Una gran noticia

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En cuanto el avión toca tierra comienzo a sentirme nervioso. No lo he estado hasta que me he sentido realmente en casa pero en cuanto miro a los ojos de Sen y este me sonríe guiñándome un ojo, sonrío relajándome un poco.

Ese mes fuera ha sido increíblemente ilustrador y puedo asegurar que ahora soy otra persona. Vivir junto a Sen, segús su filosofía de vida me ha quitado multiples pesos de encima, sobre todo, me ha enseñado que nada es tan grave como parece, que las cosas tienen la importancia que le queramos dar y que el mundo es mio.

-¿Feliz de estar de regreso?

-Bueno, ya me había acostumbrado a no hacer nada mas que turismo, tomar el sol y ligar. Me siento algo nervioso pero creo que podré apañármelas de aquí en adelante.

-Me alegra oir eso. ¿Nos veremos mañana?

-Eso ni lo dudes.- Le digo viendo como mi padre ha venido a recogerme junto a mis hermanas.

-¿Conseguirás convencerlos?

-¿Es que lo dudas?

-Noooo, has tenido al mejor maestro.- Dice soriendo mientras se aleja.

Suspiro mientras tiro de la maleta escaleras arriba. He logrado que mi padre me dejara libre porque estaba de lo más pesado con que fuera a casa con él y no se que historia de una cena familiar pero al menos he logrado que me diera un par de horas para asearme y descansar después de tanto viaje. Aun tengo el desfase horario y lo que me apetecería sería dormir pero tengo que obligarme a seguir el horario de aquí para hacerme con él de nuevo.

Nada mas entrar en el piso veo a Byakuya sentado en el sofá leyendo un libro de texto. Se vuelve a mirarme y saluda con la cabeza.

-Hola.- Le digo dejando la maleta a un lado. Al pasar junto a la puerta del baño escucho el sonido de la ducha y le hago una señal con la cara.

-Es Renji.- Me siento a su lado y cierra el libro.- ¿Qué tal el viaje?

-¿El de vuelta o en general?

-En general y el de vuelta.

-En general, bastante bien.- Digo fijándome en como algunos mechones de pelo se le sueltan de la coleta.

Su pelo es bastante más corto que el de Sen pero durante un segundo me he imaginado follandomelo mientras le tiraba de su pelo para morder su hombro desde atrás. Ese pensamiento me hace sonreir justo cuando veo como la puerta de Grimmjow se abre y sale a medio vestir. Sus ojos se cruzan con los mios y durante unos segundos se paraliza en su acción de abrocharse los botones de la camisa.

-El de vuelta, algo movido pero bien.- Termino de contestarle.

-Vaya. Los viajeros han regresado...- Dice Grimmjow retomando su labor mientras va hasta la mesa y toma su móvil revisándolo.

-Hace un par de horas.

-Casi no se ha notado tu ausencia.

-Así que me has echado de menos...- Le digo dejándolo paralizado. Sus ojos azules se fijan en los mios y sonrío de manera sutil pero torcida.

-¿A ti?¿Quien te echaría de menos a ti?

-Cierto. Tu teniéndote a ti mismo, no necesitas a nadie más.- Le digo cuando me acerco hasta él para ir a la cocina.- Que no se entere tu mano de que eres lo que más amas en el mundo o huirá al descubrir que te quedaras solo con ella el resto de la vida.

-Pero...

-¡Ichigo!- Escucho la voz de Renji salir del baño y lo veo sonreírme mientras se me acerca para abrazarme. Dios, solo lleva una toalla y su cuerpo tatuado está aun mojado, lo cual me recuerda varias escenas vividas en Marbella con varios alemanes.- Tio, no sabes la falta que me has hecho.

Apartamento CompartidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora