Shades - Zayn Malik.

Inframundo

Inframundo.
Hora 4:30 pm.

Narrador omnisciente.

El castaño finalmente cruzó y le sonrió al Caronte, el anciano rara vez lo miraba más de dos veces, estaba acostumbrado a la entusiasta personalidad de Loki, aun así, no la compartía.

- Gracias Caro.

- Caronte.- gruñó el hombre y desapareció de nuevo sobre el rio.

- No puedo creer que no haya logrado ni una sola sonrisa de su parte.- se reprocho a si mismo y siguió caminando por los dominios de Hades.

El olor a azufre siempre le lastimaba la nariz al principio, el calor y la contaminación auditiva lo solían poner de malas, pero hoy estaba optimista y no dejaría que el inframundo se lo arruinara,  se subió la capucha de su sudadera negra y emprendió camino. 

- ¿Qué buscas aquí?- gritó aquella monstruosa voz, una arpía una de las bestias del inframundo. Tan pronto como Louis le dirigió la mirada, la criatura lo reconoció.

- Vengo a buscar a Hades.

- Me temo señor Dolos, que no podrá entrar.

- Loki, soy Loki.- gruñó por debajo de su voz, odiaba que usaran su personificación griega.

- Señor Loki, el Cerbero no dejará que nadie se acerque.- La arpía señalo al Cerbero que dormitaba cómodamente en la entrada del inframundo.

- Tú puedes ayudarme.

- Acabaría conmigo.

- Entonces hazle saber a Niall que estoy aquí.- la arpía hizo un monstruoso sonido de protesta pero no dijo nada más, comenzó a volar lejos para cumplir los deseos del castaño.

Su aleteo hizo que el Cerbero despertará y tan pronto como miró la figura no identificada comenzó a gruñir, la baba le salía de los tres diferentes hocicos y los seis ojos rojos lo enfocaron. Parecía un perro rabioso. Louis conocía bien a aquel escalofriante perro de tres cabezas, pero el animal únicamente reconocía a Niall y quizás a Perséfone.

Las puertas del inframundo se abrieron y miró a Niall cruzarlas, su pequeña figura pasando aquellas enamores puertas le causo un poco de gracia y más cuando paso junto al can y este casi se pone a mover la cola con entusiasmo. El rubio le hizo una señal y Louis camino hasta él. El inframundo era pavoroso, se podían escuchar los lamentos, los gritos horribles, el sufrimiento, el dolor, él lo sentía pero por alguna razón, le gustaba.

- Amigo.- saludo Niall sonriente.- No te esperaba.

- Hola duende.-el rubio lo miró mal.

- No es divertido, soy el rey del jodido inframundo, debo actuar como alguien temerario.

- Okay rey del temor, vengo a hablar contigo de algo muy importante.

- Por favor.- Niall le indico que pasara y las puertas cerraron tras ellos.

- Señor, otro problema.- los interrumpió un centauro con aquella gruesa voz, Louis lo miró pensando en lo horrible que se sentiría ser alguna de esas criaturas.

- No sé como se las habían arreglado todo este tiempo.- gruñó.- pobre de mi Luana.- dijo llamando a Perséfone por su nombre mortal.- Discúlpame un segundo Louis.

Louis asintió y Niall desapareció con el centauro.

- Señor...- intentó imitar la voz gruesa del centauro- Señor...- trató de nuevo pero su voz era más fina que eso.- al diablo- dijo riendo y se acercó a una de los extremos del pequeño puente, miro a las bestias que habitaban el lugar, debía ser desagradable estar aquí todo el tiempo y más con todo ese calor... pobre Niall.