La realidad golpea demasiado duro

19 3 2
                                    

Salgo del quirófano sintiendo que me mata la espalda. Esta operación ha sido intensa y demasiado larga pero me alegro del resultado. Miro el reloj de mi muñeca, las seis y media. Dios, y aún no he almorzado.

-Muy buen trabajo, Aizen kun.- Miro a Amagai sensei y le devuelvo su sonrisa.

-Gracias, sensei.

-¿Sensei?- Dice haciendo que mire a nuestro alrededor.

Amagai Syusuke, es uno de los mejores cirujanos cardiovasculares del hospital y mi profesor. Siempre lo consideré un hombre atractivo aunque de poco interés. Cuando sucedió lo de Stark cometí el error de aceptar una de sus invitaciones, al verme tan decaído, y terminamos en una extraña relación de sexo esporádico entre alumno y profesor. No es que tenga sentimientos románticos hacia él pero al menos, me mantiene ocupada la mente para no pensar en Stark y en sus continuos mensajes o llamadas.

Estos meses han sido duros después de verlo follandose a mi hermano y, aunque sé que lo más probable es que fuera cierto lo que me dijo y que fuera Szayel el culpable... ¿cómo pudo no darse cuenta que no era yo?¿Como no nos diferenció? Eso fue tal vez lo que más me dolió y cabreó.

-Quedamos que en el hospital seguiría tratándole de sensei.- Le digo mientras paso por su lado y él me sigue.

-¿Qué haces esta noche?

-Dormir.- Le digo viendo como sonríe rascándose la cabeza.

-Duerme en mi casa.- Lo miro y compruebo que no lo dice en broma. Sé que no puedo perdonar a Stark... aun... pero también sé que no quiero a este hombre. No como él querría.

-Ya hemos hablado de eso varias veces.

-Lo sé. Lo sé. No quieres nada serio y, de veras que no me importa que me uses de paño de lagrimas por lo que te sucedió con tu novio pero...- Yo lo miro serio y él parece dudar aunque en seguida se repone.- han pasado dos meses. Sigues sin hacer caso a sus ruegos.- Me dice consciente de que intento no coger el móvil cuando es él o que no he aceptado vernos desde que rompimos.- Me gustas, Hidetomo. Y sé que puedo hacerte feliz.

Salgo de las duchas suspirando y pensando en esas últimas palabras de Syusuke. Al final he aceptado su invitación. De todas formas, no tengo nada mejor que hacer. Si voy a casa, me encerraré a estudiar cosas que ya me sé de sobra. Los exámenes han terminado y las vacaciones de verano están a la vuelta de la esquina. Estas serán mis ultimas vacaciones de verano como estudiante de medicina. El próximo verano, espero estar oficialmente trabajando en este u otro hospital.

Tomo mis cosas de la taquilla y veo varios mensajes en el móvil. Los voy pasando mientras salgo por el pasillo principal y abro los ojos cuando veo uno de Stark: "Te espero en la entrada del hospital. No importa a la hora que salgas. Me gustaría que hablaramos". Cuando alzo la vista lo veo, sentado donde siempre me esperaba y eso solo hace que mi corazón se dispare dolorosamente, demostrándome que aun siento demasiado por él. Veo como se pone en pie y se acerca con ese aire desgarbado que tanto me gustaba y cuando sus ojos, azules y brillantes, me miran tengo que obligarme a controlar mi cuerpo para no lanzarme directamente en sus brazos.

-Hola.- Me dice y parece algo cauto. Eso no es propio de él pero supongo que mi forma de tratarlo últimamente, ha provocado esta situación.

-¿Qué haces aquí? Ya te he dicho muchas veces que no tenemos nada de que hablar.

-Eso no es cierto.- Dice alargando ligeramente sus labios.- Dijiste que eramos amigos ¿no?- Mierda. Es cierto que en mi empeño por aparentar normalidad, le dije que nuestra situación era igual que antes, de amigos o más bien, follamigos.

-Hoy estoy muerto. Ha sido un día duro y...- el gruñido de mi estomago me hace enrojecer y más cuando veo como Stark se aguanta la risa.

-Anda, te invito a comer algo antes de irte a descansar.

Apartamento CompartidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora