EMILY

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♫No Limits – Royal Deluxe♫

Hace tres años...

— ¡Voy a morir!

— No hoy y no conmigo — dije al pobre hombre que se veía pálido y a punto de desmayarse.

Tomé la siguiente curva a fondo, el tipo seguro abriría un agujero en el asiento, se aferraba como si fuese su única oportunidad para vivir.

Estaba teniendo una carrera amistosa en el autódromo de Alemania, conduciendo un Porsche Taycan, me gustaba este auto, era veloz, pequeño y aerodinámico, tenía todo para ganar. Excepto por mi molesto copiloto, era uno de los ejecutivos del grupo Volkswagen (VAG). No hacía más que quejarse, entiendo que no esté acostumbrado a la velocidad... Y eso que me estoy conteniendo, pero no estoy dispuesta a perder.

Como derrapo en las curvas (todo sea por el show) este tipo está al borde de un ataque al corazón. Está bien sentir miedo, pero esto se trata de desconfianza y la razón es porque soy mujer. Hace un rato lo escuché decirle a otro de los ejecutivos que chocaría en la primera curva, que las mujeres no combinan con los autos.

Lastimosamente para él, fui seleccionada al azar por uno de los dueños del grupo VAG para ser su piloto designada en la vuelta de exposición del auto.

Además de mí hay tres autos más en la pista y antes de comenzar hice una apuesta con los otros tres pilotos, cada uno me pagará mil dólares cuando les gane, exacto "cuando", Emily Falcone es toda una triunfadora.

Mi ventaja es que mi copiloto y yo somos los menos pesados, a comparación de los demás. Mi desventaja es que este hombre no cierra su boca y ya llegué a mi limite.

Decidí ignorarlo y dejar de contenerme, ya iba en segundo lugar y estaba mínimo a medio segundo detrás de mi rival, faltaban cuatro curvas y dos rectas para llegar a la meta, así que aceleré a fondo para derrapar en la siguiente curva y allí mismo rebasar a mi oponente.

— ¡Estás loca! — gritó histérico.

— Como crees, soy un genio. — Sonreí con diversión.

Finalmente adelanté a mi oponente y me hice tres mil dólares más rica.

Al terminar la exhibición fui a cambiarme en una habitación que tenían destinada para mí. Mientras me quitaba el traje de carrera tocaron la puerta.

— ¡Soy yo! — Gritó Anny al otro lado de la puerta.

— ¡Pasa!

— Te tengo información jugosa — dijo con emoción cerrando la puerta.

— Te escucho — seguí vistiéndome.

— El grupo VAG quiere entrar a la Formula 1 y te postulé como posible piloto. ¡Increíble! ¿No lo crees?

Quedé en completo shock. Giré para verla con una gran sonrisa y algo de culpa en su rostro.

Anny es una de las accionistas más importantes junto a su padre del grupo VAG, son los dueños de la marca Porsche, ella fue quien me eligió para estar en esta exhibición.

Contemplando su rostro, y sin poder pronunciar palabras seguí esperando que dijera que todo era una broma, pero ella continuaba sonriéndome con emoción.

¿Cómo se le ocurría postularme para algo así de enorme sin haberme preguntado primero? Manejo todo tipo de auto, he estado en varias categorías del motorsport, incluso conduje un monoplaza de F1 para unas pruebas de neumáticos, pero de eso a ser piloto para un equipo había una diferencia abismal.

DESENFRENADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora