Antonella:
Egeo está loco, salió de la habitación sin dar más explicaciones. Estoy aturdida, no sé cómo, ni cuando llegamos aquí.
¿Qué carajos le pasa?
Para rematar se fue, sin azotarme, joder, me dijo que me azotaría, es un imbécil. Me acerco al vestidor y me quedo sin aire. La puerta se abre dejando entrar a las chicas.
- ¿Es cierto que se van a casar? -grita Paula histérica.
-Eso parece-no lo puedo creer-está demente.
- ¿Lo sabías? -pregunta Valeria, pero no soy capaz de responder, por lo que ella misma interpreta el silencio-idiota, es un idiota.
-El jardín esta precioso-camino hacia la ventana y es cierto, Dios es hermoso.
El sol está cayendo, Glicinas con guirnaldas de luces hacen una carpa unida al camino hacia el altar, el césped está cubierto de pétalos blancos. Los asientos son sencillos para máximo 20 invitados, es perfecto.
- ¡Esto es una locura! -niego entrándome los nervios, acaso este es el castigo del que hablaba.
No es que casarme sea un castigo para mí, pero teniendo en cuenta que mi último matrimonio no fue del todo bien, no sé cómo afrontar otro en tan poco tiempo.
-No creo que te puedas retractar-habla nuevamente la mujer de Chema.
-Este hombre está demente-no puede llevarle la contraria, Chiara tiene toda la razón- ¿En qué jodido momento te divorciaste de Azov?
-No lo hice.
-Pero...-la interrumpo.
-Consiguió la anulación, no sé cómo, pero la tiene-se instala un silencio prolongado.
- ¿Al menos tienes vestido? - Paula salva el momento de tensión y no sabe cuánto se lo agradezco. Señalo con la cabeza el vestidor.
-¡Oh dios!-gritan al unísono y es para gritar, es el vestido más hermoso que he visto, el que yo hubiese elegido.
El top es de etilo ilusión con cristalería que hacen monarcas, pero monarcas azules y la espalda está descubierta. La falda es de capas escalonadas formando ondas en los bordes, creando un perfecto volumen en el tul. Es tan delicado, un sencillo cilindro lo ajusta a la cintura, es perfecto parece frágil y puro como una pluma.
-Te ayudaremos a prepárate.
Me acerco a ellas que me llevan hasta el tocador. Me recogen el cabello en un elegante peinado con mechones sueltos y maquillaje muy sencillo. Cambian la venda por una tira pequeña, la herida no es tan grande como parece, es solo un corte.
- ¿Son diamantes? -pregunta Chiara colocándome el velo sobre el rostro, tocando delicadamente las mariposillas que lo adornan.
-Toda la jodida pedrería del vestido lo es, velo, accesorios-las pequeñas mariposas de pendientes, en el cabello también llevo broches pequeñitos y la peineta que sujeta el velo de mariposas y hojas- los zapatos, incluso la liga, todo, son diamantes azules-sé que lo que dice Olivia es verdad, los diamantes son del mismo tono de sus ojos y exactamente igual que mi anillo de compromiso.
-Dios ¿cuántos millones lleva encima?
-Si te digo que con ellos podríamos alimentar a toda África y un poco más, me creerías-Olivia no solo deja con la boca a mi prima, sino a todas.
-Eres la novia más hermosa que he visto-habla Mika desde la puerta, siento mis ojos mojarse.
Se me hace inevitable la avalancha de recuerdo de hace dos años. Papá pronunciando esas mismas palabras, de mi hermano besándome en la frente mientras acomodaba mi velo. De mi madre no tengo buenos recuerdos siquiera me felicitó, pero no me importó.

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Egeo (Mares)
RomanceLa desconfianza y secretos de mi marido me llevaron a los brazos de alguien más. No cualquier hombre, sino su hermano gemelo. Egeo Mansfeld una pesadilla disfrazada en vivos colores y ojos color hielo. Una mariposa que engaña con vibrantes colores o...