Hola! Adelante el capitulo porque mañana no podre actualizar😥 Gracias por estar aquí 💖
Alan.
La boda fue pequeña y privada, celebrada en el majestuoso salón principal del castillo de Algabria. La luz de las velas iluminaba suavemente el ambiente, creando un aura de intimidad y solemnidad. Las paredes de piedra antigua, adornadas con tapices y flores frescas, añadían un toque de elegancia y tradición. Solo unos cuantos reporteros de confianza y nobles del reino de Algabria fueron invitados, susurrando entre ellos mientras esperaban el inicio de la ceremonia.
Los votos, escritos por personal cualificado, dejaban entrever lo grande que (aparentemente) era nuestro amor. Jeff no me dirigió más miradas de las necesarias, su rostro serio y distante. Durante el primer baile como casados, no pensé que extrañaría sus pisadas torpes, pero ahora bailábamos tan lentamente y era tan cuidadoso con sus movimientos que no se presentó ningún incidente. El salón estaba lleno de música suave y murmullos apagados, pero el baile transcurrió en un incómodo silencio que no me atreví a romper. Temía que cualquier palabra pudiera afectar nuestra frágil armonía futura. Nuestro primer encuentro ya había sido lo bastante desastroso.
Al día siguiente, llegó la hora de partir. El cielo estaba nublado, reflejando el estado de ánimo sombrío que sentía. Jeff llegó acompañado de una mujer mayor, quien sería su sirviente personal. Charlie, con su habitual seriedad, insistió en entregarme personalmente una lista detallada de los alimentos que Jeff podía comer, subrayando la importancia de seguirla al pie de la letra. Por lo que entendí, Jeff era alérgico a muchas cosas y si se exponía corría el riesgo de desarrollar una reacción que podría ser sumamente grave.
Cuando llegó la hora de partir, me incliné con respeto ante Charlie y Pete, y me despedí con un abrazo de Babe; quienes me miraban con una mezcla de preocupación y esperanza. Intenté darle la mano a Jeff para ayudarle a subir al carruaje, pero fui completamente ignorado. Sentí una punzada de dolor y humillación, pero me obligué a mantener la compostura.
El carruaje se alejó lentamente, dejando atrás el castillo. A medida que avanzábamos, el paisaje cambiaba gradualmente. Los campos verdes y ondulantes se extendían hasta donde alcanzaba la vista, salpicados de flores silvestres que añadían toques de color al entorno gris. Los árboles, altos y majestuosos, formaban un dosel natural sobre el camino, sus hojas susurrando suavemente con la brisa. De vez en cuando, pasábamos por pequeños pueblos donde los aldeanos nos observaban con curiosidad, sus rostros reflejando una mezcla de respeto y asombro.
El sonido de las ruedas del carruaje sobre el camino de grava y el suave balanceo del vehículo creaban una sensación de monotonía que contrastaba con el torbellino de emociones en mi interior. Miré a Jeff, quien permanecía en silencio, su mirada perdida en el horizonte. Me preguntaba en qué estaría pensando, si acaso compartía alguna de mis inquietudes o si su mente estaba tan distante como su mirada.
El viaje continuó, y el paisaje comenzó a transformarse en colinas más escarpadas y bosques densos. A pesar de la belleza del paisaje, no podía sacudirme la sensación de incertidumbre y vulnerabilidad que me acompañaba desde el momento en que dejamos el castillo.
Mientras el carruaje avanzaba, mis pensamientos se volvieron más oscuros. Recordé nuestro primer encuentro, lleno de malentendidos y tensiones. Me preguntaba si alguna vez podríamos superar esas barreras y encontrar una verdadera conexión. Cada mirada evitada y cada silencio incómodo parecían construir un muro invisible entre nosotros, un muro que temía nunca poder derribar.
El paisaje, aunque hermoso, se sentía como un reflejo de mi estado emocional: vasto, solitario y lleno de sombras. Me aferré a la esperanza de que, con el tiempo, podríamos encontrar una manera de entendernos y al menos convertirnos en aliados.
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Corazones en guerra (AlanxJeff)
FanfictionEn un mundo donde dos reinos han sido enemigos desde tiempos inmemoriales, dos príncipes se ven obligados a unirse en matrimonio por razones políticas. Al principio, sus corazones laten en ritmos discordantes, llenos de odio y desconfianza. Sin emba...