Hoy ha estado tranquilo el trabajo, en esta sucursal no hay tanta gente como en la que trabajaba ayer, la verdad me agrada más aquí. Tal vez el cambio sea bueno y en definitiva, lo es. Tendré un mejor sueldo y eso implica tener más oportunidad de ahorrar un poco más de dinero.
Me dieron un pequeño curso de cómo tenía que tratar a la gente, aunque sé que la trato correctamente. Supongo, todos los años que he dedicado a este oficio son lo suficientemente efectivos para realizar bien mi trabajo.
Mi turno terminó temprano, cuando estaba a punto de salir del restaurant me detuvo mi nueva jefa. La cuál, podría decir que me recibió con la mejor de las actitudes.
-No olvides que ésta semana entraras a las 8:00am y saldrás temprano- me habla en tono suave, sin embargo; hay cierta tonalidad de firmeza en su timbre de voz.
-Claro, no lo olvidaré, salgo a las 2:00pm- sonreí a medias, asintiendo ante sus anteriores palabras.
-Bien, ya te puedes ir. Solamente quería estar segura de que supieras tu nuevo horario- Y sin más que decir, giró sobre sus propios talones para seguir su camino por la ampliedad del restaurant.
Como esta semana saldré temprano aprovecharé para hacer unas cosas que tenía pendiente, entre ellas esta ir a ver a Sarah, debe estar algo triste, así que iré a verla. De algun modo me siento un tanto nostálgica por la manera en que las cosas le ocurrieron, la impotencia que debe estar sintiendo al no recibir el apoyo de sus padres con respecto al trabajo. Creo que por lo menos, yo no tengo que preocuparme por esos detalles.
(...)
Ya en su casa toqué el timbre y unos segundos después, abrió un niño pequeño, debe ser su hermanito. Es un niño castaño claro, casi como lo es Sarah, sin embargo; la diferencia de edades y estaturas es bastante pronunciada.
-Hola pequeño- saludé animadamente, con la esperanza de recibir la misma acción.
-¿Pequeño? Tengo 6 años- espetó, con el ceño fruncido. Había cierta irritabilidad en sus palabras, pero no le quitaba el hecho de verse adorable.
-Perdón- reí con humor. -¿Está tu hermana?- pregunté con la finalidad de calmarlo.
-Sí, pero está ocupada- y sin más, cerró la puerta. Dejandome tan atónita como boquiabierta.
Para ser un niño de solo 6 años es algo mal educado. En fin, le llamare a Sarah.
El sonido telefonico del otro lado de la linea se hizo presente y fueron apenas unos timbres, cuando contestó.-¡____! Me estoy volviendo loca con mis hermanos- dijo desesperada, lo bastante frustrada como para no percatarse que su hermanito acababa de cerrar la puerta en mi cara.
-Me imagino, tu hermanito me acaba de cerrar la puerta- sonreí. La verdad es que no me molesta en lo absoluto, después de todo, es sólo un niño.
-¿Estás afuera?- Cuestiona luego de unos segundos de silencio.
-Sí, ábreme- Reí levemente y luego colgó la llamada.
Miré mi celular para ver si se había cortado la llamada, pero la verdad es que me colgó.
Abrió la puerta y ahí estaba mi amiga llena de pintura en el cabello.
-Hey, ¿Qué te paso? Sí que son unos artistas tus hermanos- hizo una mueca y se tocó el cabello.
-Ya, pasa y no me mires.
Entré a la casa y parecía haber un tornado ahí dentro. Definitivamente estaban fuera de control estos niños.Sarah gritaba a sus hermanos que dejaran de correr por toda la casa pero no le hacían caso. Se dejó caer en el sofá y se tapó la cara con un cojín que estaba a un lado.
-Ya no puedo más- dijo rendida.
-No es tan malo, solo tienes que hacerlo divertido, eso es lo que les gusta a los niños.
-Eso no va conmigo, soy demasiado floja.
-Ese es tu problema- reí y le di un pequeño golpe en el brazo.
Me acerqué a donde estaban los niños y traté de entretenerlos un rato. Me la pasé muy bien, yo no tengo hermanos pero siempre quise por lo menos uno, bien, no sé si es que tengo, me aleje de los que se supone eran mis "padres" hace dos años y no sé si tienen más hijos, la verdad no me interesa, estoy mejor ahora que no estoy rodeada de gente mentirosa.
-Vaya sí que se cansaron- me dice Sarah sacándome de mis pensamientos y miré al pequeño de 2 años que estaba dormida en mis brazos.
-Sí, por fin ya durmieron, son muy lindos y tiernos- dije sonriendo y recostando al pequeño en el sofá- ya tengo que irme, ya es tarde y tengo que ir a casa.
-¿Quieres que te lleve?, puedo robar el carro de mi mamá, está en la cochera.
-No, tú tienes que cuidar a tus hermanitos, yo me iré sola.
-Bien, gracias por acompañarme en este momento de padres ausentes- rió.
-De nada, nos vemos otro día- la abracé y salí de la casa.
Cómo se me pasó rápida la tarde con los niños, son tan alegres que olvidé la hora. Al llegar a mi edificio vi un grupo de maleantes salir corriendo, me escondí tras un carro y cuando ya no se veían entre al edificio. El recepcionista no estaba y me preocupé. Marqué el piso número ocho y todos mis vecinos estaban en el pasillo, unos susurrando entre ellos, otros llorando y algunos haciendo llamadas.
Las puertas de los departamentos estaban destrozadas y la mía no era la excepción.
Entré a mi hogar y todo estaba destruido y gracias a Dios no se llevaron nada, no tengo cosas de valor, pero tendré que utilizar todos mis ahorros para reparar todo éste desastre.
Al paso de varias horas ya estaba todo arreglado, la puerta lista y gasté una gran cantidad de dinero en un buen sistema de seguridad, espero no haya más sorpresas como ésta nuevamente.
Definitivamente mis ahorros para el concierto se fueron en una noche.
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Buscar Hasta Encontrarte (Niall Horan y Tú) |NO EDITADA|
FanfictionNiall Horan, te hace sonreír sin que alguna vez te haya dedicado una mirada, te hace suspirar sin haberte dedicado una canción, te hace sentir que eres la mujer perfecta sin si quiera conocerte. Es curioso estar enamorada de alguien que no sabe que...