༺ Capítulo XXXIII ༻

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—¿Dormiste mal? —preguntó Hoseok repentinamente.

Alzando la cabeza, Jimin observó con ese profundo ceño fruncido con el cual se había levantado, como su ahora esclavo servía su desayuno frente a él.

—¿Por qué crees eso? —preguntó.

En silencio, el joven esclavo alzó su mano y tocó suavemente entre sus cejas, revelando el gesto que el doncel había mantenido desde la noche anterior.

—No has estado precisamente muy feliz desde que llegué —expresó, observándole inquieto—. ¿Querías que otro esclavo te atendiera? —preguntó decaído.

Observando a Hoseok, Jimin finalmente soltó un profundo suspiro y pasó sus manos por su rostro.

—Está bien, sabes que eres el único esclavo que me agrada de aquí —le recordó, finalmente relajando su rostro—. Y antes de que preguntes, no estoy así por ti, es por mi tonto esposo —aclaró.

—¿Tu esposo? —preguntó, inclinando ligeramente su cabeza como si estuviera confundido.

—Sí —asintió y señaló la silla frente a él—. Sirve tu desayuno y siéntate conmigo, es triste comer solo —expresó.

—Gracias —exclamó el menor, inmediatamente preparando su comida frente a Jimin.

—Sírvete la misma cantidad que me has servido a mí —indicó el doncel al contemplar la comida del joven esclavo—. Solo somos nosotros tres en esta casa y Yoongi rara vez viene por las tres comidas del día, ni siquiera se queda a desayunar —expresó.

—Pero...

—Solo hazlo —bufó Jimin, tomando un trozo de pan recién horneado.

Cuando contempló al Hoseok levantarse rápidamente para seguir con su pedido, una pequeña sonrisa tiró de sus labios.

—Muchas gracias por la comida —anunció Hoseok antes de comenzar a comer—. ¿Qué es lo que te molesta de tu esposo? —preguntó—. Pensé que estaba cambiando para bien.

—Precisamente por eso —indicó frustrado—. De un día para otro simplemente comenzó a interesarle las cosas que estaba haciendo, lo que hacía durante el día, quienes me molestaban, lo que me faltaba —expresó—. Empezó a mirarme y prestarme atención.

Una gran sonrisa creció en el rostro de Hoseok con ello.

—Tal vez sea que le gustas —indicó el joven esclavo.

—Imposible —bufó el doncel—. Ese tonto solo tiene ojos para Taehyung —declaró.

Recordando a la perfección todo lo que había sucedido el día anterior.

—Pero... Creo que el señor Yoongi ha mirado más por ti que lo ha hecho por ese doncel últimamente —comentó.

—No es necesario mentir para hacerme sentir mejor.

—Solo digo la verdad —prometió—. He estado trabajando en ese lugar mucho antes de que llegaras, presencie miles de veces como el señor Yoongi acompañaba a Taehyung cada día, pero desde tu llegada que eso ha ido cambiando de a poco —aclaró.

—Por favor, no podría ni decirte cuantas veces me dejó de lado para ir con él —comentó aparentemente desinteresado, pero había un deje irritado en su tono en esta ocasión.

—Pero eso cambió —aseguró Hoseok—. Poco a poco, el señor Yoongi dejó de presentarse tan seguido a la casa de su abuelo hasta el punto en que si no le llama, no va —prometió—. Las pocas veces que se ha encontrado con ese doncel, ha mantenido su distancia.

༺ Wild Breeze ༻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora