Rodonita

capituló 43

El granate representa la victoria, la seguridad y el compromiso con su tenacidad, y simboliza la fuerza y ​​la perseverancia. En el antiguo Egipto, el granate era considerado el símbolo de la vida y tenía muchos usos médicos en la Edad Media. Además, se cree que la piedra trae suerte a las relaciones y al amor y fortalece la autoestima, la pasión, la energía y el amor eterno. También ofrece protección y seguridad contra la influencia del mal o la negatividad, lo que refuerza sus supuestos poderes curativos.

Los siguientes días de escuela pasaron rápido. Despertarse, ir a la escuela, practicar, lecciones, practicar, caminar a casa. Repetir. Tobio entrenó mucho en estos días y notó cómo muchos de sus otros compañeros de equipo hacían lo mismo. Ahora ocupaban incluso dos gimnasios, y usaban también el del club de voleibol femenino después de terminar.

Sin embargo, el cuervo se mostró agradecido y utilizó todo el tiempo libre o extra que tenía para trabajar con la pelota. Muchas veces solo. Después de los dos primeros días, por suerte, recibió ayuda de Yachi, que estaba feliz de lanzarle algunas pelotas. Gracias a eso, se acercó un poco más a la tímida niña y admitió que disfrutaba de su pacífica compañía.

Él y Hinata no habían hablado desde ese día. Las clases separadas y los entrenamientos adicionales por separado simplemente contribuyeron al silencio.

Sólo cuando llegó a casa, cuando el ajetreo de la escuela y la mayor parte del día habían pasado y el chico de 16 años se encontraba en camino a su casa, el tiempo comenzó a ralentizarse. Se arrastraba como baba entre los dedos del chico, hundiéndose lentamente por las grietas del suelo y dejándolo sin otra opción que mirar en silencio. En casa, el chico oía el tictac del reloj de la cocina, podía sentir su cuenta incluso a través de las capas de ropa y los auriculares.
Su padre estaba más en casa estos días y Tobio se sentía constantemente observado, juzgado, evaluado. Así que esperó a que el tiempo pasara hasta que comenzara el día siguiente. Enjuagar y repetir.

Tobio acaba de terminar otra serie suya, esta vez solo nuevamente, midiendo la distancia de cada botella y la longitud de su brazo hasta ella, cuando un golpe en la puerta del gimnasio lo sacó de sus pensamientos.

"Heyyyyy, ¿cómo va la práctica? ¿Algún proceso?" La alegre voz de Sugawara resonó en la habitación mientras el chico se acercaba al cuervo.

Sacudiendo la cabeza, Tobio apretó el balón de voleibol en sus manos un poco más fuerte con frustración mientras veía al otro acercarse.

Suga ladeó la cabeza, con una expresión alentadora y comprensiva en su rostro. "Sé que es molesto, pero no dejes que esto te desanime. A veces, todo lo que necesitas es tiempo". Chocó brevemente su hombro con el de Tobios y este último asintió con fuerza.

"Hola."

"¡Hola, ustedes dos! ¡Acaben con esto!"

Otra voz apareció en la puerta y los dos setters se giraron para ver a Daichi de pie en la entrada, haciendo un gesto hacia afuera.

—Ah, sí, vine aquí para decírtelo. ¡Es hora de limpiar! Sé que quieres continuar, pero no más prácticas extra hasta la tarde de hoy, señor. El adolescente de cabello gris lo empujó suavemente en dirección al carrito de pelotas.