CARLOS - Capítulo 45

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¡¿Esclavo?! Pero quien se cree para llamarme así.

Comencé a cortar zanahorias en trozos largos.

Evité que se lastimara haciendo locuras, ¿A quién se le ocurría pintar una pared? Existe gente que se especializa en eso.

Levanté la vista para ver la pared que pintó. En realidad quedó bien pintada, era de un color beige claro pero lo impresionante es que tenía brillo, por supuesto, solo ella pone brillo en las paredes. En el suelo había un cuadro al parecer hecho con resina, era de una mariposa formada por brillantina multicolor, suponía que iría en aquella pared.

Emily llegó a la cocina cuando yo estaba de espalda a ella sirviendo nuestros platos había preparado pollo salteado con vegetales.

— Wow — dijo con sorpresa detrás de mí.

— ¿Te gusta?

Se acercó a mi lado y giré para verla, estaba adorablemente sexy, tenía su cabello húmedo aun por la ducha, su aroma era fresco y relajante, sus mejillas un poco rosadas, sus labios carnosos y humectados, llevaba una camiseta de gran tamaño que le llegaba hasta los muslos, solo ella sabría si tenía algo más debajo de eso...

Dios ya no quiero ser tu guerrero más fuerte.

— Se ve delicioso, eres muy bueno para esto — comentó.

¿Por qué tenía que hablar así?, pensándolo bien si quería ser su esclavo...

¡Basta! Concéntrate, Carlos.

— ¿Dónde lo quieres?

— ¿Qué? — respondió confusa.

No. Puede. Ser. Definitivamente Dios me había abandonado.

— El plato — Improvisé aclarándome la garganta — ¿Comemos en la barra o prefieres el comedor? — Contesté con fingida calma porque por dentro me ahogaba de vergüenza.

— Umm prefiero en la sala, pongamos cojines para sentarnos en el piso y comemos en la mesa de centro.

— Vale. — Tomé ambos platos y fui a la sala, Emily trajo las botellas de agua y acomodó los cojines del sofá en el piso.

Nos sentamos uno al lado del otro, ella encendió el televisor y puso un video en YouTube titulado "Diez cosas que no sabes de Carlos Sainz Jr."

— No inventes, ¿Por qué pones eso? — dije Levantando una ceja.

— Es divertido, podemos ver que no sé sobre ti... A ver si ellos también saben que cocinas. — Se río, mientras pinchaba un trozo de pollo y lo llevaba a su boca — Quizás hasta tú aprendas cosas que no sabías sobre ti — se río a carcajadas.

Sin duda me hizo mucha gracia y me reí con ella. Vimos el video sobre mí mientras comíamos, pero también puse uno sobre ella, fue un momento genial, me gustó nuestra interacción. Era cierto que teníamos diferentes formas de actuar y pensar, y en algunos momentos no nos llevábamos bien, pero no era porque no me gustara, todo lo contrario, ahora estaba más que seguro de mis sentimientos por Emily. Me volvía completamente loco, pero de una extraña y buena manera. Me encantaba, me fascinaba.

No solo estaba aburrido cuando vine a verla, también la extrañaba, pero nunca lo admitiría delante de ella, sabía que la mayor parte del tiempo que estábamos juntos discutíamos y nos molestábamos, pero eso era lo nuestro, era diferente y al mismo tiempo liberador, creo que incrementaba la confianza en ambos. Saber que puedes ser sarcástico y odioso pero la otra persona será el doble y no se va a dejar u ofender porque no lo toma personal y entiende que solo es humor, era divertido y fortalecía nuestra conexión. Tampoco podía quejarme últimamente nos llevábamos mejor que nunca, aunque a veces debía alejarme un poco para controlar mis emociones.

DESENFRENADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora