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Jeff

El plan era simple. Tan simple que resultaba complicado. Por eso recurrí a Way. Él era excepcional en todo lo que hacía, pero su ansiedad y preocupación eran palpables. A pesar de todo, acordamos dejarle una carta a Alan. Sabíamos que era un riesgo, pero también sabíamos que era nuestra única oportunidad. Era un salto de fe, una apuesta desesperada por un futuro en paz.

Sabía que Alan se enfurecería conmigo, pero no tenía otra opción. La única esperanza que me quedaba era intentar redimirme después. Si le contaba algo, él no me permitiría seguir adelante y nos obligaría a regresar sin más. Alan  se dejaría  llevar por el corazón, no por la razón. Y sin pruebas, sería imposible convencer a los nobles. Si atacaba a esa persona sin más, los nobles de su reino, al no tener pruebas, podrían intentar rebelarse.

Mientras escribía la carta, mis manos temblaban. "Lo siento, Alan. Te compensaré", le escribi, con el corazón latiendo a mil por hora. La noche era oscura y silenciosa; solo el sonido de mi respiración y el rasgueo del bolígrafo rompían el silencio. Sabía que esta decisión lo cambiaría todo, pero también sabía que era la única opción.

Way me miraba con ojos llenos de incertidumbre, pero también de determinación. "Tenemos que hacerlo", le dije, tratando de convencerme a mí mismo tanto como a él. La carta estaba lista. Way la dejó sobre la mesa, con la esperanza de que Alan la encontrara y nos buscara. Cada segundo que pasaba sentía el peso de nuestras acciones, pero también la esperanza de que Alan entendería y nos perdonaría.

Con un último vistazo a la habitación, salimos al encuentro de nuestro destino, sabiendo que no habría vuelta atrás.

Winner, fiel a su palabra, aceptó ayudarme en nombre del favor que le pedí hace tiempo. Aunque con reticencia y miedo. Temía que algo me pasara. Luego me contó esa historia y no supe qué pensar. ¿Era esa la razón por la que siempre había estado sobreprotegido y, a pesar de ello, siempre terminaba lastimado?

Además, Way mencionó que... que tenía los síntomas. ¿Yo los tenía? ¿Sería posible? No quería ilusionarme. Si lo hacía y resultaba que no era nada, el golpe sería muy duro. La incertidumbre me carcomía por dentro, pero también me daba una chispa de esperanza.

En el plan, Winner, ansioso por ganarse el favor de la reina y obtener su permiso para pretender a Dean, se encargaba de mí, cumpliendo así uno de los deseos más profundos de ella. En medio de todo esto, una persona obsesionada con Dean llegaría como un aparente salvador, pero con intenciones ocultas. Fiel a sus ideales, aprovecharía la confusión para intentar hacerme daño. "Intenté salvarlo" diría "pero mis esfuerzos fueron en vano". Y la culpa recaería completamente en Winner; mientras esa persona se llevaría todo el crédito y a Dean.

La idea era aprovechar el lugar y asegurarse de que todo quedara registrado, con testigos presentes. North me prometió el mejor artículo que jamás hubiese escrito, acompañado del mejor panel fotográfico. Sin embargo, Way se oponía, argumentando que estaría demasiado expuesto. Así que ajustamos un poco esa parte del plan.

Inspiré profundo, rogándole a todos los dioses que todo saliera bien y que al final solo tuviera que preocuparme por Alan. Quizá otro cupón ayudaría.

"¡¿Trajiste un arma?!" exclamó Way, mirando perplejo a Winner cuando finalmente llegamos a la mansión. La tensión en el aire era palpable, como una tormenta a punto de desatarse.

"Debemos estar preparados para lo peor, aunque esperemos lo mejor," respondió Winner con una arrogancia que solo aumentaba la inquietud en el ambiente.

Way lo miró estrechando los ojos y resopló molesto. Dean, a su lado, parecía cada vez más asustado, sus ojos reflejaban un miedo creciente que no podía ocultar.

Corazones en guerra (AlanxJeff)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora