Aceptación de lo sucedido

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Me muevo en la cama protestanto ante la luz que me molesta intensamente. Mierda. Anoche se me olvidó correr las cortinas. ¿Qué hora será? En cuanto abro los ojos tras restregármelos un par de veces veo a los dos chicos que duermen a mi lado. No es la primera vez que me despierto con mas de un chico en mi cama pero si es la primera vez que veo como Shizuku duerme abrazado a alguien que no sea yo.

Me fijo en como sus cuerpos estan enfrentados y entrelazados, Shizuku rodea al copito de nieve mientras este parece dormir plácidamente entre sus brazos. ¿Quién habría dicho que alguien tan pequeño podría dar la talla como hizo este chico? Ni siquiera se de donde salió o donde lo encontró Shizuku pero se ve que se le ha pegado mi buen gusto por los jovencitos.

Viendolos asi, tranquilos mientras duermen sin ningún tipo de preocupación, desnudos y expuestos me hace alargar una sonrisa torcida mientras tiro suavemente de la sabana que los cubre. Ambos son palidos de piel y puedo ver algunas marcas en el cuerpo del copito de nieve. 

Sus piernas entrelazadas no me dejan ver si están animados aunque cuando intento moverme los ojos de Shizuku se abren mirándome directamente.

-Está agotado.- Susurra con una clara advertencia. Yo sonrío aun mas.


***Shizuku***


Tomo la taza de te caliente y soplo un par de veces antes de atreverme a beber. Zaraki sama me mira con la misma intensidad y curiosidad desde que hemos salido de la habitación dejando a Toushiro descansando y sé que va a comenzar a meterse conmigo de un momento a otro.

-Así que te gusta...- Sentencia bebiendo su café solo.

-Sí.- Le digo recordando todo lo que Toushiro me hizo sentir... ¡me hizo sentir¡ Eso es algo que no me sucedía desde hacía demasiado tiempo.

-Vaya. ¿Y si te gustaba tanto por que no te lo quedaste para ti solo?- En cuanto dice eso desvío un poco la mirada y siento algo de celos.

-Él... lo escuché preguntar por ti.- Veo como abre los ojos sorprendido para luego alargar de nuevo su siniestra e irresistible sonrisa.

-Asi que en realidad me buscaba ¿Por qué?

-No tengo ni idea. Solo sé que en cuanto lo vi entrar en la fiesta me hechizaron sus ojos. Tiene fuerza, Zaraki sama. Sé que tiene mucho potencial aunque aun sea prácticamente un niño.- Mis palabras salen directamente de mi interior y sé que eso no es normal en mi.

-Vaya. Realmente te ha debido dar fuerte. Nunca has hablado como lo estas haciendo hoy.

Es cierto. Nunca, en todos los meses que llevamos juntos compartiendo todo el sexo que podemos, me había mostrado interesado en nadie y menos aun en el plano sentimental.

-Me gusta.- Digo mirando mi taza hasta que siento como Zaraki sama me alza la cara.

-Algo es algo. Creía que jamás volverías a sentir nada.- Su rostro está serio y sé que lo que dice es cierto.

Cuando nos conocimos, llevaba todo un fin de semana metido en un local de intercambio de parejas, orgías y esas cosas. Llevaba dos días allí metido, pasando de uno a otro. Había perdido la cuenta de cuantos me habían follado o de cuantas pollas había lamido. No había nadie que me satisfaciera. El sexo era algo tan necesario para mi como el aire o la comida pero nunca era suficiente. Hasta que llegó él. Zaraki Kenpachi. Una mole de dos metros con una anaconda entre las piernas que no se cansa de follar mientras su pareja de cama aguante. Con él volvi a sentirme satisfecho. Me agotaba hasta que podía dormir tranquilamente y sin pesadillas. No me exigía mas de lo que podía ofrecerle y compartíamos el gusto por el placer más básico. El sexo. Pero en el fondo de mi ser, sabía que me faltaba algo. No me sentía completo. Era como si hubiera perdido un pedazo de mi ser pero anoche, cuando vi los ojos de Toushiro, esa mirada salvaje a la vez que timida, hizo que esa parte desaparecida, apareciera con fuerza y tuve la imperiosa necesidad de averiguar de donde venía. ¿Por que ahora?¿Por qué él?

Apartamento CompartidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora