Comprando con alevosía

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Pero que morro tiene mi hermano. Acaba de decirle a su novio que tiene turno doble cuando, en realidad, solo tiene el de la mañana.

-Terminará pillandote.- Le digo mientras terminamos de reponer algunas latas.

-¿Ichigo? Que va. Se traga todo lo que le digo.- Dice con una medio sonrisa.- Mientras siga dandole lo que necesita...- dice moviendo sus caderas.

Justo en ese momento veo como Ukitake pasa por el pasillo central y salgo corriendo dejando a mi hermano protestando. En cuanto lo veo parado anotando algo en su tablilla me acerco sintiendome algo nervioso y metiendome las manos en los bolsillos.

-Ukitake san...- Le digo viendo como se vuelve y me mira sorprendido.

-Ah... dime Muguruma san.

Desde que salimos y nos acostamos, no hemos vuelto a salir ni a tener más contacto que el extricto del trabajo por lo que hemos vuelto a tratarnos con la debida educación pero lo cierto es que me muero por volver a tenerlo entre mis brazos, gimiendo como aquella noche.

-Yo... verá es que ayer me dieron unos bonos para cenar...

-¿Unos bonos?- Dios, cuando lo pensé no sonaba tan estupido.

-Si... bueno...- en cuanto veo como sonríe sé que me está tomando el pelo y suspiro riendome mientras me rasco la cabeza.

-¿Donde nos vemos?- dice con una dulce sonrisa.

-Esta es la dirección.- Le digo escribiendosela en una esquina de la hoja donde estaba apuntando los stocks.

-Lo conozco.- Me dice con una sonrisa.- ¿A las ocho?

-Perfecto.- Digo viendo como se aleja.

Uf. Lo cierto es que desde esa increible noche no había vuelto a hablar con él de este modo y lo estaba deseando.

-¿Que?¿Vas a volver a follarte al encargado?- Miro a mi hermano serio y lamento el momento en que le conté lo que habíamos hecho. Estaba tan feliz que necesitaba contarselo a alguien pero no calculé lo pesado que puede ser mi hermano.

-Saldremos a cenar. Luego ya veremos.

-Follaréis.- Dice con una amplia sonrisa.

"Ojalá", es mi unico pensamiento.


***Byakuya***


Termino de apuntar los últimos datos que ha dado Aizen sensei y suspiro al escuchar el final de la clase. No es que odie las asignaturas de leyes pero no son lo que más me gustan. Ya las tuve que estudiar en su momento y tener que repetir las asignaturas por el cambio de pais me mata. Por lo menos, el profesor es competente y no solo un hombre atractivo que parece querer seducir con sus sonrisas y chistes e indirectas.

-Bueno, se nos ha terminado el tiempo, pero antes de marcharos, recoged los trabajos que me entregásteis la semana pasada.- Dice poniendo el tocho de trabajos sobre su mesa.- Como siempre, solo diré quien ha sido el mejor.- Puedo escuchar a varios compañeros pronunciar el nombre de uno de ellos, al parecer, el que siempre saca las mejores notas. En cuanto Aizen sensei alza el trabajo que dice que es el mejor, reconozco el encuadernado y abro los ojos sorprendido.- Kuchiki Byakuya. Enhorabuena, chico. Eres el nuevo numero uno de la clase. Sigue así.

Vaya. Por un lado, me siento tremendo por el reconocimiento, ademas de por como me está mirando, de una forma tan intensa que casi juraría que quiere devorarme con la mirada pero, por otro lado, las caras y miradas de envidia o celos por parte de mis compañeros, me hacen sospechar que esto solo me traerá problemas.

Apartamento CompartidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora