Despierta con... ¿alegría?

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Abro los ojos en cuanto el sonido del despertador se mete en mis sueños y siento un tremendo calor a mi alrededor. Ah, es cierto. Ginjo se quedó ayer a dormir. Al moverme siento un ligero latigazo en el culo. Joder, no debí dejarle jugar con ese consolador que trajo pero... me puso tan caliente que no fui capaz de negarme a nada de lo que me pedia.

-Mmmm buenos días, precioso.

Giro la cara y veo como Ginjo se estira un poco en la cama tras besarme en la mejilla. No se como lo hace pero incluso recien levantado está buenisimo. Cuando fija sus ojos oscuros en mi y veo alargar su sonrisa sé que me he sonrojado.

-¿Que tal tienes el culo?- Me dice haciendome enrojecer aun más.

-¿Como se te ocurre preguntarme eso?- Lo golpeo en la cabeza y él se queja levantandose y mostrandose completamente desnudo. Madre mia, si es que no se ni como puedo estar pensando en lo mucho que desearía tener su polla en la boca.

Ginjo parece adivinar mis pensamientos y se agarra la polla totalmente elevada. Si es que ni con el marathon de anoche se le baja al cabrón. Y encima, cuando me mira así con su aire chulesco no puedo resistirme por mucha rabia que me de.

-Venga, precioso.- dice acercandola a mis labios y rozandolos con ella.- Sé que estas deseando comertela entera.- Yo tuerzo el rostro arrugando el entrecejo.

-No sé de donde sacas esa idea.- Le digo tragando saliva.

-En como me la estabas mirando.- Dice rozandome la mejilla hacia la comisura de los labios.- Venga, no seas mentiroso. Sé que estas deseando tenerla entre tus labios...- Dice rozandolos de nuevo, lo que me obliga a volver a mirarlo de frente sintiendo esa suave y humeda caricia.

Dios, ya está segregando algo de liquido y eso solo me hace apretar los muslos para atrapar mi polla entre ellos. Mierda, mira que me duele el culo pero puedo sentir como palpita deseoso de más. Odio ser tan obvio para él cuando me muero de la vergüenza por ser tan lascivo. Jamás pensé en desear tanto una polla o lamerla o sentirla clavada en mis entrañas pero, Ginjo ha logrado sacar esa parte de mi y, en momentos como este, me es imposible controlarla.


***Ginjo***


En cuanto veo como Ichigo me mira, sé que se ha rendido. Su orgullo intenta hacerle parecer frío y decente, pero yo sé perfectamente el poder que tiene una polla entre sus labios o sus nalgas... "mi polla". Veo como entreabre los labios y aprieto un poco más haciendo ligeros movimientos de cadera hasta que siento como la punta de su lengua comienza a lamer mi glande haciendo que todo el cuerpo se me erice. Joder, si es que cuando se pone en modo lascivo, nadie se le compara. Su mirada se oscurece, su cuerpo se mueve tal y como deseo y, parece anticiparse a mis deseos solo con mirarnos.

-Ah... eso es pequeño... ah... tragatela toda... ah...

Veo como cierra los ojos dejandose llevar y acaricio su cabello naranja y despeinado mientras poco a poco le voy penetrando más y más. Sus manos se aprietan a ambos lados de mis caderas mientras se traga toda mi polla haciendome disfrutar de una estupenda mamada de buenos días. Sin duda ha mejorado muchisimo desde que me la mamara por primera vez. Que recuerdos. Hace casi un año que nos acostamos desvirgandole. Saber que todo él es completamente mio, me da una sensación de increible poder sobre él.

No puedo evitar pensar en los otros chicos con los que he follado desde que estoy con Ichigo y la verdad es que, aunque me guste y me divierta, Ichigo es especial. Me pertenece. Sus labios, su lengua, sus manos y su culo, su delgada polla y sus orgasmos. Cada gemido es mio. Cada mirada llena de lascivia, es mia. Cada estremecimiento de su cuerpo, es mio.

Apartamento CompartidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora