Jeff
La habitación estaba bañada en una luz suave que entraba por las ventanas, creando un ambiente casi mágico. Las cortinas de encaje se movían ligeramente con la brisa, y el aroma de la comida se mezclaba con el aire fresco, envolviéndome en una sensación de calidez y confort. Por un momento, me sentí atrapado entre la realidad y un sueño, como si el tiempo se hubiera detenido.
Cada gesto suyo, cada palabra, parecía estar diseñada para desarmarme. Me sentía vulnerable, expuesto. La idea de que él pudiera ver a través de mi fachada me aterraba. Pero al mismo tiempo, había algo en su presencia que me reconfortaba. Alan, con su sonrisa tranquila y sus ojos llenos de serenidad, parecía ajeno a mi tormento interno. ¿Cómo podía estar tan relajado mientras yo sentía que el mundo se desmoronaba a mi alrededor?
Le había dicho que actuaría como si nunca me hubiera confesado sus sentimientos, que seguiríamos como siempre. Pero cada vez me encontraba más sorprendido por su comportamiento. Alan no había cambiado ni un poco. Es más, parecía incluso más dulce y sonriente. ¿Cómo lo hacía? Mientras tanto, yo estaba al borde de la locura. Ahora era mucho más consciente de su toque, de su cercanía, de la dulzura de su voz solo conmigo. Me perdía en su aroma cuando se acercaba. La calidez de su mano sosteniendo la mía era suficiente para hacerme la persona más feliz del mundo, y me había encontrado mirando sus labios fijamente, embobado, antes de regañarme internamente mientras rogaba a los dioses que él ni nadie lo hubiera notado. "De momento no necesitamos practicar", me lamentaba internamente.
Hace un tiempo me pregunté qué era el amor. Ahora creo que lo sé. El amor, el amor de verdad, es paciente y dulce. Te ayuda a sacar lo mejor de ti, como un rayo de sol que ilumina tu alma. Es libre y sencillo, como una brisa suave en un día de verano. Te brinda paz y alegría, llenando tu corazón de una calidez indescriptible. No duele, el amor sana, cura las heridas más profundas.
Pero al mismo tiempo, el amor te hace que sea difícil respirar, te acelera el corazón con tanta fuerza que sientes que se saldrá de tu pecho. Me hace sentir mareado y borracho, pero feliz, como si estuviera flotando en una nube. Así que al final, es realmente contradictorio. Te puedes sentir seguro e inquieto al mismo tiempo.
Ahhh, este no era el plan. Yo no debería haberme enamorado de este entrometido príncipe, pero aquí estoy, perdido por el.
—¿Todo bien, Nu? ¿Tengo comida en la cara? No has dejado de mirarme —me dice Alan con una sonrisa traviesa, sus ojos brillando con una chispa de diversión.
Desvío la mirada rápidamente, sintiendo cómo el calor sube a mis mejillas. ¡Rayos, yo... otra vez! Mi corazón late con fuerza, y me siento atrapado entre la vergüenza y la culpa. La habitación, con su luz suave y su atmósfera acogedora, parece un refugio seguro, pero mi mente es un torbellino de emociones.
—No te estaba mirando específicamente a ti —me defiendo, tratando de sonar convincente—, solo me quedé pensando, mirando ningún punto en particular. Ya hoy volvemos, pensé que comeríamos con todos en el comedor principal. Aquí, tengo más confianza para comer —le digo sin mirarlo de nuevo, tratando de entretenerme jugando con mis manos.
—Tú sí, pero yo no —me dice seriamente—. Además, pensé que te daría vergüenza si los demás veían nuestra rutina para comer. Después de todo, nos damos un montón de besos indirectos.
Levanto la mirada para verlo perplejo. Él está sonriendo ampliamente mientras me observa divertido. ¡Ahhh, él siempre dice cosas como esa!
—¡No... no lo digas así! —exclamo, sintiendo mis mejillas encendidas, lo cual solo hace que su sonrisa se amplíe aún más. "Cálmate corazón, cálmate", me digo a mí mismo. —Además, te estoy diciendo que aquí tengo más confianza para comer. Aquí no tienes que molestarte en hacerlo. Y lo... lo he estado pensando, esto no está bien, es como si te arriesgaras primero para que yo pueda estar bien —termino en un hilo de voz.
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Corazones en guerra (AlanxJeff)
FanfictionEn un mundo donde dos reinos han sido enemigos desde tiempos inmemoriales, dos príncipes se ven obligados a unirse en matrimonio por razones políticas. Al principio, sus corazones laten en ritmos discordantes, llenos de odio y desconfianza. Sin emba...