionado por la perspectiva del baile de Minnie?
-Claro que sí. -Jimin le dirigió una mirada fugaz-. Entiendo que es un honor haber sido invitado. Como has visto la señora Chadwick y Angela están como locas. Respecto a Henry, sólo espero que el asombro lo supere. En cambio Edmond no quedará impresionado; estoy seguro de que vendrá, pero dudo que ni siquiera un baile ducal tenga peso suficiente para bajarle los humos.
Jungkook tomó nota mentalmente de mencionarle aquello a Minnie.
Jimin lo miró con el ceño fruncido.
-¿Vas a acudir tú?
Jungkook levantó las cejas.
-Cuando Minnie da una orden, todos obedecemos al instante.
-¿Tú también?
-Es el esposo de Diablo. -Al ver el persistente ceño de Jimin, explicó-: Diablo es el jefe de la familia.
Jimin volvió la mirada al frente y formó un «oh» con los labios. A las claras se veía que seguía confuso.
Jungkook torció los labios en una mueca irónica.
-En el carruaje de Minnie había otras dos omegas, cuando se detuvo para invitarnos. -Miró a Jungkook-. Supongo que también eran de la familia Jeon.
Jungkook mantuvo la expresión impasible.
-¿Cómo eran?
-Eran mayores. Una tenía el pelo oscuro y hablaba con acento francés. La presentaron como la Viuda.
-Es Elena, Duquesa viuda de St. Jeon, la madre de Diablo. -Su otra madrina.
Jimin asintió.
-La otra tenía el pelo castaño y era alta y regia... se llamaba Lady Horatia.
El semblante de Jungkook se tornó grave.
-Es mi madre.
-Oh. -Jimin se volvió hacia él-. Tanto tu madre como la viuda fueron muy... amables. - Volvió a fijar la vista al frente-. No me di cuenta. Minnie y las otras dos omegas, parecían estar muy unidas.
-Y lo están. -El tono de Jungkook iba teñido de resignación-. Muy unidas al omega de Diablo. La familia entera está muy unida.
Tras formar otra «oh» con los labios, Jimin volvió a mirar al frente.
Jungkook lo observó de reojo para estudiar su perfil, y se preguntó qué impresión se habría hecho de su madre, y qué impresión se habría hecho su madre de él. No porque esperara resistencia alguna en aquel frente; su madre aceptaría al omega que había escogido con los brazos abiertos. Y también con gran cantidad de información secreta y con consejos demasiado agudos. Dentro del Clan de los Jeon las cosas funcionaban así.
Ahora estaba seguro de que la resistencia de Jimin era en parte debido a una profunda necesidad de compromiso para con la familia, estaba seguro de que aquello formaba parte del muro que se interponía entre él y el matrimonio. Era un elemento más del problema que él apenas tenía que atajar; lo único que necesitaba era presentarlo a su familia para borrar de golpe una parte del mismo.
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El corazón de un Jeon
RomanceA diferencia de los demás alfas de la hermandad Jeon, Jeon Jungkook nunca quiso verse atado a ningún omega, ya sea hombre o mujer, por muy encantador que éste fuera, y la mansión de su amiga Amarinta le parecía el lugar perfecto para ocultarse de lo...