CARLOS - Capítulo 32

613 77 38
                                    

Vi como Emily se alejaba del box después de mis crueles palabras mientras yo sentía como se drenaba la vida de mi cuerpo.

— Carlos ¿Qué pasa contigo? — dijo Lando acercándose lentamente y viéndome con intriga.

No le respondí, comencé a caminar en la dirección que Emily había tomado.

— ¡Espera! — Lando tomó mi brazo — ¿Qué te ocurre? ¿Por qué le dijiste todas esas cosas?

— Déjame, tengo que ir a buscarla — Me sacudí para soltarme de su agarre y corrí hacia el paddock.

Y entonces la vi. Estaba abrazando a Oscar. Sentí como si alguien me hubiese clavado una daga en el corazón.

— ¿Por qué diablos está abrazando a ese idiota? — Hablé en voz alta sin darme cuenta.

— ¿Cómo que por qué? Fuiste una mierda con ella hace dos minutos o ya se te olvidó — espetó Lando.

Dejé mi repentina molestia a un lado mientras me concentraba en lo importante. Me dirigí hacia ellos.

— ¡Emily!

Oscar me lanzó una mirada asesina y negó con su cabeza. Lando tomó mi brazo de nuevo.

— Basta, ella no quiere hablar contigo y está en todo su derecho — me giró hacia él — ¿Qué está pasando? Tú no eres así — lanzó una mirada preocupada — vámonos, hablaremos en otra parte.

Sentados sobre unos congeladores al fondo del paddock le conté todo a Lando, desde el principio hasta hoy, cada cosa, cada detalle.

— No lo sé Carlos, hay algo que no encaja. Emily no diría esas cosas sobre ti ni sobre nadie. No es una persona que subestime o desvalore el trabajo de los demás. Sí, es traviesa, divertida y encantadora pero no es una mala persona.

— ¿Cómo estas tan seguro? No es que pases mucho tiempo con ella...

— Pues la he tratado algunas veces y es alguien genial. Oscar me ha hablado mucho de ella, pasan mucho tiempo juntos en los GP y también es muy buena persona con él.

— ¿Por qué Oscar te habla de ella? ¿Acaso le gusta? ¿Por qué pasan tanto tiempo juntos? — Pregunté irritado.

— ¿Qué diablos pasa contigo? Habla de ella porque él me cuenta todo, somos buenos amigos. Ellos son solo amigos y pasan tiempo juntos porque tú la abandonaste desde que llegó a su primer GP. Oscar y ella se conocieron y se cayeron bien.

— ¡Genial! además de que tengo que compartirte a ti con él, resulta que también a ella, y con el mismo idiota.

Lando estalló en carcajadas.

— No seas tonto, tú eres mi mejor amigo, eres mi hermano, Oscar es mi compañero de equipo y un buen amigo.

Puse mis ojos en blanco.

— ¿Qué es exactamente lo que sientes por Emily? — Preguntó con interés.

— ¿Qué? ¿De qué hablas? Estás loco.

Bajó su quijada hacia su cuello dándome una mirada acusadora.

— Sé que te gusta no soy idiota. Solo con ver como la celas con Oscar es más que evidente.

— Si ya lo sabes porque me preguntas.

— Bueno... Quizás no solo te guste, quizás es algo más profundo.

Suspiré y troné mi cuello intentando relajarme.

— No lo sé, cuando estoy con ella todo se siente diferente, definitivamente hay caos, pero también alegría y libertad. Es como estar en un universo desconocido. Hay algo que me hace gravitar hacia ella, sé que no es la única que hace travesuras, yo también le hago bromas, pero es solo porque no hay otra manera en que pueda acercarme, ni siquiera sé si quiero acercarme, es mi compañera de equipo y la mujer que me menosprecia, nunca me había pasado algo así, no la conocí en las mejores condiciones ¿Sabes?

— ¿De verdad? Pensaba que llamar "arpía" a alguien que te presentaron una hora antes era lo más normal del mundo — mencionó con sarcasmo.

Sonreí un poco al recordar aquel momento.

— Lo sé, pero ella no se ha rendido ante mí, es testaruda, insistente y lucha por lo que quiere, toma venganza de todo lo que le hago y eso es incluso... lindo.

— Te dio café con sal, ¿Cómo eso es lindo? — se burló.

Dejé escapar un suspiro que me oprimía el pecho.

— Quisiera volver al inicio, hablar de frente con ella, ser directo y preguntarle: "Oye ¿Por qué crees que no merezco lo que tengo?" aclarar la situación y pasar la página.

Lando suspiró y permaneció callado.

— No sé qué hacer para arreglar esto. La perdí y ni siquiera llegué a tenerla.

— Bueno... Podrías hacer lo mismo que cuando le dijiste arpía y luego todo comenzó a ir bien.

— No — mi voz cargada de tristeza fue baja -, no puedo hacer eso ahora porque nuestros problemas anteriores fueron entre nosotros dos. Hoy la humillé en público, frente a todo el mundo, imagino que ya hay imágenes en internet.

— ¿Quizás puedas hacer algo que signifique mucho para ella?

— Ya pensaré en algo.

Me despedí de Lando y fui hacia el motorhome de Audi.

— Carlos — se acercó mi padre muy serio en el vestíbulo.

— Papá, pensé que ya te habías ido.

— Tengo que hablar contigo.

— De acuerdo, vamos a mi habitación, recogeré mis cosas.

Entré y tomé mi bolso para empacar.

— ¿Cómo pudiste hacer algo así? — Preguntó al cerrar la puerta.

— Tendré más carreras por delante, todo estará bien — respondí cansado.

— No hablo de la carrera. Me refiero a todo lo que le dijiste a Emily, ¿Cómo se te ocurrió decirle esas cosas? Tú madre y yo no te educamos de esta manera — me miraba con enojo y decepción.

— Papá fue un momento de mucha presión para mí. Soy consciente de que lo que hice estuvo mal — me tomó por sorpresa su reclamo, aunque era justo.

— ¡Y ahora eres consciente! Dejaste mal a esa pobre chica frente a todo el mundo ¿Comprendes el nivel de tu cagada?

— Sé que afectará mi imagen, pero...

— ¡Carlos! — interrumpió furioso. Hace años mi padre no me regañaba de esta manera — Por el amor a Dios, deja de hablar de trabajo — se tomó el puente de la nariz con dos dedos y habló en un tono más bajo — ¿Dónde quedó tu bondad? Tu compasión, paciencia... Tu humanidad Carlos.

Me sentía como una cucaracha, pequeño, horrible y despreciable. Estaba avergonzado. Mi padre tenía razón, el nivel de mi cagada era astronómico. Tendría qué devanarme los sesos para arreglar toda esta situación.

— Lo lamento papá, lo arreglaré.

— No espero menos de ti y no te disculpes conmigo, hazlo con ella, si es que aún tienes oportunidad.

— ¿Por qué lo dices?

— Porque hablé con ella y en definitiva veo muy difícil que puedas solucionarlo.

Joder. Mi padresiempre había sido positivo ante las adversidades, si él veía esto difícilentonces no tenía oportunidad. Aun así, no me rendiría tan fácilmente, tomaríaesto para esforzarme más por el perdón de Emily.

DESENFRENADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora