Capítulo 10

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Egeo:

Esto es una locura, estamos rumbo a París, un viaje apresurado con dos días de preparación, no estoy del todo convencido con esta misión. Mis amigos opinan que es nuestra mejor opción, ya que Niklaus no ha podido investigar mucho.   

Viene la tropa de Lev y la de Klaus que dejó al frente de la vigilancia a Derek y Faber, quiere darles otra oportunidad a los chicos. Dejé al frente como de costumbre a Chema, por mucho que confíe en los demás, José María es el mejor coronel de la central y por eso se queda al frente en mi ausencia.

Karl me acompaña, es mi sombra, no me deja solo en ningún momento. Lo peor de todo es que las primas de Antonella también vienen, no está bien involucrar civiles, mucho menos involucrarla a ella.

-Egeo ¿ya planeaste la estrategia? -pregunta mi amigo.

-A mi amiga no voy a mentirle-interviene Antonella de inmediato-si sospecha algo no nos ayudará, la verdad sin profundizar.

Nadie dice nada, al final si esta misión se realiza es gracias a ella, sino no, no tendríamos ni por dónde empezar.

La cita es mañana en un café ella sola y después quedaron por la noche las cuatro. Nos hospedaremos en uno de mis hoteles. Tengo varias propiedades y dinero de sobra. Se me dan bien las inversiones en la bolsa de valores. Tengo varias empresas de biotecnología, farmacéuticas, perfumerías y turismo en general. En fin, soy millonario sin mucho esfuerzo, tengo suerte y pongo a los demás a trabajar para mí, mi prioridad es detener el proyecto.

Saliendo del auto la tomo en brazos, ya no se queja, simplemente se acomoda buscando mi calor, concentrada en las lecciones de baile del teléfono.

Me encanta tenerla cerca a todo momento, sentir su piel, su calor bajo mis dedos. Ya odio usar guantes, con ella no lo hago, es una necesidad sentirla. Las personas nos miran raro y me importa poco. 

Ya en la habitación la dejo sobre la cama, preparando el baño. Cuando regreso aún continúa concentrada en los videos. 

- ¿Porque quieres dejar el ballet? -sé que lo ama. 

-Además de porque quería ser libre-sonrío para mis adentros, iba a dejar a mi hermano- es un sacrificio constante, lo amo, pero es sacrificado. Mi madre siempre me ha exigido demasiado, desde los 5 con las mismas reglas y restricciones, por mucho que lo ame en este momento lo veo como una atadura-asiento, la comprendo a la perfección.

- ¿Tienes algún plan? -me sonríe.

-Quisiera montar una academia, continuaría bailando, seguiría haciendo lo que amo, pero sin la presión desmedida y lo más importante, ayudaría a cumplir los sueños a otras personas. A mi corta edad he conseguido lo que otras tardan una vida. Quiero cumplir todos mis metas y sueños, ya cumplí gran parte, ahora solo me queda esta-la tomo en brazos haciendo que suelte ricitas, me encanta verla sonreír.

- ¿Porque no lo haces? -suspira y se encoje cuando comienzo a desnudarla. Joder su cuerpo me idiotiza por completo, es perfecta, tan pequeña, nos acomodamos en la tina, su espada contra mi pecho.

-No tengo los recursos necesarios-confiesa encogiéndose de hombros-por eso no estaba del todo segura de dejar de bailar, necesito más dinero.

No está contando con el dinero de su familia y no tiene acceso a su herencia hasta los 25. Lo investigué todo. Antonella es millonaria y no lo sabe. Su padre se ha encargado de crear una fortuna para su pequeña, propiedades, acciones en empresas millonarias, efectivo y sobre todo cuenta con una herencia billonaria que ha pasado de generación en generación acumulándose y creciendo, debido a que la familia Fregoso nunca tuvo una hija, ese dinero siempre ha estado destinado a la primera mujer. Antonella es la primera Fregoso de una larga línea aristocrática, solo su padre pudo cumplir el deseo de generaciones y generaciones de hombres y por eso ella es la dueña de todo ese dinero.

-Quizás un socio-sugiero y ella apoya su cabeza en mi hombro, mientras acaricio sus preciosos senos, me fascinan sus pírsines.

-Lo que tengo pensado es muy costoso y las ganancias serian a largo plazo, de años. Nadie invertiría millones para demorar tanto en obtener veneficios.

- ¿Eso crees? -gira su cabeza rosando sus labios en mi mandíbula. 

-Pues sí, porque no solo quiero impartir ballet clásico, quiero que sea arte en general, por supuesto el ballet sería lo más relevante-conozco a la perfección sus sueños Klaus y Shin un hombre de mi confianza y del que pocos saben que tengo relación, me han entregado un informe detallado de ella.

-Me gustaría hacer tipo un internado. Los presupuestos serian mayores, ya que no solo hay que buscar profesores de baile, música, plástica sino también de matemáticas, historias, lengua. Quiero una escuela donde los bailarines salgan instruidos completamente, donde puedan ir desde los cinco años, pero que sean capaces de ver otros mundos además del arte. Que puedan elegir su futuro no que lo fuercen a ello y lo más importante otorgaría becas, el cincuenta por ciento del capital se iría en becas. Además, también me gustaría incursionar en la gimnasia rítmica y patinaje sobre hielo, cualquier deporte que tenga relación con el baile ¿En verdad crees que alguien podría interesarse en mi proyecto?

-Me acabas de convencer-la miro a los ojos haciéndole entender que no juego.

- ¡No! -niega una y otra vez.

-Antonella me sobra el dinero, sería cincuenta a cincuenta y si en algún momento quieres comprarme mi parte te la vendería, no es más que un negocio-lo analiza durante un momento, no está segura.

-Seriamos socios-tomo su mentón susurrando sobre sus labios-piénsalo.

No dice nada y yo estoy demasiado ansioso, meto mi lengua en su boca, el sabor me inunda mareándome, quiero más, quiero apoderarme hasta de su último suspiro.

Acaricio la curva de su cintura, llegando a su vientre, un pequeño jadeo escapa de sus labios, tiembla cuando acaricio la parte interna de los muslos.

-Egeo-mis labios se desesperan sobre los suyos, como también las ganas de darle placer. No tengo experiencia, pero me he informado, salgo de la bañera dejándola sobre cama quedando entre sus piernas.

Aprieto la tersa piel de sus piernas pellizcando sus muslos y cuando llego a su sexo su espalda se arquea, puedo sentir su humedad y no es precisamente por el agua. 

Llevo mis dedos a mi rostro oliéndolos, joder es delicioso y cuando los meto en mi boca probándola como hace unos días mi corazón se acelera, el de ella está a punto de infarto, tan ansiosa.

-Mi chiquilla codiciosa. 

Me lanzo sobre sus senos, apoderándome de sus pezones, mi lengua los humedece atendiéndolos, poniéndolos más que duros, maltratándolos y tirando de esas lindas mariposas que la hacen gemir desesperada.

Riego su humedad untando su precioso coño de sus fluidos, atiendo el centro de su placer, viendo el deseo en su rostro, perdida en él, mordiendo fuerte su labio inferior.

-Egeo- no he dejado de maltratar sus tetas ni un segundo entreteniéndome con sus deliciosos pezones. Grita cuando uno de mis dedos entra en su interior, joder es tan cálido y apretando.Sus fluidos chorean empapándome la mano llevando otro de mis dedos.

Los meto y los saco con fuerza, con un ritmo apresurado pero eficaz, sé que lo estoy haciendo bien porque se balancea y gime mi nombre desesperada, sé que estoy dando en el lugar indicado porque su cuerpo está a puno de colapso y sé que lo disfruta porque cuando giro mis dedos en su interior sus fluidos mojan la cama.

Su cabeza está hacia atrás, su cara de placer me llena, atrapo mi miembro comenzando a masturbarme fuerte, necesito descargarme.

Sus ojos se oscurecen, no duraré, llevo muchos días reteniéndolo, bombeo rápido, aprieto mi polla con tanta fuerza que duele. Cuando la veo morder sus labios y abrirlos para que termine dentro, mi polla brinca corriéndome de inmediato sintiendo como lame mi punta para no desperdiciar ni una gota.

Me le tiro encima, ella ríe, le gusta que la aplaste, que mi cuerpo la cubra. Llevo dos noches durmiendo de esta manera, solo prendiéndome de sus pezones como un degenerado, porque temo hacerle daño si avanzamos un poco más. 

Mi bestia sale a cada nada. Estoy sintiendo los cambios, es como si pudiese reconstruir todo lo que las personas que me rodean hacen, puedo rastrear cada movimiento y ver como en un video lo que hicieron ese lugar.

Puedo moverme mucho más rápido, más felino y temo lo que pueda encontrar en mi ADN cuando lo analice.

Egeo (Mares)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora