Egeo (Mares)

Capítulo 46

Egeo:

Estamos aterrizando en el comando. Mikalay y Faber se encargan de Antonella y de Ezio. Niklaus se comunicó con su familia y ellos los están esperando. Egon continúa sedado y eso es realmente malo, la dosis del sedante fue demasiado grande, eso quiere decir que el cambio también lo será.

-Abre la cámara-Lev sigue mi orden abriendo las puertas.

La habitación blanca vislumbra rápidamente, lo dejo en la camilla, pero los amarres son demasiado grandes, son de mi tamaño. Lo ato como puedo envolviendo las cadenas a su alrededor, haciendo de sierre las muñequeras y tobilleras.

-Es demasiado-Karl suena abatido, nunca le ha gustado esto, incluso se oponía atarme.

-No lo es, puede hacerse daño-lo miro-te lo aseguro, es más peligroso que se suelte, ustedes nunca han visto los días previos al suero.

-Aún peor de cuando vienes-no le respondo porque ellos no se imaginan cuan malo puede ser. Mí ultima dosis fue llevadera debido a Antonella.

-Tienes algún tipo de sedante o algo-niego.

-No se puede sedar, el dolor será mayor, hay que dejar que el suero actúe. Ya empezó, aunque lo vean tranquilo,ya está cambiando. El sedante debe salir del sistema, el organismo tiene que estar limpio para infectarse, es como si el suero fuese un virus.

Como si nos estuviera escuchando un grito agónico se le escapa a mi hijo. Lo rodeamos rápidamente, grita nuevamente tirando de las cadenas.

-¡Tenemos que ayudarlo!-Lev busca por toda la habitación y Karl lo acompaña.

- ¿No podemos hacer nada? -grita nuevamente.

No debí permitir esto, esto no debía haber pasar, es mi culpa, yo debía cuidarlo.
Grita nuevamente, las cadenas chirrean.

-Joder la va a romper-no sé cuál de mis amigos lo dijo. No lo sé porque el dolor de mi hijo me está rompiendo, es una tortura, está pasando por una cruel tortura.

Las cadenas caen al suelo y lo sostengo por los hombros impidiendo que se incorpore, mientras buscan más cadenas.

Pero justo en ese momento comienza lo peor. Comienza a ahogarse, toma una bocanada de aire, pero no les llega a los pulmones, porque simplemente no están funcionado.

Eso hace el suero mata todo tu organismo y lo revive, mueres producto al paro de cada órgano, uno por uno.

-¡Morirá!-trato de no escuchar a mis amigos ¡Si, puede morir! Puede no soportar el cambio.

Continúa buscando aire, pero es imposible, así continúa durante más de tres horas.

Sus ojitos se abren, cambiaron, son morados, un lavanda reluciente, y algunos hilos que son un recuerdo de aquellos que poseía, un ligero hilo azul y gris.

-Papá-una lágrima rueda por mi mejilla al escuchar por primera vez esa palabra de sus labios, sé que es porque cree que morirá.

-Papá-la palabra se repite y me maldigo por no poder aliviar su dolor, por no poder tomarlo. Tose y sangre mancha sus labios-me duele.

Eso es lo último que dice antes que los gritos comiencen nuevamente, los espasmos y contracciones de su cuerpo. Ha roto las cadenas, la camilla, estamos golpeados, algunos sangrando, pero él continúa en su tortura.

-Debe haber una forma-Niklaus lo mira con profundo dolor, han gritado, llorado, pero aun después de horas no comprenden que no hay forma de ayudarlo.

-Egeo tenemos que ayudarlo-ruega Lev.

- ¡No podemos! -grito desesperado-es mi hijo, creen que si podría ayudarlo no lo haría.

-Está muriendo-me recrimina.

-Tiene que morir-me observan como si estuviese loco.

-Sus pulmones están fallando, es lo primero que falla.

-Estás diciendo que...-no completa la frase.

-Todo muere y el suero lo revive, lo que le aplicaron es veneno, envenena órgano por órgano, muere y siente como va reconstruyéndose cada uno de ellos.

-Dios, lleva más de ocho horas solo con los pulmones. ¿Cuánto demorará en completarse?

-No tengo la menor idea, las mías al inicio duraban horas, luego días, pero él es más fuerte, su cuerpo tiene más predisposición al cambio, mayor de la que nunca tuve. No sé hasta qué punto lo cambiará y el cambio duele.

-Nada se consigue sin dolor-concluyen.