༺ Capítulo LIX ༻

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A pesar de que supuestamente estaban celebrando, en realidad, la mayoría de los miembros del clan Min, por no decir cada habitante, no se encontraba festejando en todo su esplendor como veces anteriores. Sí, todos conversaban y reían disfrutando del momento, pero eso era todo.

Para aquellos que no conocían el clan Min podría no ser algo obvio, como los miembros mercaderes y los del clan Hwang, pero para Jimin era un gran cambio que sus ojos no dejaban pasar.

Alejando su mirada de aquellos que se encontraban bailando y riendo frente a las fogatas, más forasteros que nada, el pelinegro doncel miró hacia su esposo, quien con expresión severa observaba a todo el mundo, alerta, al igual que Namjoon y Jungkook.

—¿Qué clase de fiesta es esta realmente? —preguntó—. Sé que anunciaron la pronta boda de Jungkook y Taehyung, pero hasta ellos parecen tensos observando —indicó.

Aquellos oscuros ojos observaron en su dirección y luego su gran cuerpo se inclinó más cerca.

—Namjoon quería que los miembros de nuestro clan estuvieran al tanto de la situación —señaló con la mirada a todos los forasteros—. Pueden estar aquí, pero ninguno de ellos es realmente bienvenido.

—¿Y por qué no simplemente decirlo?

—Mantener las relaciones firmes —anunció el abuelo Min, quien estaba sentado al lado de Yoongi, escuchando—. A diferencia del antiguo jefe del clan, Namjoon no está interesado en ganar enemigos innecesarios ni crear discordia entre clanes. Mucho menos ahora que espera a su primer hijo.

Comprendiendo, Jimin asintió despacio y dirigió su vista hacia su hermano, tan pronto como contempló a Baekhyun riendo estúpidamente alrededor de ChanYeol, con este sin apartar sus ojos de él, dejó escapar un frustrado suspiro.

—¿Quién demonios dejó que bebiera cerveza? —refunfuñó.

—Yo iré por él —anunció su esposo.

—Déjenlo que disfrute, es una fiesta —indicó el abuelo Min—. Y tú también has estado bebiendo —observó a Jimin.

—Sí, pero no a ese punto —señaló a su hermano—. Y Yoongi me deja comida en el plato cada vez que cree que no le observo.

—Y lo seguiré haciendo. Quiero que estés sano esta noche —expresó.

Y su intensa mirada, estremeció suavemente a Jimin e hizo que, instintivamente, apretara sus piernas juntas.

—Puedo decir lo mismo.

Yoongi le sonrió en respuesta, y a diferencia de otras sonrisas, esa fue lenta y totalmente seductora.

—Créeme, no me perderé esta noche.

Sintiendo calor tanto en su rostro como cuerpo, Jimin observó hacia el frente y contempló a aquellas personas que viajaron con los mercaderes bailando libre y sensualmente alrededor del fuego, con una escasa ropa cubriendo sus cuerpos que llamaba la atención de todo el mundo.

—¿No les da frío bailar con eso?

—Lo hacen para llamar la atención de las personas que han elegido para pasar la noche —respondió Gook-hwan—. Su estilo de vida no tiene reglas, y a pesar de que no soy fan particularmente de ninguno de ellos, tampoco es como si hicieran el mal al tener un estilo de vida diferente —expresó.

—Al menos, bailan bonito —comentó.

Era realmente cautivador la forma en que movían sus cuerpos tan libremente sin dejar de ser sensual y a la vez hermoso.

Tomando un trago de su cerveza, la mirada de Jimin se fijó en la forma en que movían sus caderas tan sueltamente, llamando la atención con todos aquellos adornos de cadenas y joyas alrededor de sus cuerpos que tintineaban con cada movimiento.

༺ Wild Breeze ༻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora