Recuerdos de una traición

16 3 2
                                    

Salgo del baño y no puedo evitar asomarme al salón para ver como mi hermano aun sigue hablando con el Coyote. Dios, en cuanto lo he visto plantado en la puerta he sentido que esto solo puede hacer peligrar la estabilidad de mi hermano. Yo solo tenía trece años cuando mi hermano dio ese giro radical a su vida y le ha costado años lograr volver a estar bien, conseguir algo de felicidad. Y todo por culpa de los Coyote. Y ahora esto. Si ese hombre entra a vivir aquí... todo volverá a empezar.

Termino de vestirme y salgo al salón viendo como ambos me miran y en un instante, Stark se pone en pie y exclama:

-¡Trabajas para mi padre!- Yo lo miro serio, alzando una ceja mientras termino de anudarme la cobata.

-¿Has tenido que verme vestido así para darte cuenta? Eres más lento de lo que pensaba.- Digo escuchando como mi hermano me amonesta.

-Jugram...

-Lo siento nii san pero no entiendo como es posible que aún puedas dirigirles la palabra con todo lo que te hicieron.- Le digo algo más alto de lo que esperaba.

-¡Jugram!- Exclama poniendose en pie e inmediatamente me arrepiento de haber hablado de más al ver el dolor en sus ojos.

-Solo digo la verdad.- Miro furioso a Stark.- No creo que deba vivir aquí.

No me quedo para escuchar como mi hermano me llama para, seguramente, regañarme por mi falta de respeto pero, lo cierto es que, aunque trabaje para su padre, odio a su familia. La odio por todo lo que le hicieron a mi dulce hermano mayor. Les odio por todo lo que eso conllevó en nuestra familia... en mi propia vida...


***Stark***


Veo como Jushiro mira con preocupación a su hermano a la vez que este sale del piso dando un fuerte portazo. Vaya con el rubito. No tiene nada que ver con el carácter dulce y afable de Jushiro.

-Siento mucho lo sucedido con Jugram. Él...

-Parece que no le caigo demasiado bien.- Digo pasandome la mano por la cabeza y sintiendo como algunos mechones de pelo me rozan la cara.- No quiero causarte problemas con él. Además... dudo mucho que pudieramos vivir juntos y llevarnos bien.- Le digo y veo como niega con la cabeza tomando asiento de nuevo.

-Jugram se marcha.- Dice suspirando pero puedo notar cierto brillo de orgullo en su mirada.- Por fin ha decidido dar el paso de irse a vivir con su pareja.

-¿Por eso alquilas su habitación?

-Por eso y porque era la unica forma de quedarme aquí y no tener que buscar otro sitio para vivir.

Arrugo un poco el entrecejo. ¿Qué le ha pasado? Recuerdo que sus notas en la universidad fueron de las mejores y que tenía ciertas ofertas para entrar a enseñar filosofía en un instituto.

-¿Sigues dando clases?- le pregunto y veo como abre los ojos y luego sonríe algo más relajado.

-Nunca llegué a darlas.- Me sorprendo ante esa información y no puedo evitar preguntar.

-¿Por qué?¿Qué pasó?- Pero en cuanto pronuncio esas palabras, la respuesta llega a mi cerebro como un mazazo.- Nosotros...- Digo viendo como él se entristece pero en unos pocos segundos intenta reponerse con una patética y triste sonrisa.

-Eso es el pasado.- No puedo evitar sentirme mal por todo el odio que le cogí. Por como me comporté con él al sentirme... traicionado.

-----Hace 12 años-----

Termino de arreglarme viendo como estoy realmente bien. No aparento los diecinueve que acabo de cumplir y por suerte, Jushiro tampoco aparenta los veintiocho que tiene. Esta noche tenemos tanto que celebrar... mi cumpleaños, la oferta de trabajo de Jushiro y que por fin vamos a acostarnos. Dios, estos ultimos meses me he matado a pajas esperando que Jushiro me diera la señal de que podíamos avanzar. Es como si hubiera estado esperando a algo pero, parece que por fin me va a aceptar por completo. Por fin, será mio y yo suyo.

Apartamento CompartidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora