Jeff
Pasaron dos días más antes de que finalmente recibiera noticias de Alan. Una mañana, mientras estaba en la biblioteca, un sirviente entró apresuradamente. "Su alteza, Alan ha llegado. Está en el salón principal"
Mi corazón dio un vuelco. Dejé todo y corrí hacia él, mis pensamientos y emociones en un torbellino. A medio camino, vi a Alan que venía con prisa hacia mí, su rostro reflejando una mezcla de cansancio, alivio y amor. Sus labios se curvaron en una amplia sonrisa al verme. Nuestros ojos se encontraron y, sin decir una palabra, corrí hacia él y me aferré a él como un koala, abrazándolo con todas mis fuerzas.
—Lo siento tanto, Alan —susurré en la curva de su cuello, las lágrimas brotando de nuevo—. Te he extrañado muchísimo.
Alan me abrazó con igual intensidad, su voz temblando ligeramente.
—Yo también, Nu. No sabes cuánto he deseado volver a tu lado.
Nos quedamos así, abrazados, dejando que nuestras emociones fluyeran libremente. Sentí su calor, su amor envolviéndome, y supe que este era mi hogar. Finalmente, me aparté un poco y lo miré a los ojos, esos ojos que siempre me habían dado fuerza y consuelo.
—Te amo. Te amo mucho —le dije, mirándolo fijamente.
Él sonrió tiernamente, sus ojos brillando con ternura.
Cariño —dijo Alan con voz ronca, depositando suaves besos en mi mejilla con ternura—. Amor. Mi Nu. Te adoro, lo sabes, ¿verdad? Te amo profundamente.
Me estremecí y una calidez indescriptible envolvió mi corazón. Sus labios se posaron en los míos, y me besó con una intensidad y ternura que me hicieron sentir como si flotara en una nube de amor. Cada caricia de sus labios era un susurro de devoción, una promesa de eternidad.
El mundo desapareció a nuestro alrededor, dejando solo el latido de nuestros corazones sincronizados. Todavía en sus brazos en medio del pasillo me arrincono a la pared y continúo besando luego mi mejilla, su aliento caliente e inestable, antes de abrirse camino por mi mandíbula hasta mi cuello. Cuando su boca beso con fuerza sobre mi glándula de olor en el cuello, me sacudí, como electrocutado.
—Alan... espe... espera —intenté decirle en un susurro entrecortado—. Vamos a... a la habitación.
Él se detuvo, inspirando profundamente, y me miró con una sonrisa llena de amor y ternura. Sus ojos brillaban con una mezcla de emoción y deseo. Sin decir una palabra y, con una sonrisa cómplice, me llevo a la habitación. Se sentó en la cama conmigo sobre el a horcajadas y reinicio el beso con más pasión y urgencia. Su boca dulce, pero codiciosa, explorando y danzando incansablemente con mi lengua. Lo detuvo cuando ya sentía que era incapaz de respirar, para perderse de nuevo en la curva de mi cuello succionándolo con fuerza. Sus manos subían y bajaban acariciando mi espalda, antes de retirar mi camisa con prisa. Beso con fuerza mi pecho dejando algunas marcas rojas, antes de levantarme para bajarme con los dedos temblando de impaciencia, mis pantalones y ropa interior.
Me tiro suavemente del brazo y cintura instándome a subirme sobre el nuevamente. Alan parecía completamente perdido, pero yo no era diferente. Sus labios volvieron a poseer los míos con dulzura e intensidad. ¿Cómo es posible que sus besos sean tan adictivos? Deslizó sus manos por mi espalda y continúo descendiendo hasta apretarme las nalgas, para luego acariciar la húmeda abertura entre ellas. Ya...ya estaba empapado por él. Mis pequeños gemidos fueron tragados por su boca, mientras el introducía un dedo y lo movía implacablemente curvándolo y trazando suaves círculos en mi interior. Cerré los ojos con fuerza y deje sus labios para hundir mi cara en su ancho hombro.
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Corazones en guerra (AlanxJeff)
FanfictionEn un mundo donde dos reinos han sido enemigos desde tiempos inmemoriales, dos príncipes se ven obligados a unirse en matrimonio por razones políticas. Al principio, sus corazones laten en ritmos discordantes, llenos de odio y desconfianza. Sin emba...