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Jeff

El salón de baile estaba decorado de manera exquisita y elegante. Candelabros de cristal colgaban del techo, iluminando suavemente el ambiente con un resplandor cálido y acogedor. Las paredes estaban adornadas con tapices de colores ricos, representando escenas de antiguas batallas y festividades, que contaban historias de tiempos pasados. El suelo de mármol pulido reflejaba las luces, creando un efecto de ensueño que hacía que todo el salón pareciera sacado de un cuento de hadas. Las mesas, cubiertas con manteles de seda, estaban adornadas con arreglos florales exquisitos que llenaban el aire con un aroma embriagador.

Todos los presentes bailaban y felicitaban a Charlie, quien, con Babe siempre a su lado, irradiaba felicidad. Me alegraba profundamente ver lo bien que se llevaban, su complicidad era evidente y contagiaba a todos los presentes.

Me apresuré a buscar a Way y a Dean, ya que eran mis invitados. Way estaba visiblemente molesto porque había invitado a Dean. "Es demasiado entusiasta y me agota," se quejó. "Además, tendré que cuidarlo toda la noche."

"Jeff, te pedí que me invitaras para que me presentaras a tu hermano Charlie, no para hacer de niñera," dijo Way, esbozando una sonrisa dulce para los que observaban desde afuera.

"Desde el principio el soñaba con venir al norte, Way. Ha sido muy amable conmigo," respondí, tratando de calmarlo.

Way resopló, claramente no convencido. "Está bien, pero tienes que presentarme también a Pete. Si se lo pido a Alan o, peor aún, a Babe, se burlarán de mí," dijo con un puchero que casi me hizo reír.

"¿A Pete también?" pregunté, confundido. "Pensé que te gustaba Charlie."

"Jeff, eres demasiado inocente para entenderlo. Charlie será un rey. Pete ya es un rey. Soy una gema, es obvio que debo formar parte de la realeza, de lo contrario sería un desperdicio. Y bueno, no está de más tener opciones," respondió Way con una sonrisa traviesa.

"Inocente? ¡Me habías dicho que era frío!" exclamé. "¿Dónde quedan las leyendas de alfas y omegas en las que tanto crees?" le pregunté, arqueando una ceja.

"Jeff, es imposible no encontrar embriagador el aroma de un futuro rey, especialmente si son guapos," dijo Way, con un tono descarado que me dejó sorprendido.

"Oh, Jeff! ¿Cómo has estado? Te ves aún más lindo y radiante que antes," se acercó Pete con una sonrisa cálida y tierna.

"Oh, su alteza," le saludé con una ligera reverencia.

"Para ti es Pete, Jeff. Solo Pete," me dijo con suavidad. Le sonreí en respuesta, antes de sentir el sutil pero fuerte codazo de Way, quien, cuando me giré, sonreía inocentemente.

"Pete, te presento a mi mejor amigo del sur, su nombre es Way Patharapol."

"Es un placer, su alteza," se inclinó Way en una ligera reverencia, esbozando su tono de voz más dulce mientras agitaba hermosamente sus pestañas. Way nunca... nunca dejaba de sorprenderme.

"Jeff, ¿bailamos?" La voz de Alan me sacó de mis pensamientos y asentí emocionado. Alan había estado hablando con Charlie mientras yo buscaba a Way y a Dean. Dean, por su parte, parecía encandilado con Winner.

El baile iba mejor que nunca. El salón estaba lleno de risas y música, y la atmósfera era mágica. La música suave y melodiosa de la orquesta llenaba el salón, envolviendo a todos en una atmósfera de alegría y celebración.

Todo iba bien hasta que Alan, con una sonrisa traviesa, me pidió un beso por cada pisada que diera. Mi corazón se aceleró con fuerza y, en un instante, mientras bromeábamos, el resto de la fiesta comenzó a desvanecerse a mi alrededor. Pude ver cómo su mirada oscura e intensa se posaba en mis labios. Yo... yo también quería besarlo. Pero mi golpe de realidad fue brusco cuando escuché la voz de Bank.

Corazones en guerra (AlanxJeff)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora