༺ Capítulo VII ༻

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Jimin pocas veces había tenido la experiencia de estar con el mundo al revés.

Lo había hecho él mismo unas cuantas veces colgándose de la rama de un árbol cuando era pequeño y tal vez otras pocas siendo más grande para conseguir algo de comida, pero existía una diferencia entre hacerlo por su propia cuenta y tener el control de ello, a que otra persona lo estuviera haciendo por él.

Si tan solo no se hubiera descuidado, si hubiese prestado un poco más de atención, entonces en ese momento no estaría siendo cargado como si no fuera más que un saco de papas, con su estómago recargado en el fuerte hombro de Min Yoongi mientras que la parte superior de su cuerpo colgaba hacia abajo, provocando que todo estuviera al revés.

Definitivamente era un sentimiento distinto.

—¿Me bajas? —preguntó, y en cambio su cuerpo solo fue acomodado.

—¿Por qué? ¿Temes estar demasiado pesado como para que te pueda sostener? —se burló.

—Vaya, no pensé que el peso de un doncel, que son conocidos por ser pequeños y delgados, sería una gran carga para el grandioso Min Yoongi, el despiadado guerrero que monta en la cabeza de un dragón —se burló, cruzando sus brazos desde su posición.

—Realmente tienes una boca ahí que deberías de aprender a cuidar —gruñó Yoongi.

—Lo mismo puedo decir, y no me ves quejándome al respecto —resopló.

—¿Quieres caminar? Bien, hazlo por tu propia cuenta —espetó y lo bajó.

Observando al guerrero frente a él, Jimin ni siquiera esperó a que este abriera su boca para advertirle que no se alejara antes de que ya se encontrara corriendo lejos otra vez.

Pero en vez de ir directo a su destino, el doncel pelinegro intentó perderse entre los otros habitantes del clan Min y entonces se dirigió hacia el muelle, pero no al mismo por el cual habían llegado, sino que uno más apartado y oculto que el espía de su hermano le había descrito.

—No preguntes nada y solo corre —gritó hacia Seung-hyo, quien le esperaba.

Pero cuando este no se movió, Jimin ni siquiera tuvo que observar sobre su hombro para saber por qué no lo había hecho.

Por lo que cuando unas manos grandes y fuertes se apoderaron de su cadera, el doncel en vez de gritar solo maldijo todo enfurruñado y entonces su mundo estaba de cabeza otra vez.

—Listo, no volverás a bajar hasta que lleguemos a la casa de mi abuelo —decidió con un tono molesto—. Maldición, ¿cómo puedes correr tan rápido? —se quejó acomodándolo sobre su hombro.

—Gracias —respondió el doncel sin dejarse afectar por el tono molesto.

—No fue un cumplido —gruñó—. ¿En qué pensabas? ¿Qué no podría atraparte?

—Estuviste cerca de no hacerlo —indicó y se enderezó para observar a Seung-hyo—. ¿Por qué no me dejas ir simplemente? —preguntó—. Tú no quieres este matrimonio, yo tampoco, no hay razón para cumplir con lo que han decidido otras personas por nosotros —expresó.

—Así no funcionan las cosas —espetó Min, volviendo a caminar.

—¿Pero por qué otros deben de decidir por nuestros destinos cuando somos lo suficientemente grandes y capaces para hacerlo nosotros mismos? —se quejó—. Solo piénsalo, me bajas y yo me iré en ese barco lejos de aquí y nunca sabrás de mí otra vez —intentó convencer.

—Tu padre te mandará de vuelta —negó Yoongi.

—¿Quién dijo que volvería al clan Park? —expresó, logrando que Yoongi se detuviera—. No soy un idiota, sé que tan pronto como pise esa tierra, mi estúpido padre me mandará de vuelta, por lo que iré a otro lugar —explicó.

༺ Wild Breeze ༻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora