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¡Hola a todos! 🌟

Primero que todo, quiero agradecerles de corazón a todos los que siguen esta historia. 🙏 Por favor, disculpen cualquier error en este capítulo. Este tipo de capítulos siempre me han parecido los más difíciles, así que les pido disculpas de antemano.

Además, quería informarles que mañana no podré actualizar la historia para aquellos que la siguen a diario. Pero no se preocupen, nos veremos de nuevo el miércoles. ¡Hasta entonces! 📚✨


Jeff 

—¡Oh, qué linda pareja! ¿Están recién casados? —dijo la amable señora de la recepción con una sonrisa cálida—. Se ven tan adorables. Tomen, aquí tienen las llaves. Gracias al cielo tenemos agua caliente, apresúrense, no querrán enfermarse.

El vestíbulo del pequeño hotel estaba decorado con muebles antiguos y cuadros de paisajes bucólicos. El aroma a madera y a café recién hecho llenaba el aire, creando una atmósfera acogedora y hogareña.

—La habitación quedará a nombre de... —preguntó la recepcionista, expectante.

Alan y yo nos miramos por un segundo, compartiendo una sonrisa cómplice antes de que él se dirigiera a la amable señora.

—A... Sailub, a nombre de Sailub, por favor —dijo con una sonrisa traviesa.

Tuve que contener el impulso de echarme a reír. ¿De dónde había sacado ese nombre?

—Está bien, ¿si nos quedamos? —pregunté mientras nos dirigíamos a la habitación.

—Sí, es peligroso viajar cuando llueve. No te preocupes —respondió Alan con un tono tranquilizador.

La lluvia golpeaba suavemente las ventanas, creando una melodía relajante. Abrió la puerta de la habitación y, en el momento en que entré, había dado unos cuantos pasos cuando sentí que me tomaba del brazo y me giraba de modo que mi espalda quedó contra la puerta.

—Nu... —me dijo en un susurro ronco, acercando su rostro al mío. Pude sentir cómo su aliento se mezclaba con el mío y todo empezaba a dar vueltas. Comenzó a acariciar suavemente desde debajo de mi oreja hasta mi barbilla, y un escalofrío recorrió mi piel.

En ese momento, mi corazón latía con fuerza. La intensidad de mis sentimientos me asustaba, pero al mismo tiempo, me llenaba de una calidez indescriptible.

—El paso 3... ¿Podemos? —preguntó con voz entrecortada.

Apenas pude asentir antes de que sus labios se unieran a los míos. El beso fue tierno y lleno de emoción, como si ambos estuviéramos tratando de transmitir todo lo que sentíamos en ese instante. Sus labios eran suaves y cálidos, y cada caricia me hacía sentir más cerca de él. Lo extrañaba tanto. Realmente, realmente moría de ganas de besarlo.

El beso se detuvo, pero todavía estábamos cerca, muy cerca. No quería que se acabara. Todos los demás pensamientos se habían esfumado de mi cerebro. Abrí los ojos y susurré:

—Otra vez.

La comisura de sus labios se levanta, y entonces me besa de nuevo. Ahora no tan suavemente. Me suelta la cara y me coge por la cintura y me aprieta contra su cuerpo. Se le escapa un gemido sordo, y ese sonido me vuelve completamente loco. Pierdo el control. Entrelazo las manos alrededor de su cuello y lo beso sin poderme contener. Siento su corazón retumbando junto al mío, su respiración que se acelera, sus brazos que me estrechan con fuerza.

Nos separamos lentamente, y Alan apoya su frente contra la mía, respirando profundamente. Sentía su aliento cálido en mi piel y mantuve los ojos, disfrutando del momento. La habitación estaba envuelta en una suave penumbra, con el sonido distante de la lluvia al caer, creando un ambiente íntimo y acogedor.

Corazones en guerra (AlanxJeff)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora