Shades - Zayn Malik.

Inocente.

- Eras tú- dije ante su silencio y su mirada se relajo junto con todas sus facciones, se miraba mas tranquilo y para mi sorpresa una bonita y sexy sonrisa se posiciono en sus labios.

- ¿Qué tonterías dices Elizabeth?

- Eras tú...- entrecerré los ojos.- Estoy segura de eso.

- ¿De qué exactamente?

- Había alguien en mi ventana hace dos noches, me observaba.

- Entonces, ¿tú crees que yo fui hasta tu habitación a espiarte?

- Maldita sea Zayn, eras tú.

- Así que si sabes mi nombre.- Levanto una ceja socarrón y mis mejillas se pusieran rojas.

- Pues si, me lo dijeron.- asintió con la cabeza pero seguía pareciendo divertido.

- Siento decepcionarte bonita, pero yo no espiaba por tu ventana, creo que tengo una vida y cosas importantes que hacer en ella, créeme que una chica como tú no es algo por lo que yo perdería lo mas valioso que es mi tiempo...- extrañamente su comentario me hirió pero no iba a dejar que lo notara, me sonrió en la pausa y continuo- Aunque pensándolo bien... dime Elizabeth, ¿duermes desnuda?

Sentí mis mejillas colorarse, pero no de rubor, estaba enfadada, el tipo se estaba mofando de mi en mi propia cara, apreté la mandíbula molesta.

- No, no duermo desnuda, idiota.

- Cuida la boca princesa.- acarició suavemente mi rostro dejándome helada.- Bueno es interesante saber, así nunca me paseo por tu cuarto. Ahora que ya te dije que no era yo, ¿me dejas ir?

- ¿Qué rayos paso adentro?

- ¿De qué hablas?- preguntó confundido.

- Sé que tu lo sabes Zayn, cuando el rubio me miró...

- Niall.- lo ignore.

- Sentí... que me ahogaba en un... mar.- soltó una risa amarga.

- Oh Elizabeth, como sería eso posible.

- Me han pasado últimamente cosas que no las hubiera creído antes, así que si Zayn es muy posible. Quiero que también me digas, ¿Qué pasa con el miedo? ¿Por qué todos le temen? Es su efluvio estoy segura de que...

- Tenemos una pequeña curiosa aquí- dijo con ojos fijos en mi, su labio inferior se alzo como si fuera a decir algo- Lo siento preciosa pero ya conteste tu pregunta, no era yo el que estaba en tu ventana, y déjame te doy un consejo Elizabeth. estás en un lugar peligroso, aquí hay asesinos, aquí hay gente mala, con malas intenciones y unas inmensas ganas de joder, por tu bien, no hagas lo que hiciste hoy, tienes buena suerte y desperté de buenas.

- ¿De qué hablas?

- No estas en una escuela, no puedes solo acercarte y empezar a interrogar, te harían añicos, si alguien a hecho algo malo, no deben saber que lo sabes preciosa, te diré un secreto- movió el dedo como para que me acercara e involuntariamente lo hice, sentí su aliento en mi oído- aquí dicen que hay seguridad, sin embargo los chicos desaparecen y los cuerpos no son encontrados, ten cuidado Elizabeth, seria una pena que tu corazón dejara de latir.

Me guiño el ojo y se giro para comenzar a caminar de nuevo a la cafetería. Aterrada lo mire a alejarse, pero entre mas lejos, mas relajada me sentía, este chico tenia algo, una vibra a su al rededor, algo pesado que te hacia sentir de la peor manera, era eso, esa energía, era el miedo. Sin darme cuenta me encontraba llorando, estaba asustada y mucho. Escuche unos pasos y solo me cubrí con los brazos abrazando mis piernas, no me había dado cuenta en que momento había caído al piso pero ahí estaba, llorando.