༺ Capítulo XXV ༻

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Sentado frente al fuego luego de un largo baño con agua caliente y haber disfrutado de dos platos con caldo de pollo en perfecto estado, Jimin disfrutaba del bendito calor cubriendo cada parte de su cuerpo después de casi morir congelado.

Cuando un estornudo interrumpió su pacífico momento, el doncel se quejó y sorbió su nariz.

—Ahg, alguien debería de poner una advertencia sobre no bañarse en esas aguas para los nuevos como yo —se quejó, abrigándose mejor con la manta.

Pero sin importar qué tanto cubriera su cuerpo, Jimin sabía perfectamente que eso no serviría para ocultar los síntomas que estaba presentando.

Los estornudos y mocos ya era una gran advertencia de que iba a caer en cama si no hacía algo al respecto, pero el clan Min parecía que no tenía un curandero y estúpidamente había abandonado todas sus hierbas en el bosque.

Sorbiendo su nariz, el doncel se levantó y se dirigió hacia la ventana para abrirla un poco.

El atardecer ya había comenzado a caer, lo que significaba que si se iba en ese momento, podría alcanzar con aquella luz recuperar su bolso con hierbas y de paso, también evitaría encontrarse con el su estúpido esposo que lo llamó puta.

Puta.

Jimin aún no podía creer que Yoongi lo hubiera tratado como una cualquiera por algo que él no podía controlar.

¿Acaso era su culpa que su ropa se hubiera apegado a su cuerpo y mostrara todo?

Como si realmente pudiera pensar en ello cuando un niño de unos cuatro años se estaba ahogando.

Al menos agradecía que el estúpido hubiera tenido la conciencia de ayudarle a entrar en calor, pero de igual forma... Hubiese preferido no tener nada de su ayuda.

Siendo apartado junto a su madre en esa pequeña choza en el límite del terreno del clan Park, Jimin había tenido que aprender a sobrevivir con la ayuda de su madre y su hermano Taeyang, quien afortunadamente no resultó ser un desgraciado sin corazón como su padre.

Claro que este nunca lo ayudó abiertamente, más bien fue encuentros casuales donde le enseñaba algún truco por temor a lo que SiWon pudiera decir. Ya más grande, cuando se convirtió en un guerrero y su madre dejó ese mundo, que no se ocultó más a la hora de ayudarle.

Solo que... Para ese momento, Jimin ya se había acostumbrado a estar solo y a lidiar con sus problemas sin ayuda de nadie, por lo que no, no necesitaba la ayuda de Yoongi, ni la de SeHun ni nadie para sobrevivir.

Cerrando la ventana, el doncel se quitó las mantas de sus hombros y la dejó descansar en la cama.

Sus ojos viajaron al montón de ropa húmeda que Yoongi había dejado abandonada en el suelo e inevitablemente, recordó aquella oscura mirada recorriendo todo su cuerpo, observándole con... Aprecio, con calor.

Por muy enamorado que Yoongi podría estar de otro doncel, tal parecía que eso no quitaba el hecho que su cuerpo podía reaccionar y calentarse por otra persona.

Y aunque admitía, solo para sí mismo, que se había sentido algo bien el ser sostenido por su firme cuerpo y disfrutar de su calor, no iba a permitir que algo tan bajo como la lujuria jugara con él.

Si Yoongi tenía deseos de follar con alguien, muy bien podría buscarse a una puta o un esclavo del placer, pero no le daría ni una sola probada suya.

Cogiendo una capa, Jimin se la colocó y enredó su largo cabello oscuro en una trenza antes de colocarse la capucha de esta.

Saliendo de su habitación, ignoró a ambas mujeres que le observaron en silencio y abandonó la casa.

༺ Wild Breeze ༻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora