Capítulo 12

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Antonella:

Estoy fuera a un lado,escuchando la conversación entre Katerina y Jimena.

-Un millón-vuelve a pedir la chica.

-Dile que mire su cuenta bancaria-le habla Egeo a través del aparato a Katerina-cuando te entregue el paquete tendrá el doble.

-Revisa tu cuenta bancaria-se quedan en silencio durante uno segundo hasta que Jimena ahoga un grito-tendrás el doble cuando me entregues el material. 

-Lo tendrás, ya confirmé mi presencia, sabes cómo funciona, no podré entregarte nada, si me voy con un hombre estaré incomunicada 24 horas. Sabes la contraseña de mi taquilla, ahí encontraras el paquete en la caja de música rosa.

Al parecer así se comunican cuando algo va mal con los clientes.

-Lo entiendo-un teléfono suena.

- Claude acaba de informar una subasta de vírgenes-informa Jimena resoplando-mierda.

- ¿Qué pasa? -pregunta Katerina preocupada.

-No puedo entrar, el show es privado y exclusivo solo para esas chicas. Nosotras vamos apoyarlas con el vestuario y lo que haga falta. Nos están ofreciendo el doble que en una noche normal. Eso quiere decir que lo están preparando de última hora.

-No podemos llegar a esas chicas, siempre tienen demasiado miedo, no se puede confiar en ellas, las drogan-mierda porque todo tiene que ser tan difícil- ¿ellas ya vienen con los exámenes hechos?

-Por supuesto, lo comprueban cientos de veces antes de entregarlas a sus compradores-joder odio tanto escuchar como tratan y hablan así de mujeres, de personas, como si fuesen una mercancía.     

-Podríamos infiltrar a alguien-sugiere mi amiga, los hombres a mi lado resoplan, se los presenté a Katerina y por una extraña razón no quisieron que fuese sola, o por lo menos la mayoría de ellos. Ha Egeo la verdad le está importando muy poco todo últimamente, soy lo único que existe para él.

-A nosotras nos conocen a pesar de llevar antifaces, tengo unas chicas que encajan a la perfección en los gustos de Eriks en especial una-no sé porque esto me da mala espina.

-Tu amiguita encajaría perfecto en sus gustos virginales e inocentes.

-Ni hablar-ruge Egeo haciéndome saltar, provocando que Jimena balla hasta nuestro lugar.

-Antonella-comienza ella.

-Lárgate-la interrumpe Egeo.

-Tu marido no tiene buen carácter-el susodicho pretendía levantarse, sé que le partirá el cuello, dejo un bese cerca de la comisura de sus labios.

-Siéntense con nosotros-las invita Niklaus.
No les presto atención para nada a lo que están hablando. Mis primas y Katerina entretienen a Jimena.

Dejo un pequeño surco de besos húmedos por su mandíbula hasta llegar a su oreja, la envuelvo entre mis dientes, se me acelera el corazón cuando su agarre posesivo aumenta ¿porque me gusta tanto?

-No dejaré que se me acerque-gruñe-bambino-canturreo en su oído, puedo sentir como su polla dura se sacude, joder, siempre está duro-tenemos que salvar a esas mujeres.

-Esas mujeres me importan muy poco si estás tú de por medio-sus brazos me cubren por completo. Jesús en tan grande, parezco un pequeño grano de polen en sus manos y eso me gusta demasiado.

Me gusta demasiado su lado posesivo y el que haga cualquier cosa por mí, que me ponga por encima de todo, incluso de sí mismo. Nunca nadie se arriesgado de esa manera por mí, ha antepuesto su bienestar y metas por mí. 

Tengo esta extraña conexión con él, sé que está mal, sé que es peligrosa, joder estoy casada con su hermano, pero deseo seguir sintiendo esto a como dé lugar, le deseo a él. Deseo existir solo para él, me enloquece saber que solo yo lo he tocado, eso enciende un extraño sentimiento primitivo en mí.

-Podría jaquear el sistema, ver la lista de invitados, atrapar a algunos y hacernos pasar por ellos. Muchos van con disfraces, no es bueno para la reputación-siento un profundo alivio.

- ¿Podrás? -la pregunta sale cargada de esperanza, quiero salvar a esas mujeres y sé que Egeo hará cuanto está en su mano para impedir que sufra algún daño, soy su chiquilla caprichosa, a la que cuida exageradamente.

-Por supuesto. Egeo no tendrá que tocarla, solo tiene que entretenerlo.

El susodicho ni lo mira. Se que no quiere aceptarlo, por lo que tomo su rostro entre mis manos.

-Estarás ahí, solo un rose y podrás matarlos a todos, además mi prima me acompañará-miro a Chiara que sabía desde el inicio que era ella, Paula tiene de todo menos aspecto virginal.

Conecto mi mirada con la de él, siento murmullos a lo lejos, pero solo soy capaz de perderme en sus fríos ojos.

-Si las ve con complicidad durante la subasta las comprará a ambas-el tono fuerte de Katerina me saca de su hechizo- No fuerza a ninguna mujer a estar con él-ella está segura, es su hermano.

- ¿Que nos asegura que las elegirá? -pregunta Lev.

-No la vez, es como si padeciera el síndrome de Highlander-me apunta y yo hago una mueca- en el mejor de los sentidos-señala rápidamente guiñándome un ojo, provocándome una risita- aparenta unos 17 máximo, demasiado dulce, él siempre ha buscado eso, pero no lo encuentra, las mujeres generalmente en su mundo pierden ese brillo a muy temprana edad y él no es un pedófilo, las chicas de las subastas son todas mayores de edad. Chiara entrara de inmediato entre sus favoritas, le gustan las pelirrojas. 

-Entonces las elegirá a ambas-asiente segura.

-Por supuesto, así le será más fácil entretener y a ustedes robar-esto último es para Klaus y Oscar. 

-De eso me encargo yo-habla Egeo con un claro fastidio en su tono-no necito que nadie entretenga a nadie.

-Joder Egeo estará alerta si no tiene carnada, además a través de los micros sabremos el momento en que es mejor intervenir.

-No necesito micro, puedo oír una conversación a más de 20 kilómetros-Jimena ahoga un gritico y niega, pero para mi sorpresa se queda callada.

Está como embelesada con Egeo, esto no me gusta nada, me están entrando unas ganas de retorcerle el cuello. 

Dios mío, pero que estoy pensando, en verdad estoy perdiendo la cabeza. 

-No, nada que discutir ¡No iras! -sus fríos ojos se centran en los míos- no te pondrás en riesgo, que valla Paula o busquen a otra.

Siento el latido acelerado de su corazón cuando me aprieta tanto a su cuerpo que pareciera que me va a romper. No decimos nada, el ambiente está pesado.

Egeo (Mares)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora