Lo prohibido.

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narrador omnisciente

Para encontrar a Liam, comúnmente era suficiente caminar al patio central fuera de la cafetería, el chico siempre estaba ahí rodeado de gente. Para Liam la atención lo era todo, tener mujeres sonriéndole en los pasillos, chicos invitándolo a su mesa, incluso maestros perdonándole las faltas o a las cocineras regalándole un panecillo extra a la hora del desayuno. La belleza le había dado beneficios toda su vida, jamás había tenido que rogar la atención, ni mucho menos había conocido el rechazo de ningún humano jamás.

Y eso era algo que a Zayn verdaderamente lo volvía loco, porque no solamente las mortales lo preferían, sino que para muchas diosas había sido siempre la primera opción.

Todo el mundo hablaba de aquella belleza propia digna de los dioses venerados por los antiguos griegos, pero Liam era algo más.

El moreno apretó bien fuerte los puños y aumento la velocidad a aquel lugar donde sabía que lo encontraría, pero justo ese día Liam no estaba por ninguna parte.

Mientras recorría los lugares donde recordaba haberlo visto la mayor parte del tiempo, su mente lo torturaba con pensamientos hirientes que involucraban su pasado.

No solamente una vez Liam le quito la chica a Zayn (y a otros dioses) sino cientos de veces y aunque el corazón del Dios de la guerra no era lo que terminaba herido, su ego caía por los suelos cada vez que el castaño ponía los ojos en la conquista de Zayn.

Temía que esta vez no fuera diferente, y que esta vez también Elizabeth terminara cediendo ante los encantos de Adonis como todas las demás.

Aunque sabía que su Elizabeth era diferente, lo sintió desde que la conoció, ella no era como las otras chicas que se dejaban impresionar fácilmente y si al final lo fuera, su ego no sería lo único que terminaría lastimado.

De un momento a otro termino frente al dormitorio de Elizabeth de nuevo, como si sus pensamientos lo guiaran de regreso a ella.

Louis salió del edificio de la chica con una sonrisilla cínica en los labios, venía bastante satisfecho con él mismo después de la bajeza que acababa de cometer, por más que Zayn fuera su amigo, sus prioridades eran él y sus propias necesidades.

Zayn lo miro con inquietud, primero lo encontraba hablando con ella en la cafetería, después el asunto de la señorita Tomlinson y ahora salía tan contento de aquel edificio, cuando él ni siquiera transitaba por ahí. Louis levantó la mirada y su sonrisa se ensancho.

- ¡Zayn, amigo!

- Solo por curiosidad.- Zayn carraspeo.- ¿De dónde vienes?

- No me lo vas a creer.- su sonrisa no disminuía y se tallo las manos.

Zayn lo miro unos minutos, no hizo falta que el oji-azul terminara de hablar, sus pensamientos eran ruidosos, el moreno se tenso y su boca se hizo una linea apretada.

- Louis, lo que sea que estés haciendo, debes detenerlo ahora.

- Zayn, siempre sintiéndote el rey del mundo, seré honesto eso no...- negó con la cabeza.- no me gusta. No puedes decirme que hacer, ¿lo sabes verdad? Porque en eso se a basado nuestra amistad todos estos años.

- Beth es diferente.

- Lo sé.- asintió.- Es la mortal más hermosa y tentadora que he visto en mucho tiempo. Además se resiste y creo que es lindo.

- ¡Con ella no Louis!- gruñó Zayn molesto, Louis lo miro un poco sorprendido.

- ¿Y por qué no?

- Ella...- Louis soltó una carcajada, el también podía leer mentes.

- Entiendo Zaynie, estas enamorado.- Zayn no contesto.- Pero espero que tu entiendas también que eso no cambia nada.

Shades - Zayn Malik.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora