Vencido por las circunstancias

15 2 0
                                    

Entrar de nuevo en este lugar solo me hace sentir nauseas. Ulquiorra me mira algo sorprendido, puede que sea porque pensaba que no volvería, o puede que sea porque vengo vestido de forma informal y con claro aspecto de acelerado.

-Yhwach ¿esta en su despacho?

-Si, está...

No lo dejo terminar y paso directamente junto a la barra donde Gin me mira sonriente pero al ver mi mirada pierde la sonrisa aunque no dice nada. Entro en el despacho de Yhwach sin llamar y veo como varios pares de ojos me miran sorprendidos. Yhwach está tras su mesa con unos documentos en las manos que no tarda en dejar sobre la mesa para mirarme intensamente con sus ojos rojos como la sangre.

Los dos hombres que lo acompañan me miran serios. A uno lo conozco. El ex policía de la otra vez. Al otro hombre no lo he visto nunca pero supongo que será parte de esa zona oscura del negocio de Yhwach.

-Soujun... no estaba seguro si vendrías.- Simplemente con escuchar su voz, melosa y cadenciosa mientras sonríe ligeramente y hace un gesto para que los hombres abandonen la habitación, me hace sentir como se me eriza la piel.

-No seas condescendiente. Sabías que vendría.- Le digo dejando claro mi fuerte enfado.- Te encargaste de ello.- Digo entre dientes.

-Me obligaste a ello.- Suspira echándose hacia atrás en su silla y encendiéndose uno de sus puros.

El simple olor del tabaco me hace recordar como sabía su boca y él parece darse cuenta de ello porque sonríe más ampliamente mientras se levanta y camina hacia donde me he quedado parado.

-Oh, Soujun.- Su mano intenta acariciar mi rostro pero se la aparto.

-No sé lo que te has podido imaginar al verme aquí pero no he venido a lo que piensas.

-¿Ah, no?

-Lo que sucedió fue algo que nunca debió ocurrir. Me repugnas, Yhwach.- Veo como él alza las cejas sorprendido. Tal vez nadie le haya dicho algo como esto ya que, realmente, es un hombre extrañamente atractivo y atrayente pero, ahora mismo, solo veo el hombre manipulador que es capaz de hacer cualquier cosa para conseguir su objetivo.- He venido a decirte a la cara, que no pienso ceder a tu chantaje. No sé a quien podría interesarle un video mío contigo excepto a ti. Tal y como disfrutas todos los demás que tienes en tu colección.- Le escupo viendo como afila su mirada sin perder la sonrisa.- Puedes hacer con él lo que te de la gana pero no harás que vuelva a trabajar para ti. No volveré a caer en tus trampas.

-¿Ni siquiera por tu imagen?- Su pregunta me desorienta un poco pero en seguida estallo en carcajadas irónicas, como bien se lo dejo ver en mi fría mirada.

-¿Imagen?¿Te refieres a mi reputación? Soy el hijo de un hombre corrupto a ojos de todo el mundo. Mis hermanos están en la cárcel por delincuentes a pesar de ser inocentes y cada vez que pronuncio mi apellido la gente me mira como si fuera escoria. ¿Crees que podrías empeorar mi imagen con ese video?

Mientras hablo me alejo de él hacia la puerta. No pienso aguantar aquí ni un segundo más.

-¿Y que hay de tus hermanos?- Me detengo con el pomo en mi mano y siento como el corazón se dispara.

-¿Qué ocurre con ellos?¿Es que vas a hacer que los traten peor en la cárcel donde están?

-No lo había pensando pero supongo que podría hacerlo.- Cuando me vuelvo veo como sonríe y esta vez es él quien se ríe mientras agita la mano para quitar importancia a sus palabras.- Es broma. Ni siquiera había pensado en ello.- Dice suspirando y apoyándose en su mesa.- Pero... no me estaba refiriendo a "esos" hermanos.- Yo abro los ojos viendo por donde quiere ir a parar.- Si el video se filtrara en alguna televisión o revista amarilla, tus hermanos verían lo que has hecho. ¿Qué pensarían ellos de eso? Su orgulloso hermano acostándose con su jefe, suplicando de forma lujuriosa más placer mientras se abre de piernas y es sodomizado por otro hombre.

Apartamento CompartidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora