CARLOS - Capítulo 64

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Tomé un último suspiro antes de abrir la puerta.

Dominic se quedó viéndome con una expresión que no lograba descifrar, parecía casi arrepentido. Casi.

Unió sus manos mostrándose un poco inseguro, no compraba su actuación.

— Gracias por abrir — miró hacia adentro y me hizo un gesto — ¿Puedo pasar?

Con molestia me hice a un lado, dándole espacio para que entrara a la habitación.

— Vine a pedirte una disculpa.

— No soy con quien debes disculparte — corté de una vez, mi voz mostraba lo molesto que me sentía.

— Sé que debo disculparme con Emily pero quería hacerlo primero contigo, te prometí un buen ambiente laboral y luego todo se salió de control, lo lamento.

No quería hablar con este pedazo de mierda, estaba a punto de perder el control, ¿Cómo venía a pedirme disculpas a mí y no a mi Emilia a quien había agredido? Que cínico.

Mi cara permaneció estoica, mi mandíbula estaba tan apretada que quizás y me partiría una muela.

— Carlos, sé que Emily abrió una investigación en mi contra — concentró su mirada en el suelo — y está bien, tiene derecho a denunciar lo que pasó — volvió a mirarme a la cara — pero para serte sincero no tendrá ninguna prueba.

Fruncí el ceño, ¿Cómo podía ser tan descarado después de todo lo que hizo?

— Espera, déjame terminar — levantó sus manos en rendición ante mi mirada asesina — no habrá pruebas porque no volverá a suceder, te lo prometo.

Levanté mi mano en señal de que era suficiente. Ya no seguiría escuchando estupideces de su parte.

— Escúchame bien Dominic, no me interesan tus disculpas ni tus promesas, lo que dices respecto a las pruebas quizás no vuelva a pasar nada en un futuro porque no te lo voy a permitir, no volverás a tocar a Emily, guardarás tu distancia y tu compostura si no quieres más problemas. En cuanto a lo que pasó lo hecho está hecho y porque sea pasado no significa que quedará impune o en el olvido.

Podía ver como empezaba a caer su mascara de educación y cordialidad. Su pobre acto de arrepentimiento no salió como esperaba y ya parecía molesto.

— Por lo visto aun así estés bajo investigación seguirás con tu cargo — continué — solo espero que te comuniques de manera profesional, adecuada y solo cuando sea necesario tanto conmigo como con Emily.

Dominic apretó sus labios en una línea, su mirada comenzaba a transformarse de tranquila a furiosa, suspiró profundo antes de responder.

— De acuerdo, haré todo lo posible, no siendo más me retiro, gracias por tu tiempo.

Giró y abrió la puerta rápidamente, pero antes de salir lo llamé.

— Ah y Dominic.

Me dio una media sonrisa demasiado falsa.

— ¿Sí?

— No te disculpes con Emily a solas, hazlo mientras estés en público y si prefieres algo más privado estaré presente.

Levantó una ceja y asintió de mala gana, salió de la habitación cerrando la puerta un poco más fuerte de lo normal.

— Que imbécil — mencionó Emily parándose a mi lado con sus brazos cruzados sobre su pecho.

— Por fin solos — la tomé de la cintura cargándola por la habitación hasta llegar a mi cama. — quiero verte solo usando el collar que te di.

Emily sonrió coqueta y comenzó a quitarse la ropa de una forma muy sexy. Verla acostada en mi cama, con solo ese collar sobre ella fue más que una fantasía. La adoré por unas horas, dándole el placer que se merecía, era mi diosa, mi reina, mi todo.

DESENFRENADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora