capituló 26

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El cuarzo transparente es uno de los cristales más utilizados y famosos, si no el más utilizado. Esta piedra de color blanco opaco suele colocarse junto a otros cristales para aumentar su energía y poder, y no puede faltar en ninguna habitación. Sin embargo, esta piedra preciosa también tiene su propia magia poderosa. Se dice que ayuda a la concentración, la memoria y a equilibrar la energía interior. Por lo tanto, mejora la claridad mental y ayuda a la concentración y al estado mental. El cuarzo transparente se utiliza popularmente para la meditación, las manifestaciones y el trabajo restaurador.



Los días posteriores al partido de práctica contra Aoba Johsai dejaron a Tobio exhausto.


Las imágenes de Oikawa-san e Iwaizumi-san simplemente no salían de su cabeza y temía lo que sucedería la próxima vez que se vieran.

Pero al mismo tiempo, se enojaba con ese tipo de pensamientos, porque estaba harto de que sus almas gemelas controlaran su vida de esa manera.


Pero aún así no había mucho que hacer salvo intentar superarlo.

Kentarou no había mencionado nada desde esa noche, pero cada vez que su equipo de voleibol salía a relucir, el rubio parecía irritarse y enfurecerse. Tobio se alegraba de que el otro no insistiera en obtener más respuestas; sobre lo que sucedió, lo que exactamente ocurrió en la escuela secundaria.
Sin embargo, tenía la creciente sospecha de que su amigo había dejado de jugar nuevamente. No quería que abandonara el equipo solo por él, pero poco podía hacer al respecto. El chico de ojos azules sabía lo terco que podía ser el atacante opuesto.


En ese momento, le contó todo esto a Akaashi-san mediante una videollamada.


"No puedes culparlo por su reacción, por frustrante que sea. Está justificada, Kageyama-kun".

El rostro de Akaashi estaba tan tranquilo como siempre mientras hablaba, pero sus ojos estaban un poco preocupados. No le había gustado lo que descubrió el otro día, pero trató de mantenerse racional por el bien de los armadores.

Llevaban ya media hora en videollamada. Al principio se alargó un poco, porque el cuervo dudaba claramente en hablar de lo que le molestaba exactamente. El otro ya no estaba muy contento con sus dos almas gemelas.


Tobio le había contado a su amigo el año pasado sobre sus almas gemelas después de que el otro adolescente notara su desagrado cuando se trataba del tema. Decir que a Akaashi no le hizo gracia sería una subestimación, pero respetaba el deseo de Tobio de no hablar de ello y dejar que sus almas gemelas románticas fueran.
Un tema que Bokuto-san no encontró aceptable en absoluto.

"Creo que tiene razón. ¡Yo tampoco querría jugar con esos imbéciles!"


La cabeza de Bokuto apareció junto a la de Akaashi mientras sus mejillas se hinchaban en desagrado, simplemente por su euforia y su enojo en nombre del más joven. Su boca todavía estaba en un puchero.


—De cualquier manera, Bokuto-san. De cualquier manera —lo corrigió Akaashi gentilmente. Lanzando una mirada cariñosa a su alma gemela cuando el otro solo asintió con la cabeza, aceptando su respuesta con una mirada pensativa en su rostro.

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