Chantaje

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Abro los ojos y fijo la mirada en la luz que se refleja en el techo de mi habitación. Dios, me siento como si un camión me hubiera pasado por encima y eso que anoche, cuando ese idiota me asaltó, no tuve problemas en tumbarlo. Mierda. Me paso la mano por el rostro mientras recuerdo el sueño que he tenido, o al menos, lo intento. Sé que ha sido un sueño demasiado vívido ya que aun tengo el pulso alterado. Y también sé, que salía ese idiota de Abarai.

Me muevo inquieto bajo las sabanas y puedo notar la erección con la que me he despertado. Seguramente, he soñado con él por su estúpido asalto. Ultimamente no he podido dejar de fijarme en su cuerpo y en esos tatuajes que tanto detesto. Nunca me han gustado ese tipo de cosas pero, cada vez que coincidimos, termino descubriéndome mirando los retazos que escapan de la tela que los cubre. Dios, es solo pensar en como deben verse moviéndose mientras su cuerpo se retuerce de placer y el calor vuelve a concentrarse en mi entrepierna.

-Tsk...- me levanto molesto. No me gusta despertarme caliente. Eso solo me hará desear masturbarme y ya sabemos como terminó la ultima vez que lo hice.

El recuerdo de los ojos y el sonrojo de Kurosaki cuando me pilló me asalta y me muerdo el labio consciente de que necesito un polvo. Tal vez visite a nuestro vecino o... no. Mejor me levanto y dejo de pensar tonterías.

Justo cuando me sirvo el té veo entrar en la cocina a Abarai. Su pelo rojo cae humedo sobre la camiseta negra que lleva puesta y al momento veo como se detiene en la puerta sin entrar en la cocina con las manos alzadas.

-Vengo en son de paz.- Dice, lo que me hace entrecerrar los ojos. Me aparto de la tetera y paso por su lado soplando mi taza.- Oye... yo... siento lo de ayer.- Dice rascandose la nuca. No parece que esté mintiendo pero va listo si piensa que con esa disculpa me olvidaré del torpe asalto de anoche.

-Acepto tus disculpas pero la proxima vez que vueltas a intentar algo similar...

-Te aseguro que con una vez me basta.- Dice haciendo que algo en mi interior me moleste.- Se captar las directas. Además, no eres el unico pez en el mar.

-¿Como?

-Me refiero a que lo de ayer fue algo que bueno, estaba borracho y...

-¿Insinuas que si no estuvieras borracho no te fijarías en mi?- Digo aun más molesto aunque no es algo propio de mi.

-A ver, estás bien pero... somos compañeros de piso y acostarnos solo complicaría las cosas.

Justo cuando le voy a gritar algo que no debería, la puerta se abre y vemos entrar al otro idiota del piso.

-Eto...- Dice mirándonos con una ceja alzada.

-Me marcho.- Digo pasando por su lado y saliendo del piso.

Necesito aire. Espacio. Más peces en el mar... será...


***Grimmjow***


Le miro el culo a Byakuya cuando pasa por mi lado y vuelvo a mirar a Renji mientras me acerco a él.

-¿Y a ti que te ha pasado en el labio?- Le pregunto a Renji sentandome en la encimera mientras muerdo una manzana.

-Intente tirarme al nuevo.

Abro los ojos como platos girando el rostro hacia la puerta por la que se ha ido Byakuya y cuando vuelvo a mirarlo la señalo.

-¿Eso te lo hizo el nuevo?- No puedo evitar reirme de mi compañero.

-No te rías.- Dice algo molesto.- Es rapido y fuerte el muy... y un frigido estirado calienta braguetas.

-¿Noto cierto resentimiento?- le digo con media sonrisa.

Apartamento CompartidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora