Jeff
Mi corazón todavía late acelerado, y la mordida cosquillea aún más que la vez anterior. Es tan extraño; duele y cosquillea de un modo agradable. Esta interacción entre nosotros es bastante peculiar. Cuando se acerca tanto, siento que se me hace difícil respirar y mi corazón se agita. Me golpeo suavemente en las mejillas. "Despierta, Jeff", me reprendo. Hoy debes estar mejor que nunca en tu papel, para no levantar sospechas. Way... ¿Cómo será Way? Alan debe confiar mucho en él para haberle dicho la verdad, y eso me llena el pecho de un sentimiento incomodo, extraño y molesto.
A las tres en punto, me dirijo a la reunión. La sala es amplia y bellamente decorada, con un aire de elegancia y sofisticación. Las paredes están adornadas con tapices de colores ricos y profundos, representando escenas de la naturaleza y la historia del reino. Grandes ventanales permiten que la luz del sol inunde el espacio, creando un ambiente cálido y acogedor. Las mesas están dispuestas con pequeños juegos de té de porcelana fina, cada uno decorado con intrincados diseños florales. En el centro de la sala, una mesa de banquete está repleta de una variedad de postres salados y dulces, dispuestos de manera tan artística que parecen pequeñas obras de arte. "No los mires, Jeff. Solo, no los mires". Me mantengo erguido mientras me presentan y trato de sonreír de la mejor manera posible.
"Su alteza, el príncipe consorte", anuncian cuando entro, y todos se giran a verme. "Respira, Jeff, puedes hacerlo". ¿Cómo era para caminar? Ah, sí, un pie delante del otro, un pie delante del otro. Coloco mis manos en los bolsillos de mi chaqueta para que no vean lo mucho que están temblando. ¿Si me voy de una vez será muy obvio?
Se me acercan unas personas y se presentan, pero estoy tan nervioso que ya he olvidado sus nombres. Nos dirigen, al parecer, a mi mesita personal. Pean se acerca a prepararme un poco de té.
"Oh, realmente eres mucho más hermoso en persona", escucho a alguien decir con una emoción palpable mientras se acerca. "¿Me puedo sentar?"
"Sí, por supuesto", respondo con una sonrisa cortés, recordándome que tengo que ser amable. Ante mí, se encuentra un chico alto y guapo, con una sonrisa tan amplia y bonita que ilumina el entorno. Cuando sonríe, es imposible no devolverle la sonrisa.
"Mi nombre es Dean, es un placer, su alteza", dice, inclinándose ligeramente en un gesto de respeto.
"El placer es mío", le respondo, y mi sonrisa se ensancha. Dean vuelve a sonreír.
"Todos teníamos mucha curiosidad, después de todo eres del norte. Pero por tu accidente se entiende que debías continuar con el reposo. Estas reuniones pueden ser un poco aburridas o difíciles. Cuando la gente tiene tiempo libre puede ser cruel. Así que no te sorprendas si empiezan a chismear y tratar de destruir a alguien con sus comentarios. Cuando te sientas mejor, te invitaré a cosas más emocionantes si gustas. Como explorar, el mercado, los caballos... oh, lo siento. Tu accidente fue en un caballo, ¿cierto?", dice, su voz reflejando una mezcla de preocupación y disculpa.
"Sí, pero fue un accidente. No por eso dejarán de gustarme los caballos", le digo con una sonrisa tranquilizadora. Dean parece aliviado y su expresión se suaviza. Es una persona amable y sencilla, y su conversación fluye con naturalidad. Me agrada.
"¿Te gusta el aire libre? Yo aquí planeando invitarte y ni siquiera sé si te gusta", continúa Dean con una alegría contagiosa.
"Sí, me gusta mucho", le respondo mientras Pean se acerca con gracia y nos sirve té, el aroma delicado del té llenando el aire y añadiendo un toque de serenidad al momento.
"Oh, ya llegó", escuché a Dean mencionar mientras acercaba la taza a mis labios. Su voz era un susurro emocionado que se mezclaba con el suave murmullo del entorno.
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Corazones en guerra (AlanxJeff)
FanfictionEn un mundo donde dos reinos han sido enemigos desde tiempos inmemoriales, dos príncipes se ven obligados a unirse en matrimonio por razones políticas. Al principio, sus corazones laten en ritmos discordantes, llenos de odio y desconfianza. Sin emba...