Capítulo 27

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Todo en mi interior poco a poco se iba quebrando, mis padres que aún continuaban frente a la puerta no dejaban de mirarme. No decían ni una sola palabra.

-¿Qué hacen aquí?- dije en un tono más brusco, calcando cada palabra. No tenía idea de cómo me encontraron. Por años traté de evitar que dieran con mi paradero, no dejé a su saber si quiera una dirección o un número de teléfono. Nada. Simplemente desaparecí.

-Hija debemos hablar- me dijo con voz quebrada mientras se acercaba a mí, trató de tomar mi mano pero se la negué acercándome más a Niall. Como quisiera que no viera esto.

Negué y reí irónicamente.

-¿No crees que es demasiado tarde para hablar? Han pasado años, entiéndelo, años.

Mi madre quiebra en llanto, acción que me hace sentir mal, pero mantengo mi actitud igual. Niego con la cabeza y esquivo su cuerpo pasando por un lado de ella, llevando a Niall conmigo. Mi padre trata de cruzar algunas palabras conmigo pero no lo dejo. Nos detenemos frente a la puerta. Mi padre se acerca a mi madre y trata de consolarla.

-Quiero que se vayan- dije por lo bajo tomando un poco de aire.

-Hija por favor, tienes que dejar atrás el pasado. No arruines la relación que tenemos como familia.

-No somos familia, parece que lo has olvidado. Pues yo no, sigue atormentándome cada noche. Mi vida está mejor así- dije sin tentarme el corazón. ¿Hacía mal? Puede ser, pero no estoy lista para hablar, no en este momento.

-Está bien, si así lo quieres nos iremos por ahora. Espero que cambies de parecer. Toma mi tarjeta, ahí está mi número de teléfono. Llámanos.- tendió hacia mí la dichosa tarjeta pero no la acepté, en cambio Niall la recibió sonriéndole de lado a mi padre, este último le devolvió el gesto.

Salieron de mi campo de visión y en un movimiento rápido colocando las llaves sobre la cerradura abrí la puerta de un golpe, la dejé abierta y fui directo a la recamara. No pude más y caí de rodillas sobre la alfombra, dejando salir el llanto que invadía mi alma.

Llorar no arreglaría nada pero es la única manera de sacar mi frustración, todos esos recuerdos dolorosos. Durante años lloré y no quería repetirlo aunque fuera necesario.

La mano de Niall tocó mi hombro dándome consuelo. Quedó a la altura que estaba y tomó mis mejillas con sus manos, haciéndome verle a los ojos. Odiaba que me viera así, vulnerable.

-Tranquila amor- desvié mi vista pero él la buscó hasta que de nuevo quedamos frente a frente.

-No puedo. Siempre desvié este problema y ahora todo regresa.- también toco sus mejillas.

-¿Quieres hablarlo?- preguntó besando mis labios.

Asentí con la cabeza. Nos sentamos en la cama mientras que recargamos nuestras espaldas en los grandes cojines. Me recargué sobre su pecho al poco tiempo.
Duré unos cuantos minutos para calmarme y poder explicarle tranquilamente mi pasado. Tomé una gran bocanada de aire y me digné a seguir.

- Hace muchos años, incluso antes de conocerte en el restaurant, descubrí que no soy hija biológica de mis padres... las personas que estuvieron aquí. No fue sencillo darme cuenta de esto, probablemente si ellos me lo hubieran dicho sería más fácil, pero no, ellos no me lo dijeron- Limpié una lágrima que amenazaba con salir y aclaré mi garganta- encontré mi acta de nacimiento cuando buscaba unos papeles que me habían pedido en la escuela. No había nadie en casa, por lo que decidí buscar en una caja justo arriba del closet de mis padres, en ella había un sobre y una carta dentro.

Me aferré más al cuerpo de Niall. Jamás había hablado de esto con alguien, además de Sarah.

-¿Qué decía esa carta?- pregunta incitándome a seguir.

Buscar Hasta Encontrarte (Niall Horan y Tú) |NO EDITADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora