Tres razones.

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Sentí como me ahogaba con mi propia respiración caminando hacia atrás rápidamente, de un momento a otro azote de trasero al piso en un terrible tropezón que me hizo gemir de dolor. Cerré los ojos por inercia y los apreté fuerte esperando que como aquella vez, cuando los abriera de nuevo, el sujeto no estuviera ahí.

Cuando los abrí pude verle incluso más cerca, se abalanzaba sobre la ventana para llegar a ella y mis ojos se clavaron en los seguros: estaba abierta.

"Grita Elizabeth maldita sea" mi propia voz retumbo en mi cabeza y sabia que por una vez tenía que obedecer a mi subconsciente pero la voz no salía de mi garganta. "Bueno entonces levántate y corre mierda"

Asentí como si le estuviera contestando y me levante lo más rápido que pude en dirección a la puerta. Un ruido sordo retumbo en la habitación cuando de un brinco el sujeto estaba dentro de mi propio cuarto, no me quede para verlo asesinarme y salí corriendo de la habitación.

Quería gritar pero mi voz no salía a pesar del esfuerzo y de un momento a otro mis pasos comenzaron a perder velocidad.

Sentía como si estuviera corriendo bien fuerte pero no avanzaba mucho realmente, mis pasos se volvían pesados y bastante exhaustivos, como si corriera en una duna de arena.

Giré hacia atrás cuando me encontré en la puerta del edificio y pude mirarlo. Caminaba detrás de mi con calma e iba sonriente. Un escalofrío me recorrió toda la espalda y abrí de un tirón.

El clima estaba terrible, el viento soplaba haciendo tanto ruido como se le permitiera; silbaba golpeando árboles y arrastrando ramas secas. Los botes de basura golpeaban entre ellos y por supuesto, escuchaba las rejillas principales retumbar furiosas. Además levantaba tanto polvo que sentía tierra entrando en mis ojos y las hojas volaban a mi al rededor, apenas podía ver el camino gracias a la luz de la luna.

Me sentía atrapada en una pesadilla, como esas veces que aunque corrieras no te podías mover y aunque abrieras la boca, no podías gritar. Era peor, era una jodida y cliché película de terror, con un villano anónimo y todos los efectos especiales bien escandalosos. Lo más terrible era que yo era la protagonista.

No sabía ni siquiera a donde me dirigía pero corría tan fuerte que las piernas me dolían. Giré de nuevo y lo miré a lo lejos, caminaba a paso lento, sus ojos bien clavados en mí y mierda, era escalofriante la manera en que no podía ver su jodido rostro.

Por segunda maldita vez en la noche tropecé con algo y caí con las rodillas. Sentía el ardor en mi piel raspada pero no tenía tiempo para eso. Me incorpore con el dolor en los pulmones y cuando iba a echarme correr de nuevo voltee a verlo. Esta vez comenzó a correr en mi dirección y jadee de impresión, rogándole a Dios que me dejara moverme rápido a pesar de la hiperventilación y las rodillas raspadas. Demonios, ¿por qué no podía ser más atlética?

Sin Darme cuenta había llegado al ultimo edificio y abrí las puertas veloz hasta llegar a las escaleras, mi pierna me ardía y cojee escalón arriba, pero en el último volví a caer gimiendo de dolor. Las rodillas ensangrentadas rasparon con la orilla de la escalera y me obligue a seguirme moviendo por el pasillo. Llegue a la siguiente subida y escuche una risita desde el principio del corredor. Iba a atraparme.

- ¿Paseo nocturno Beth?- su voz sonó ronca y amenazante, ¿Lo peor? sonó peligrosamente cerca. El efluvio al que ya me estaba acostumbrando de pronto me ahogo. El miedo me abordo y fui incapaz de subir el escalón. - ¡Contesta Elizabeth! ¿Que no tienes modales?

De un gruñido tomo mi cuerpo sin esfuerzo y me arrastró fuera del edificio, no fui capaz de gritar de nuevo. El chico despedía un extraño olor y seguía sin poder verlo. Sin más me soltó de golpe y mi cadera aterrizo en la grava del camino.

Shades - Zayn Malik.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora