༺ Capítulo LVI ༻

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Con el sol mostrando los últimos rastros del atardecer desapareciendo completamente bajo el mar, Jimin se colocó la capucha de la capa de su pareja y se preguntó seriamente, si no debería simplemente olvidar la promesa que le hizo a Baekhyun de ir a visitar el mercado y solo volver a su casa en donde estaría calentito gracias a la fogata y los miles de troncos que su tonto esposo partió para él.

En sí, si no fuera por la boca de Hoseok, quien informó sin intención que aquel mercado en el muelle estaría hasta altas horas de la noche tras escuchar a su hermano quejarse, en ese momento no estarían en esa situación y el pelinegro doncel habría hecho esperar a Baekhyun hasta el otro día.

Con todo lo que había sucedido en la casa del abuelo Gook-Hwan con esos invitados indeseados un tanto arrogantes y desagradables del clan Hwang, unos más que otros, Jimin realmente no tenía deseo alguno de encontrarse con ninguno de esos idiotas, en especial con el tal Min-Hyuk, pero Bae siendo él mismo y completamente ajeno a los problemas del Clan Min, por supuesto que simplemente insistió molestó hasta que finalmente irritó al pelinegro doncel y terminó aceptando.

Aprovechando que Yoongi se había aparecido para cenar, Jimin le informó de su salida a su esposo, quien al igual que él no creyó que sería buena idea salir con los miembros de un clan desconocidos rondando por ahí, especialmente cuando no podría estar a su lado por estar ordenando a sus hombres para que vigilaran y patrullaran bien todo el territorio ante la presencia de forasteros.

Y aunque Jimin lo comprendía, no se iba a quedar encerrado en su casa simplemente porque había personas desagradables en el clan. Pasando la mayor parte de su vida tratando con idiotas, el pelinegro doncel podía tratar con ellos, lo cual no era algo del agrado del guerrero.

Aquello los llevó a una pequeña discusión ante sus diferentes opiniones, donde Jimin quería salir asegurando que podía cuidar de sí mismo y los demás, y Yoongi deseaba que se quedara en casa o le esperara, porque no tenía por qué estar cuidando de sí mismo si lo tenía a él para sufrir los golpes y defenderlos.

Fue una discusión tan estúpida, con argumentos tontos que revelaban cuanto se preocupaba Yoongi por él, que al final el guerrero lo terminó con un beso y cediendo solamente si uno de sus hombres iba con ellos en su reemplazo.

Y bueno, Jimin podía ser un terco de primera, pero no era un completo idiota, especialmente cuando los cuidados y protección de su esposo eran tan malditamente sinceros.

Fue de esa forma que terminaron finalmente saliendo de casa con la partida de Yoongi, con su hermano siendo todo sonrisas por conocer un mercado y con Hobi siendo una cosita sonrojada cada vez que compartía una mirada con Jackson, el guerrero que envió su tonto esposo con ellos, y quien parecía que no podía quitar sus ojos del joven esclavo.

Eran tan obvios que llegaba ser demasiado dulce de admirar para Jimin.

Cuando finalmente llegaron al muelle, el pelinegro doncel se sorprendió un poco de apreciar como aquellos pequeños puestos que recorrió durante el día unas pocas veces en sus visitas, ahora se habían extendido hasta por la orilla de la playa, colocando la suficiente distancia como para que el agua del mar no les llegara y aun así, las personas pudieran caminar libremente.

—Esto es más grande que durante el día —comentó en voz alta.

—Es por los forasteros —anunció Jackson—. Como el jefe Namjoon no quiere que ese clan se adentre al pueblo más de lo necesario, es que le permitió a los mercaderes que se colocaran a lo largo de toda la costa hasta altas horas de la noche para que les proporcionara al clan Hwang todo lo necesario —explicó.

Y eso realmente era un movimiento inteligente, digno de la cabeza de su cuñado. De esa forma, ambos iban a estar ganando, tanto los mercaderes como ellos, al mantener a esa gente fuera de sus tierras tanto como se pudiera.

༺ Wild Breeze ༻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora