Barcelona despertaba con el sol reflejándose en las aguas del Mediterráneo, anunciando un nuevo día lleno de posibilidades. Sin embargo, para Alexia y Elena, la mañana traía consigo pensamientos persistentes y preocupaciones latentes.
En su departamento moderno y minimalista, Alexia se encontraba en la cocina, preparando su desayuno. La luz de la mañana se filtraba por las ventanas, iluminando su rostro pensativo. Desde la noche de la gala, no podía dejar de pensar en Elena. Había algo en ella, algo que iba más allá de su belleza exterior, algo que la intrigaba profundamente. Mientras vertía el café en su taza, recordó la intensidad de la conversación en la terraza, cómo las palabras habían fluido con tanta facilidad, y cómo los ojos de Elena parecían esconder una historia que Alexia estaba decidida a descubrir.
Terminó su desayuno y se dirigió al estadio para el entrenamiento matutino. Durante la práctica, sus compañeras notaron que estaba más concentrada de lo habitual, pero en su mente, Alexia seguía repasando cada detalle de su encuentro con Elena. Cada pase y cada tiro al arco eran mecánicos, su cuerpo en movimiento mientras su mente vagaba por los recuerdos de la gala. En un descanso, mientras bebía agua, sus pensamientos volvieron a la mirada preocupada de Elena cuando recibió la llamada. Alexia sabía que había algo más detrás de esa preocupación, algo que quería entender y, si era posible, ayudar a aliviar.
Después del entrenamiento, Alexia se dirigió a los vestuarios, donde se encontró con su amiga y compañera de equipo, Irene. Irene, siempre perceptiva, notó que Alexia estaba más pensativa de lo habitual.
"Pareces tener algo en mente," comentó Irene mientras se cambiaban. "Has estado más callada de lo usual."
Alexia sonrió levemente, decidiendo abrirse un poco. "Conocí a alguien en la gala. Una doctora, Elena. No puedo dejar de pensar en ella."
"¿Doctora, eh? Eso suena interesante," respondió Irene con una sonrisa pícara. "¿Y qué es lo que te tiene tan intrigada?"
"No lo sé exactamente," admitió Alexia. "Hay algo en ella. Es fuerte, pero también parece estar lidiando con algo. Quiero conocerla mejor."
"Entonces, ¿por qué no le envías un mensaje? Invítala a salir. No tienes nada que perder," sugirió Irene.
Alexia asintió, considerando la idea, pero la duda se instaló rápidamente. "Es que no quiero parecer demasiado insistente, además no tengo su contacto. No sé si debería buscarlo."
Irene la miró con comprensión. "A veces hay que arriesgarse un poco, Alexia. No pasa nada por mostrar interés."
"Lo sé, pero... No estoy segura," dijo Alexia, mordiéndose el labio. "Quizás debería esperar un poco más, darle espacio."
Irene pensó por un momento antes de sugerir una idea. "Bueno, si no tienes su contacto, podemos buscarla en las redes sociales. Seguro tiene algún perfil por ahí."
La idea hizo que los ojos de Alexia se iluminaran. "¿Crees que podríamos encontrarla?"
"Vale la pena intentarlo," respondió Irene. "Vamos, vamos a buscar."
Las dos amigas se dirigieron al área común del vestuario, donde se unieron algunas compañeras más del equipo, curiosas por saber de qué se trataba. Pronto, todas estaban involucradas en la búsqueda. Comenzaron revisando las redes sociales más populares: Facebook, Twitter, LinkedIn, pero no lograban dar con ella.
"No puede ser tan difícil encontrar a una doctora en Barcelona," dijo Irene, frustrada.
"Quizás probemos Instagram," sugirió otra compañera, Ona. "Ahí la gente suele tener más fotos y puede ser fácil reconocerla."
ESTÁS LEYENDO
Ecos de Amor - Alexia Putellas
FanfictionAlexia Putellas, una destacada futbolista, y Elena, una talentosa cirujana, se encuentran en una gala de caridad y se enamoran rápidamente. Sin embargo, sus vidas llenas de secretos y responsabilidades ponen a prueba su relación. Juntas, luchan por...