Comiendo uno de los deliciosos chocolates que su tonto esposo le había regalado, Jimin emitía unos dulces ruiditos que prácticamente sonaban como pequeños gemidos de placer puro ante el dulce sabor que se derretía lentamente en su lengua.
Cerrando sus ojos, el pelinegro doncel se deleitaba comiendo felizmente, pasando su lengua por sus gruesos labios para quitar cualquier rastro dulce que se le podría haber escapado, dejando un atractivo camino brillante en ellos.
—Estás siendo malvado —expresó una divertida voz a su costado.
Abriendo sus ojos, Jimin contempló a su joven amigo observarle con cierta diversión.
—¿Por qué dices eso, Hobi? —preguntó lo más inocente que pudo.
Hoseok resopló divertido y llevó su mirada hacia el frente, justo donde Yoongi se encontraba partiendo troncos para el fuego. Aunque claro, con lo que estaba haciendo el pelinegro doncel, tal parecía que era difícil para el guerrero concentrarse en su tarea, a juzgar por la cantidad de madera que había reunida en el suelo.
Observando en la misma dirección, una sonrisa divertida y un tanto traviesa se estiró entre sus gruesos labios al encontrarse con la mirada de su pareja.
Yoongi entrecerró sus ojos en él y luego siguió haciendo lo suyo, trabajando incómodamente con cierto bulto en sus pantalones que el guerrero ni siquiera se esforzaba en ocultar, lo cual motivaba aún más a Jimin a seguir con lo suyo.
Era... Un sentimiento atractivo, el ser capaz de hacer reaccionar de tal forma a alguien como Min Yoongi y que este, en vez de ocultarlo, mostraba orgullosamente lo que provocaba en su cuerpo.
—Desde que me levanté de la cama que me di cuenta de que estás coqueteando con el señor Yoongi, dejando al pobrecito con una erección cada vez que están juntos —comentó divertido—. Incluso ahora, a pesar de que está cortando leña luego de que se ofreciera a hacerlo tras escucharte decir que quedaba poca, lo estás provocando de esta forma —indicó.
Sonriendo, Jimin comió otro trozo de chocolate sin negar nada.
Desde aquel beso que ambos compartieron en la mesa, el doncel se había estado entreteniendo, tentando a Yoongi, logrando desesperarlo lo suficiente como para que suplicara por una probada de sus labios.
A veces, Jimin se la negaba besando simplemente la comisura de sus labios, otras, permitía que el guerrero devorara completamente de su boca, dejando su sabor y esencia en él.
Y cuando estaba realmente de buenas, incluso le permitía al guerrero a tener una caricia de su cintura directamente en su piel o un leve contacto de su entrepierna.
Por supuesto, siempre cortaba todo antes de que fuera demasiado lejos, dejando a ambos con sus cuerpos ardiendo, especialmente a su tonto esposo. Y Yoongi en vez de quejarse o mostrar disgusto, aceptaba todo como un guerrero.
Aunque claro, el idiota se desquitaba en la noche, apresándolo con su cuerpo, abrazándole firmemente y apoyando su duro eje en su trasero, pero sin hacer o decir nada al respecto, solo tentando a Jimin de esa forma.
Y por supuesto, que durante el día tomaba otras oportunidades para tentarlo con su cuerpo, mostrándole el atractivo de tener un firme cuerpo musculoso.
Sip, Jimin estaba siendo malvado, pero era obvio que su tonto esposo le respondía a su manera. Y ese excitante juego de tira y afloja le encantaba al doncel, ya que siempre terminaba con Yoongi revelándole cuánto le deseaba a él y no a nadie más.
—¿Qué ocurrió ese día que me quedé en cama? —preguntó el joven esclavo, curioso.
Una pequeña sonrisa se estiró entre los labios del pelinegro doncel y solo le cerró un ojo en respuesta a su joven amigo.
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༺ Wild Breeze ༻
FanfictionUn matrimonio no deseado y un triángulo amoroso en el que no estaba incluido nunca han sido una buena combinación. El doncel Park Jimin no es el joven más feliz del mundo cuando su padre, el jefe del clan Park y un hombre que lo odiaba irracionalme...