EMILY - Capítulo 25

524 46 9
                                    

No podía creer todo lo que había pasado este día, no solo este día. Las últimas tres carreras habían sido pésimas, no obtuve ni un punto. En las qualis no me sacaban a tiempo, y cuando salía siempre había tráfico, Bastián no se quedaba atrás, ese estúpido me estorbaba cada vez que podía, peleaba sucio, hacía maniobras peligrosas, frenaba tarde ¿Y qué hizo mi equipo mientras comuniqué todo esto? Exacto, nada. No pedían investigaciones, no mencionaban nada respecto a mis incidentes.

Todo lo contrario, me llamaban la atención a mí. Dominic se metía entre mi radio con Frank e insinuaba que yo tenía la culpa. Incluso después de las qualys me regañaba en su oficina, lo peor fue una vez que quedé entre el tráfico mientras Carlos venía detrás de mí, se puso histérico y me culpó de casi arruinar la clasificación de su piloto estrella. Me daba igual que tuviera preferencia por Carlos, era algo obvio, lo conocía hace tiempo atrás, él tenía experiencia y yo apenas era la novata, pero no merecía este trato. Estaba harta de este tipo, pero me negaba a contárselo a alguien, no quería quedar como una quejumbrosa ante el resto y como alguien débil frente a él.

El sabotaje entre las qualys y las carreras me estaba llevando al límite, Dominic cambiaba mis estrategias en plena carrera tomando malas decisiones, me llamaba a box casi sobre la entrada a los boxes, perdía tiempo porque los mecánicos del box no estaban completamente listos para hacer los cambios de neumáticos por sus decisiones repentinas. No dejaba de repetir "son ordenes de equipo", ya me daba migraña escuchar esa maldita frase. Antes de salir a correr siempre decía: "No espero nada de ti, pero ten presente que tú carrera termina cuando estés detrás de Carlos, él es tú meta". Era un estúpido, no me había esforzado tanto solo para llegar a estar detrás de Carlos. Mi meta como la de todos aquí era la victoria.

Últimamente había evitado a Carlos, no tenía ningún problema con él, había dejado atrás su rara actitud molesta por mi broma, pero mis malas carreras y Dominic me estaban arruinando el genio. Carlos no tenía la culpa de la obsesión de Dominic por él, pero necesitaba estar sola y concentrada en mí, estaba manejando un gran nivel de estrés y no quería descargarlo con nadie más y él muchas veces me volvía loca así que prefería conservar distancia y dejar las bromas por ahora.

Aunque hoy quería arrancarles la cabeza a todos.

No tuve una buena carrera, que novedad... Al iniciar decidí tomar la izquierda para avanzar, pero en un momento Bastián se puso a mi derecha y me arrinconó contra el muro, ambos carros alcanzaron a tocarse, terminé perdiendo un espejo. Al terminar la carrera lo enfrenté en el box de la FIA donde nos pesaban después de cada carrera.

— ¿Estás loco? ¿Cuál es tu problema? — Dije intentando mantener la compostura.

Él me miró como si la loca fuese yo.

— Me dejaste sin pista o ya se te olvidó. — Le recordé.

— Ahh eso... Solo fue un incidente de carrera. — Mencionó casi aburrido.

— ¿Cómo que un incidente? Te cerraste y me hiciste tocar el muro de un lado mientras me echabas tu auto del otro lado — empuñé mis manos a mis lados.

Bastián cerró la distancia entré los dos mientras me veía como si fuera un bicho, Oscar se acercó a mi lado y los demás pilotos se quedaron viendo la escena.

— Si no tienes madera para esto entonces retírate — respondió Bastián sonriendo con maldad.

— Basta, vámonos. — Dijo Oscar mientras me tomaba del brazo para irnos de ahí.

— Cuídate — murmuré con sarcasmo y le devolví mi sonrisa más malvada.

— No vale la pena Em, su estilo es pelear sucio. — Murmuró Oscar mientras salíamos hacia el paddock.

Me despedí de Oscar y me dirigí al motorhome, apenas entré escuché un grito.

— ¡Emily, a mi oficina!

Lo que me faltaba, mi dosis diaria de Dom-idiota.

Entré a la oficina y cerré la puerta. Estaba tan agotada física, emocional y mentalmente que solo me senté y no dije nada. Mantuve mi cara estoica porque ya suponía lo que vendría.

— Dañaste el auto y por un error tan estúpido.

— No fue mi error, él me dejó sin pista — respondí indignada.

— ¡Silencio! — Gritó furioso — No eres la más indicada para cuestionarme Emily, dime, ¿Cuántas carreras de Formula 1 has ganado? ¿Cuántos puntos has hecho en lo que va de la temporada? Exacto, no has logrado nada contundente.

Esto fue suficiente para mí. Me levanté de la silla poniéndome firme.

— Por supuesto que no he podido avanzar, me saboteas cada vez que subo al auto.

— ¿Sabotearte? No digas tonterías. — Rio con malicia.

— Claro que sí, cambias mi estrategia, me llamas tarde a box, interfieres entre mi ingeniero de carrera y yo, solo me atacas por todo lo que pasa en la pista, incluso no quieres que avance más allá de la posición de Carlos cuando ni siquiera ha empezado la carrera. No sé cuál es tu problema conmigo, desde un principio no estabas de acuerdo con mi entrada al equipo, pero en Bahréin demostré que tenía potencial y talento para estar aquí, luego de eso solo interfieres y entorpeces todo lo que hago.

Dominic estaba rojo del cuello a la punta de la cabeza, pensé que incluso podría infartarse ahí mismo.

— El equipo de ingenieros no está a gusto contigo, cometes muchos errores y quieres culpar a los demás. Carlos tampoco está de acuerdo en que hagas parte de este equipo, él permanece solo en la pista, sabe que de él depende toda la temporada, le pedí que intentara llevarse bien contigo por el bienestar del equipo, pero me informó hace poco que ya no desea continuar, no te soporta y ya veo porqué. Eres impulsiva, irrespetuosa e insolente. Vete.

Di un paso atrás aun pensando en lo que Carlos le había dicho de mí. ¿Y cómo que Dominic le pidió que se llevara bien conmigo? ¿A qué se refiere con que no desea continuar? No soy un maldito proyecto en el que te sales si no te gusta, soy una persona. Pensé que él estaba cambiando de actitud, pero ya veo que todo fue un montaje, solo ocultaba temporalmente su actitud de mierda del principio.

— Emily — Me giré para verlo mientras mantenía mi mano en la perilla de la puerta — Vete del circuito.

— Pero las entrevistas...

— Vete del circuito y del país — me interrumpió — No quiero verte hasta el próximo viernes. No pensarás que puedes hablarme así sin tener consecuencias. No habrá entrevistas y los gastos adicionales de traslado se cobrarán de tu sueldo.

— No puedes hacer eso.

— Puedo y ya lo hice, soy tu jefe. Briana ira contigo, está esperándote afuera.

Salí de esa oficina como alma que lleva el diablo. No me importaba el sueldo, pero eso que hizo era una mierda y me atrevería a decir que era ilegal.

— Imbécil. — Murmuré mientras me dirigía al auto para salir del circuito hacía el hotel.

— Tenemos el vuelo dentro de dos horas. — Dijo Brianna mientras se subía al auto.

— Okey — Le di mi celular —. Toma no quiero saber de nada ni nadie hasta la próxima carrera, encárgate tú.

DESENFRENADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora