EMILY - Capítulo 67

431 56 12
                                    

Estábamos a unas horas de la clasificación, en las practicas libres el auto se sintió bien, tenía ritmo y potencia, esperaba obtener una buena posición hoy.

Enzo y Ravenna nos estaban esperando fuera del motorhome a Carlos y a mí, los cuatro habíamos subido a la sala de entretenimiento del tercer piso, Ravenna y Carlos se sentaron en un sillón y yo me senté en el sillón de en frente a un extremo y Enzo casi acostado en el otro.

Enzo y yo estábamos concentrados en nuestros respectivos celulares, Ravenna no paraba de contarle a Carlos una historia de cómo alguien confundió sus zapatos Channel con unos Gucci.

— Deberíamos hacer una orgia — Sugirió Enzo de la nada.

Todos volteamos a verlo quedando en silencio, tomé un cojín y se lo lancé a la cabeza.

— ¡Oye! ¿Y eso porque fue? — Preguntó incrédulo.

— Para que se te acomoden las ideas – negué con mi cabeza y puse los ojos en blanco.

— Tranquila, Enzo tiene mucho amor para ti dulzura — comentó coqueto, se levantó y se sentó más cerca de mi — mira esto — me mostró su celular, tenía una conversación con su piloto de avión programando un viaje a suiza para ver a su madre el próximo fin de semana.

Le di una sonrisa amistosa y él me dio un abrazo.

— Gracias por lo que dijiste, en realidad me dio otra perspectiva — susurró en mi oído.

Alguien se aclaró la garganta, al otro lado Carlos y Ravenna nos veían molestos, lo entendía de Carlos, ¿Pero Ravenna? Ahora era más claro que estaba interesada en Enzo.

— Parece que son muy amigos ahora — acusó Ravenna.

— Somos novios linda — sonrió Enzo guiñándole el ojo.

— Tenemos una reunión, vamos — espetó Carlos levantándose del sofá.

Lo seguí fuera de la sala, él me tomó con rapidez y nos encerró en un armario de suministros diminuto. Estábamos frente a frente, nuestros cuerpos unidos, sentía su calor y su exquisita fragancia amaderada y masculina envolviéndome.

— ¿Por qué diablos te abrazó ese estúpido?

— Tranquilo, como te dije, anoche hablamos como amigos y ya, me estaba mostrando que planea viajar para visitar a su madre, solo esta agradecido por hacerle ver lo que en realidad es importante.

Soltó un suspiro volviendo a estar tranquilo y lo abracé.

— Te amo solo a ti. — Afirmé.

— Lo sé mi Emilia yo también te amo, pero no me gusta ver que otro hombre te abrace, y él solo hace cosas para molestarme ¿Qué rayos fue esa mierda de la orgia?

Me reí y le di un tierno beso en la mejilla.

— Es un tonto, pero inofensivo — lancé una mirada más aguda — quien no es inofensiva es esa venenosa, veo sus malas intenciones a kilómetros Carlos, no me gusta que este tan cerca de ti.

Él tomó mi cara entre sus manos.

— Lo sé mi amor, pero sabes que me mantengo firme ante ella, ni siquiera considero que podamos ser amigos, me aburre como la mierda sus historias sobre marcas y maquillaje, solo trato de ignorarla, pero insiste.

— Deberías ponerle un alto, tírale la bebida en su lindo y costoso atuendo, pártele un tacón que se yo.

Carlos soltó una risa y me abrazó de nuevo.

— En ese caso tú deberías pellizcar a ese tonto en vez de abrazarlo.

Dio pequeños pellizcos en mi cintura haciéndome cosquillas.

— Basta me estas matando — Logré decir en medio de la risa.

Comenzó a darme besos en el cuello y me hizo jadear. Me tomó por detrás de los muslos y me levantó, rodeé su cintura con mis piernas.

Saboreé su boca en un beso apasionado y jalé su suave cabello con mis manos.

— ¿A dónde irían? — Escuchamos la voz de Ravenna al otro lado de la puerta.

— No lo sé, pero podríamos ir a divertirnos — dijo Enzo con su habitual tono juguetón.

— Deja de ser estúpido — Respondió Ravenna alejándose.

Carlos comenzó a besarme de nuevo cuando sonó su celular, lo sacó de su bolsillo y el nombre de Dominic alumbraba su pantalla. Él puso sus ojos en blanco antes de contestar.

— De acuerdo, iremos en un momento. — Colgó — Dominic quiere vernos en su oficina, quiere disculparse contigo.

Desenredé mis piernas de su cintura y él me dejó suavemente en el piso.

— Ya decía yo que había mucha paz por estos lares. — Mencioné harta.

Dominic no se había presentado ayer a las primeras prácticas, hoy cuando llegó al circuito fue de una manera muy discreta, hizo su trabajo en el pitwall y nadie volvió a verlo.

El equipo de Audi comenzó una investigación interna y estaba haciendo todo lo posible por mantenerla en privado, realmente eran buenos en eso, ningún medio se había enterado aun de lo que estaba pasando.

Al entrar en su oficina tomamos asiento y comenzó a hablar.

— Emily quiero ofrecerte una disculpa por mi comportamiento. Sé que no hemos tenido la mejor relación, pero aun con nuestros desacuerdos fue inadecuado de mi parte reaccionar de esa manera, estoy enterado de la investigación y estás en todo tu derecho, te doy mi palabra de que algo así no volverá a ocurrir.

Por supuesto no creía en ninguna de sus palabras vacías, sin embargo, acepté su disculpa y me retiré, no quería estar un segundo más frente a ese hipócrita.

DESENFRENADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora