Giro sorprendente

18 3 1
                                    

Dejo las copas de helado sobre la mesa mientras puedo notar como las dos chicas que están sentadas, una frente a la otra, suspiran cuando me enderezco.

-¿Desean algo más, señoritas?- Mi tono es suave, cadencioso pero cautivador. No sonrio. He dejado de intentarlo y creo que me va mejor desde que me muestro serio y frío como soy en realidad.

-Oh, Byakuya san, en realidad, hoy es el cumpleaños de Kumi.- Alzo una ceja sorprendido y veo como la otra chica se sonroja un poco.

-De haberlo sabido, le habría preparado algo especial en su copa de helado, Kumi sama.- Le digo viendo como la muchacha casi se desmaya por mi trato. Me acerco tomándola de la mano y ella se alza cuando tiro de ella. La miro a los ojos y puedo notar como se le detiene la respiración cuando le beso el dorso de la mano y la miro con intensidad.- Tantoubi omedetou gozaimasu, Kumi sama.

A mi alrededor puedo escuchar suspiros por doquier y eso solo hace molestarme aun mas. Cuando entro en la cocina suspiro viendo como Kurosaki me mira alzando una ceja.

-¿Cansado?

-Aburrido.- Digo mirando la lista de pedidos.

-Desde que entraste a trabajar aquí, las clientas femeninas se han duplicado durante tus turnos.

-Miro entre las cortinas que separan el café de donde nos encontramos y arrugo el entrecejo al ver que, ciertamente, está completo y casi todos los clientes son mujeres.

-Son chicas aburridas y fáciles de complacer.

-Eso no debería molestarte, Byakuya.- Miro a nuestro jefe que acaba de aparecer y tuerzo el gesto. Este hombre me molesta. Es demasiado sincero y bastante idiota, pero lo que más me molesta es su forma poco sutil de tirar los trastos a los hombres que le gustan.- Se conforman con una mirada o algo de atención. Peor sería si quisieran algo más para estar satisfechas ¿no?- Sé que lo dice con toda la doble intención del mundo pero prefiero tomar el siguiente pedido y salir al café ignorándolo por completo.

Al darme la vuelta veo como Ginjo está sentado en una mesa lateral y me sonríe cuando ve que lo he visto.

-Hola precioso.- Me erizo solo al escucharlo hablar así.

-Kusosaki está dentro. Lo avisaré.

-Hey, no hay prisa. Mi fresita saldrá cuando tenga que salir.- Dice sonriendo. Yo suspiro un poco y me alejo pero antes de lograrlo me sostiene de la muñeca, cosa que me hace girarme y mirarlo alzando una ceja. Algunas chicas en mesas cercanas están un poco escandalizadas por su atrevimiento, ya que aquí nadie se atreve a tocarme sin mi permiso pero este imbécil no sabe mantener las distancias.- ¿Por qué no me sirves hoy tu?

-Porque esta es la sección de Kurosaki y tu eres su novio.

-Pero eso no importa. Tengo amor para ti también.- ¿Es que es idiota?¿En serio me está proponiendo algo con él? En cuanto ve mi cara se echa a reir y eso solo me molesta aun más.- No me mires así. Solo era un broma.

A los pocos segundos veo aparecer a Kurosaki a mi lado y me alejo antes de soltar todo lo que me llevo guardando estos meses. Es cierto que Kurosaki tiene una relación extraña con Grimmjow a espaldas de su novio pero, este tipo, no es trigo limpio. Sé que lo engaña aunque no lo haya visto. Conozco a los tipo de su calaña y lo cierto es que no entiendo como siguen saliendo. Su relación es un nido de mentiras que solo hacen crecer dia tras dia.

-Ginjo... ¿no tenías turno de tarde?- Dice Kurosaki algo nervioso.

-Si, lo tengo, pero me he escapado un rato. Mi hermano me está cubriendo.

-No deberías hacer eso. Si te pillan te echaran.

-Mi hermano se tira a mi jefe. Tengo enchufe.- Dice haciendo que le coja más asco.- Además, tenía muchas ganas de verte, fresita.- Con solo esas palabras veo como Kurosaki sonríe aunque ya no lo hace como solía hacerlo cuando le conocí. Ahora parece más una sonrisa de circunstancias. Puede que realmente, se le haya acabado el amor por este tipo. Y mirándolo fríamente, sería lo mejor.

Apartamento CompartidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora