Capítulo 36

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Casi dos meses, es el tiempo desde aquella vez que mis ojos lograron captar la cercanía de Niall. Cada día lucho por seguir a flote y conseguir esas pruebas. No he visto a Brenda, ni desearía verla pero no es lo correcto, no cuando quiero que confiese todas y cada una de sus mentiras.

Todo este tiempo he faltado a clases, dudo mucho que quieran aceptarme de nuevo en el programa cuando ni siquiera avisé de mi situación, pero cómo podría hacerlo si la prensa ha estado metiéndose en esto día a día. No puedo salir durante mucho tiempo porque de ser así ellos me encuentran y comienzan a hacer preguntas o tratar de afectarme con algún comentario sólo para hacerme enojar y que diga algo que puedan publicar en una nota. No les daré el gusto, así que salgo a lo necesario, a trabajar y de regreso a casa.

Poco a poco me he quedado más sola de lo que planeo, primero mis padres se marchan por mucho tiempo y luego mi amiga. Cuando necesito un poco de motivación me aseguro de llamarla, ella es la única que puede darme una golpiza con guante blanco para que reaccione y no me permita rendirme. Charlie ha mantenido la distancia para que no tenga más problemas con Niall, son raras las veces que hablamos por teléfono. Aún así se siente terrible tener que lidiar con algo que el mundo entero sabe y a la vez no. Nadie conoce la verdad y el que la sabe no desea creerla, así que me he propuesto algo.

La única evidente manera de hacer que Niall crea en lo que le dije es que mis mismas palabras explicándole lo que pasó salgan de boca de Brenda, sí, y para eso necesito verla. He tratado infinidad de veces hacer que nos veamos pero es tan cobarde que cuando sabe que soy yo detrás del teléfono, cuelga la llamada.

Hoy es mi día de descanso en el trabajo y pretendo utilizarlo lo mejor posible.

Estoy afuera de la casa de Louis, creo que es la única persona que me ha ayudado. Los demás chicos no saben a quién apoyar, a su amigo o a mí, aunque clara es la respuesta, su amigo es primordial.

Me presto a la confusión de tocar o no el timbre, así que le envío un mensaje a mi fiel amigo.

"Estoy afuera de tu casa"

Luego de esperar algunos segundos el chico de cabellera castaña se deja ver tras abrir la puerta y salir para cruzar algunas palabras conmigo.

-Escucha- me dice con voz precavida mirando a todos lados para cerciorarse que nadie esté escuchando la conversación.

-¿Qué pasa?- pregunto algo curiosa.

-¿Trajiste lo que te pedí?

-Sí. Louis no entiendo para qué me pides traer esto y por qué me haces venir- estoy enredada en una confusión inmensa, pero me hizo prometer que confiaría en él y aquí estoy.

-Los chicos están aquí. Todos.

-¿Niall, está aquí?- cielos, siento los nervios recorrer mi cuerpo, pronto mi corazón empieza a latir con fuerza y mis manos a temblar.

-No sólo él, también está aquí Brenda- dice haciendo una mueca de fastidio.

Bien, los nervios se fueron por completo y ahora el enojo y los celos empiezan a matarme desesperadamente.

-No lo digo para que te vuelvas loca, es para que reacciones. Dijiste que necesitabas verla y que confesara. Si dices que quieres hablar con ella tendrá que aceptar, no puede quedar mal frente a los ojos de Niall, después de todo se supone que ella no te guarda ningún rencor- Ahora todo tiene sentido, él quiere ayudarme y este es el preciso momento para conseguirlo o fracasar en el intento.

Asiento ante su retorcido pero no tan descabellado plan y entramos a la casa. Un recibidor amplio queda frente a mis ojos, un aroma a canela invade mis fosas nasales hasta que me percato que Louis se dirige a un pasillo. Me hace señas para que lo siga y así lo hago. Mi estomago se revuelve conforme avanzamos por los pasillos de la enorme casa. Su vista se posa en la mía y hace una seña para que llegue hasta la sala de cine.

Buscar Hasta Encontrarte (Niall Horan y Tú) |NO EDITADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora