༺ Wild Breeze ༻

༺ Capítulo LXIII ༻

Tras entrar en la habitación que Namjoon compartían con el doncel, Jimin observó a SeokJin y sus labios se torcieron en una mueca al comprender la preocupación de su cuñado.

Semi acostado en la cama, con un montón de almohadas para ayudarle a apoyar su espalda, un cubo de madera yacía entre los brazos del doncel y un rostro pálido se mantenía cabizbajo. Al sentirle, SeokJin alzó su cabeza e hizo su mejor intento de darle una sonrisa.

—Te ves mal —comentó, internándose en la habitación.

—Creo que puedo saberlo por como Namjoon se agita a mi alrededor —respondió el doncel con rostro cansado.

—¿Qué tan mal la estás pasando?

—Mal —suspiro.

—No ha podido mantener nada en su estómago —comentó otra voz.

Siguiéndola, Jimin se encontró con la esclava que SeokJin tomó para mantener a su lado.

—Eso es cierto —apoyó Namjoon, quien se había quedado en la habitación—. Todo lo que le he intentado dar, lo vomita, no sirvió de nada lo que dijo el sanador —se quejó.

Sin poder mantenerse lejos de su pareja, el jefe del clan se acercó a la cama y apartó esas almohadas de su camino para reemplazarlas con su cuerpo. Sentándose detrás de su doncel, lo atrajo para que recargarse su espalda en su pecho.

—¿Qué fue exactamente lo que dijo el sanador? —indagó Jimin.

—Que era normal —contestó el otro doncel con su nariz arrugada.

—También revisó su marca y dijo que se veía bien y sana —añadió Namjoon.

—De acuerdo, ¿qué síntoma es el que te molesta más de momento?

—El vómito y las náuseas —se quejó SeokJin, abrazando con más fuerza el balde—. Trabajan en conjunto, si huelo algo que me da asco, inmediatamente lo vomito.

—Sé que el sanador dijo que era normal que algunos donceles sufrieran de síntomas más fuertes las primeras lunas del embarazo, pero... Se ve muy mal —comentó Namjoon, corriendo los rubios mechones del rostro de su pareja.

—¿Y no te dio nada para calmar los síntomas? —cuestionó.

La expresión de SeokJin se arrugó en disgusto y observó en una dirección en específico. Siguiendo la mirada, el pelinegro doncel contempló a la joven esclava moverse para tomar un cuenco y luego acercarse, mostrándole una extraña papilla en el interior.

—El sanador me enseñó a preparar esto, dijo que le ayudaría —explicó DaHyun.

—Supuestamente debo de comerlo, pero el olor me da asco y la sensación cuando está en mi boca solo me hace vomitarla junto a lo poco que sí logré comer —se quejó SeokJin.

Entregando la papilla a la esclava otra vez, Jimin buscó en su bolso y tomó el ungüento primero.

—Ten, esto es para ti —anuncio entregándole el frasco a la esclava—. Lava tus manos con agua tibia antes de colocártelo, en unas cuantas lunas el dolor y las marcas de quemadura irán desapareciendo —indicó.

—Pero... Yo... —balbuceo la pequeña chica pelinegra.

—Está bien, SeokJin la pidió para ti. Tienes que estar bien para que le puedas atender correctamente —le recordó y luego fue hacia la pareja—. Tengo algo que podría ayudarte —anunció.

—¿Qué es? —cuestionó Namjoon rápidamente.

—Vi un par de plantas en el bosque que te podrían ayudar con los malestares de SeokJin, en este momento solo tengo una muestra en mi bolso, pero él necesitaría mucho más para sentirse mejor.