Antonella:
La briza marina acaricia mi rostro desde la escalinata del palacio. Miro las aguas cristalinas de unos de los rincones de ensueño de Marsella.
-Cada día están más grandes-miro las marañas de risos dorados, que corren alrededor de mi padre mareándolo.
-Se parecen tanto a él- Paula suspira y Marak me abraza reconfortándome.
-¡Estarán bien!-sé que lo dice para darme esperanzas, pero no lo creo, no lo estarán. Mis hijos no son normales, su oscuridad es mayor que la de su padre.
Ni siquiera parecen tener 3 años, son más grandes y maduros, unos pequeños sicarios, mandones y sádicos. Sádicos de una forma cruel y despiadada. Si así son con apenas 3 años no puedo imaginar lo que serán cuando sean hombres.
- Marak -lo llama papá con una inmensa sonrisa en el rostro.
Son como dos gotas de agua, salvo por el cabello negro de Marak. Aún no me creo que tenga otro hermano, como tampoco puedo creer todo lo que hizo mi madre. Sabía que era una mujer sin escrúpulos, pero no sabía hasta donde podía llegar.
Mi padre nunca la amó, su mujer, la madre de Marak había muerto en manos de la mafia italiana y Mariella prometió entregarle el nombre del asesino, gracias a los nexos que su familia tenía con la mafia.
En cambio, él tenía que casarse con ella para proteger a su hijo. Papá crió a Rafaello como si fuera su hijo, lo amó y lo ama como si lo fuese. Yo fui producto de una borrachera de mi padre, de la cual mi madre se aprovechó para atarlo a ella.
No sabemos quién es el padre de Rafaello, pero creemos que es lo suficiente peligroso como para que mi madre quiera esconderlo por encima de todo. Para que llegara a casarse con un desconocido y hacerlo pasar por su hijo.
Lo peor es que no hemos tenido noticias de mi hermano. Desde hace aproximadamente dos años está desaparecido. Sé que algo le ha pasado, él no nos dejaría solos, incluyendo a Marak. Mis hermanos se llevan muy bien, papá quiso proteger a Marak, dejarlo fuera, no sabemos la razón por la que mataron a su mujer y si están detrás de mi hermano mayor.
La carcajada de mi hermano retumba, los gemelos lo persigues con una serpiente, ríen y ríen sin parar.
- ¡Estaremos bien! -Paula toma mi rostro entre sus manos-no nos encontraran, ni Egeo, ni Azov, nadie. Encontraremos a Rafaello, buscaremos a las chicas, buscaremos un lugar seguro, donde podamos estar solos y a salvo-mis ojos se aguan-te lo prometo.
Asiento tratando de convencerme, mirando a mis niños, son míos, tan míos como nada lo había sido antes, siquiera su padre y por ellos lo conseguiremos. Todo irá bien.
***
Veinticuatro horas después estoy en la ciudad con mi hermano. Paula y papá se quedaron con los gemelos.Marak se pondrá en contacto como cada día con la seguridad de la cuidad, tanto la legal como la ilegal que nos protegen. Yo en cambio me dirijo a una tienda de ropa, los niños cresen rápido, ya necesitan unas cuantas mudas y no es que sus gustos sean muy comunes, los mando hacer a medida.
Son tan parecidos a su padre que duele, el pinchazo de dolor siempre acude. Ezio es físicamente como Egeo, como dos gotas de agua, es calculador, estratega, le gusta la música, también toca el piano.
En cambio, a Egon le gusta la pintura, con solo tres años es un prodigio, sabe plasmar sobre el lienzo sus emociones como si lo hubiese hecho toda una vida, como si no fuese un niño de apenas 3 años. Es tan imprudente, impulsivo, hace lo que le place, como y cuando quiera, sin importarle los daños secundarios, le gusta ensuciarse y no precisamente como lo haría un niño, pero sus gestos tienen ese deje refinado y imponente de mi padre.

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Egeo (Mares)
RomanceLa desconfianza y secretos de mi marido me llevaron a los brazos de alguien más. No cualquier hombre, sino su hermano gemelo. Egeo Mansfeld una pesadilla disfrazada en vivos colores y ojos color hielo. Una mariposa que engaña con vibrantes colores o...