Brianna y yo llegamos a China en un vuelo privado, le informé que no me quedaría en el hotel destinado para los pilotos, si no en otro que era parte de mi cadena de hoteles. No tenía ganas de encontrarme a nadie relacionado con mi trabajo cuando llegaran dentro de cuatro días.
Luego de instalarnos fuimos a comer a un restaurante muy recomendado, todo estaba delicioso hasta que trajeron el postre, eran unas trufas rosadas.
— Disculpa, ¿El postre lleva fresas? — Pregunté al camarero.
— Si, tiene relleno de mermelada de fresa.
— Gracias — dije mientras se retiraba — Toma, cómelo tú. — Le di mi postre a Brianna.
— ¿No te gusta?
— Soy alérgica a las fresas, pensé que lo sabías — la miré levantando mi ceja.
Sus mejillas se sonrojaron, parecía un poco avergonzada e inocente.
— Sí, sí, solo se me había olvidado — sonó un poco insegura.
— También me hace daño el picante — le recordé.
— Lo tendré presente para tus comidas dentro del circuito.
— Okey — espeté cortante.
Son cosas que están dentro de mi expediente, debería tenerlas muy en cuenta para procurar mi bienestar...
Calma Emily, que estés de mal humor no significa que lo descargues con los demás.
— ¿Trajiste mi celular? — pregunté más calmada
— No, como no querías usarlo lo dejé en el hotel.
— ¿Me prestarías el tuyo por favor? Debo llamar a mi tío.
— Claro, toma.
Me entregó su celular, marqué el número de mi tío y contestó después de un tiempo.
— ¿Cómo está mi tío favorito?
— ¿Emi? ¿Por qué me llamas de un número desconocido?
— Mi celular se descargó y no tengo como cargarlo, aún me demoro en llegar al hotel y quería hablar contigo, ¿Cómo estás? – No podía decirle a mi tío lo que había pasado, ni siquiera sabía que ya me había ido de Japón. Pero necesitaba escuchar su voz, sentirme un poco como en casa.
— Estoy bien querida, ¿Y tú cómo estás?
— Bien, estoy relajándome un poco...
— Vi la carrera, el puesto once no está mal... Es la mitad — soltó con diversión. Me encantaba hablar con mi tío, él siempre encontraba algo positivo en cada situación.
🍉🍉🍉
El día de medios para el gran premio de China di las entrevistas que me correspondían, cuando recordaron el incidente con Bastián simplemente respondí que no tenía mucho por decir. No iba a desgastarme explicando como estuvo mal cuando ni siquiera mi propio equipo me apoyó pidiendo una investigación.
En las prácticas vi a Carlos por primera vez luego de una semana, me ignoró por completo, no me importaba en realidad, tampoco tenía ganas de hablar con él, mucho menos ya enterada de su gran actuación, fingir que alguien te agradara era muy bajo para mí.
Durante las prácticas me di cuenta de que el auto tenía bastante ritmo pero no lo demostré, me mantuve al margen, iba a tomar esta oportunidad a mi favor.
— Frank — encontré a mi ingeniero saliendo del motorhome — ¿Podría invitarte a comer?
— Emily, vaya... Claro. ¿Ahora mismo? — dijo algo sorprendido.
— Si, ahora mismo — tenía prisa, no quería que Dominic me viera hablando con él y sospechara algo.
— De acuerdo vamos.
— Okey, pero antes necesito un favor.
— Dime.
— No te pueden ver conmigo. Ve a mi auto y espérame adentro — le di la llave —. Yo iré en un rato, asegúrate que nadie te vea mientras estés ahí, al menos nadie del equipo por favor.
— ¿Por qué? — Preguntó confuso.
— Te lo explico cuando estemos comiendo — sonreí y me fui por mis cosas.
Estaba saliendo de mi habitación del motorhome luego de recoger mis cosas cuando choqué con Carlos.
Él tenía sus manos en mis brazos para estabilizarme, me vio fijamente de pies a cabeza antes de hablar.
— Desapareciste — sonó algo amargado.
No dije nada, me solté de su agarre y seguí mi camino.
— No me extraña tu actitud — contestó detrás de mí.
— Bueno desde el principio me llamaste arpía, así que ya sabías que esperar.
— Claro, desde el principio estuviste en mi contra — Volteé a verlo y estaba molesto.
— Tú fuiste quien tuvo una actitud horrible conmigo cuando apenas te conocí. — respondí ofuscada.
— Tú...
— ¿Ya te vas Emily? — Interrumpió Dominic apareciendo por las escaleras.
— Sí — respondí a Dominic sin apartar mi vista de Carlos.
— Tuviste unas prácticas mediocres — continuó Dominic.
Carlos miró seriamente a Dominic e hizo un movimiento con su mandíbula. Me giré hacia Dominic para verlo.
— Gracias por la crítica constructiva señor, buenas noches — respondí condescendiente, no esperé a que dijera algo más y salí rápido de allí.
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— Frank sabes que me está saboteando — Hablé mientras cenábamos en un restaurante lujoso con cabinas privadas, aquí nadie podría vernos y pensar que estaba tramando algo.
— Emily... — su voz cargada de desgano.
— Frank me viste en Bahréin, viste lo que logramos, en solo mi primera carrera — recordé esperanzada —. Escucha, no te haré aceptar o confirmar lo que estoy diciendo, pero tú sabes lo mismo que yo, esto no es una mala racha, esto es provocado.
— No sé qué quieres que haga — dijo confuso.
— Apóyame, hagamos esta carrera juntos, solo tú y yo.
— Emily no puedo ignorar las órdenes de Dominic.
— Tú no, pero yo sí y estoy dispuesta a hacerlo con tal de demostrar lo que tengo por dar.
Se quedó pensativo por mucho tiempo antes de contestar.
— ¿Cuál es tu plan? — sonó un tanto resignado.
— La radio va a morir — Le sonreí
— ¿Qué? No entiendo. — Frunció sus cejas.
— Vamos a planear una estrategia falsa, esa será la que le presentemos a Dominic. Tú sabrás la real. Fingiré que no sirve el audio, la carrera la manejaré yo. Te diré a mi ritmo cuando iré al box y que neumáticos creo que serán los adecuados. Todo debe sonar improvisado, pero no lo será, solo tú y yo lo sabremos, yo hablo, tu escuchas y diriges a los mecánicos.
— Okey, suena arriesgado, pueden descubrir que estas ignorando la radio.
— No pasará nada, tu solo mantente al tanto de mis instrucciones y listo.
— De acuerdo, ¿Y qué harás para la qualy? no tuviste resultados alentadores en las prácticas.
— Todo lo fingí Frank — levanté la comisura de mi boca y una ceja — siento el auto de maravilla, solo no quise mostrar ventaja porque ya sabes quién lo arruinaría.
— Recuérdame mantenerme en tu lado bueno — dijo con humor. — Espero que esto funcione, vamos por todo.
— Vamos por todo.
Nos dimos un apretón de mano.
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DESENFRENADOS
Roman d'amourCarlos Después de estar en Ferrari me enfrentaba a un nuevo panorama y un nuevo equipo, iba mentalizado y comprometido con esta aventura, estaba preparado para asumir los cambios en mi futuro, pero no estaba en absoluto preparado para el riesgo inm...